2 policías ?demasiado? rebeldes.

Tras pasar por Xbox, la película de Will Smith y Martin Lawrence llega a los PC's de todos sus seguidores. Los que más disfrutaron del film quizás le encuentren algún elemento positivo, pero la mayoría de los jugadores lo verán como lo que es: un buen intento repleto de fallos.

Desde luego éste no es el momento de analizar la película de Dos Policías Rebeldes 2. Una película que gustará a unos, depecionará a otros, pero que desde luego no puede discutirse su carácter comercial. A fin de cuentas es la clásica película de acción con un buen montón de toques cómicos.

Y como todo producto comercial, su adaptación a videojuego era obligatoria, y aquí está. Primero llegó su versión de Xbox, y ahora lo hace para PC. Pocas cosas han cambiado, algunas para mejor, y otras para peor. De todas ellas hablaremos en sus respectivos apartados, pero de entrada hay que reconocer que la base es la misma.

Al igual que la película en la que está basado, este juego es puramente de acción. De disparos para ser más concretos, y con su dosis de comedia, sobre todo en los comentarios que los dos policías se dirán durante toda la partida.

La perspectiva usada en esta ocasión es en tercera persona o 'cogotera', como suele llamarse a este tipo de juegos. La cámara se sitúa justo detrás del personaje que controlamos, con un punto de mira que sirve, como es lógico, para acertar a los malos.

En el juego hay dos personajes protagonistas, los mismos de la película. Sin embargo, sólo se puede jugar con uno de ellos, mientras que el ordenador es el que maneja al otro. Y no se puede escoger a cual. Cada capítulo se divide en dos fases, y en cada una de ellas se controlará a uno de los dos personajes.

Cada fase tiene un objetivo principal y otro secundario, aunque en ambos casos, son siempre los mismos. El principal es llegar al final de la fase, y el secundario es conseguir las pruebas que hay repartidas a lo largo de las mismas. Para llegar al final de la fase, tan sólo hay que ir avanzando por un único camino, eliminando a todo bicho que se ponga por delante, y serán bastantes.

Sin embargo, la IA de los enemigos es completamente nula. Simplemente aparecen, ocupan sus posiciones y se limitan a dispararnos sin cesar hasta que acabamos con ellos. En el mejor de los casos, se mueven entre dos o tres puntos, como los jefes finales, pero nada más.

En definitiva, este juego ofrece un planteamiento avanza-dispara-avanza-dispara, que no cambia en ningún momento. Y claro, por muy divertido que sea ir disparando a los malos, al cabo de unas cuantas partidas resulta repetitivo y aburrido.

Gráficos y sonido

El apartado visual de este juego no es de lo mejorcito que se haya visto últimamente en PC. Y sumado a los graves bugs que presenta el juego, en general deja mucho que desear. Aunque también tiene algún elemento positivo.

En primer lugar están los protagonistas. Modelados correctos, aunque las caras distan un poco de los actores reales. Por lo menos mueven los labios al hablar, pero en general sus movimientos son, ante todo, muy bruscos.

Los enemigos sólo tienen el objetivo de aparecer y morir, por lo que los programadores no han reparado mucho en su aspecto. Hay unos pocos modelados diferentes que se repiten hasta la saciedad, pero tampoco es algo que se note demasiado.

Los decorados simplemente cumplen con su cometido. Son variados en cuanto a apariencia según la fase, pero su planteamiento y estructura son idénticos en todas las fases. En cierto modo, es como si siempre fuera la misma fase con distintas texturas. Las texturas son decentes, pero eso es todo.

La ventaja respecto a Xbox es que el juego permite resoluciones mayores, que aumentan la calidad de la imagen. Y teniendo en cuenta que el juego tampoco requiere de un PC muy potente, se puede disfrutar de ellas sin que se resienta la partida.

La contra, está en los bugs que tiene el juego. Es muy común atravesar objetos sólidos, e incluso quedarse atrancado dentro de ellos. Por ejemplo: según se empieza la partida, se está en un bar en el que podemos atravesar mágicamente la barra y quedarnos dentro de ella. Fallos muy graves, que a estas alturas resultan imperdonables.

Por último, hablar de los vídeos de introducción e intermedios. Estos vídeos están grabados con el motor gráfico del juego, lo que supone que no son de gran calidad; pero tienen otro punto negativo: su baja resolución, lo que los hace incómodos de ver. E incluso en altas resoluciones presentan defectos de funcionamiento.

La banda sonora, a pesar de no ser la misma de la película, se le parece bastante. Los temas, aunque cortos, son animados y no se hacen demasiado repetitivos, si no fuera por un problema. Cuando terminan y vuelven a empezar, se produce una incómoda pausa que rompe con el ritmo de juego.

Los efectos de sonido son simples, pero efectivos. Lo que más se oye son los disparos de las armas, que no están mal, pero que tampoco brillan en exceso. Otra cosa que destaca son las voces, en versión original con subtítulos en castellano. Por lo menos el doblaje es bueno, y los comentarios que se oyen son muy divertidos. Además, la traducción es bastante correcta, y respeta el corte humorístico.

Jugabilidad

La verdad es que Dos Policías Rebeldes 2 es un juego relativamente divertido. Todos los juegos de disparos lo son en mayor o menor medida, y en el fondo éste no está mal del todo. Sin embargo, la repetición, y la falta de novedades a medida que se desarrolla la partida, convergen en la perdida absoluta de diversión.

Lo único que hay que hacer para avanzar en la partida es ir eliminando a los enemigos, y avanzando por la fase. Además, el camino es único y no hay posibilidad de salirse del argumento, por lo que su abanico de opciones es bastante limitado.

Los objetos secundarios que se pueden ir encontrando sirven para desbloquear algunos secretos, como nuevos escenarios de entrenamiento, o fotografías de la película. Eso es lo único que alargará la vida de este juego, que no consigue llegar más allá una vez terminado.

El juego se controla del mismo modo que cualquier otro juego de disparos, ya sea en primera o tercera persona. El ratón para mover la vista, y las teclas WASD para el control. El problema viene con la vista, ya que el control del ratón es muy inestable.

El problema con el ratón es que la velocidad de desplazamiento de la cámara casi nunca es la ideal. Cuando queremos apuntar a un enemigo, ésta se mueve demasiado rápido y es difícil acertar, lo que conlleva perder salud. Pero por el contrario, cuando queremos darnos la vuelta para apuntar a un enemigo que está a nuestra espalda, la cámara va demasiado lenta, y se tarda demasiado.

También está el sistema para cubrirse. Con la barra espaciadora, podemos escondernos detrás de ciertos objetos, como columnas, cajas o paredes. El problema es que sólo se puede hacer en ciertos puntos (marcados en el suelo), y a veces no son los idóneos para esconderse.

Además, eso tiene su inconveniente. Y es que si nos asomamos desde el escondite y hay varios enemigos, mientras disparamos a uno, los demás nos acertarán si dudarlo, por lo que a veces el sistema no es del todo práctico.

Comparándolo con...

A la hora de compararlo la principal premisa es la saga Hitman y su segunda entrega en particular. La perspectiva y el modo de juego son casi idénticos. Pero claro, Hitman se come con patatas a estos policías, pues incluye muchas más misiones, más variadas, con objetivos concretos, con la posibilidad de sigilo… desde luego una opción mucho más entretenida.

La segunda posible comparación está con Max Payne. De igual manera, ese juego es muy superior al de los 'chicos malos', aunque su estilo sea muy similar. En Max Payne no hay posibilidad de cubrirse tras columnas u objetos, pero ni falta que hace. El sistema de juego y sobre todo la puntería con el ratón están mucho más afinadas, lo que lo hacen más divertido. Y sobre todo el 'Bullet Time', un elemento tan divertido como necesario, que no está disponible en este juego.

Lo que está bien

Sin duda ninguna las frases de esos dos policías, que a veces son tronchantes de verdad. También está bien la primera impresión, tras acabar con los primeros enemigos, y ver que no es un juego difícil. No es una excusa para comprarlo, pero desde luego es lo mejor que tiene.

Lo que no está tan bien

Pues todo lo demás. Los fallos técnicos que tiene el juego, la repetitividad de todas las fases, los enemigos clónicos, los vídeos en baja resolución, el motor gráfico del juego… mejor no seguir. Hay muchas cosas que están mal en mayor o menor medida, y es una lástima, porque sin llegar a ser una obra maestra, corregir ciertas cosas lo hubiera convertido en un buen juego.