Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo, Impresiones (PlayStation 2)

El nacimiento de un mito...
Jordan Mechner lanzó en 1989 uno de esos juegos que terminan por convertirse, porque así están predestinados, en leyenda: "Prince of Persia". El título ponía al jugador en el papel de un príncipe árabe, mancillado en su honor por un Visir traidor, y que debía recorrer su propio palacio para reclamar el califato que le pertenecía. Era un plataformas de scroll lateral tejido en base a unas animaciones del personaje principal fabulosas, que en ausencia de la tecnología de captura de movimientos actual, parecían ilógicas para la época.

Devolviendo la magia y el esplendor a la saga...
El caso es que esta vez Mechner ha sido contratado por Ubisoft Montreal como Consejero, y pese a no ser directamente un trabajo suyo, sí que ha estado implicado no sólo en el desarrollo del guión, sino en prácticamente cualquier aspecto del título. El resultado es en apariencia un juego que rescata lo mejor de su antecesor, al tiempo que lo pone al día técnicamente, algo que le viene de perlas. Todo está orientado hacia el máximo espectáculo visual, con el énfasis puesto en lograr rescatar el carisma del protagonista y al tiempo aprovechar una serie de ideas, contadas y concretas y muy de actualidad, como el papel de las arenas del tiempo.

Las arenas del tiempo...
El argumento lleva al jugador al clásico marco oriental propio de cualquiera de esos cuentos arábigos o de las mil y una noches, en el que nuestro protagonista, un anónimo Príncipe, deberá cumplir con la misión que se le ha encomendado de la búsqueda de un misterioso Reloj de Cristal, el cual funciona con las Arenas del Tiempo. Este objeto y sobre todo su contenido son el deseo oculto del Visir de palacio, ya que permiten a quien las controla, dominar el caudal etéreo del Tiempo.

Esas Arenas son la clave, pero tienen más poder del esperado. La rotura del reloj provoca que se desparrame su contenido, y como consecuencia cualquiera que toque las arenas queda convertido en un extraño zombie condenado a vagar por toda la eternidad. La guardia del Palacio, y en general su población quedan bajo el encantamiento, y sólo el Príncipe, ayudándose de la Daga del Tiempo, es invulnerable al embrujo . Sólo el príncipe, y el Visir, quien parece estar detrás de toda esta conspiración para hacerse con el control del califato.

A partir de aqui comienza una aventura donde el príncipe tendrá que desenvolverse por un palacio fantasma, lleno de trampas, pasadizos, bóvedas y complicados mecanismos, además de los errantes zombies, para llegar hasta el Visir y devolver a su cauce las arenas del tiempo. Todo ello bajo la forma de un título de acción, combate y volteretas infinitas realizado con la última tecnología disponible en el estudio Ubisoft de Montreal, creadores de Splinter Cell. Y es que además los integrantes de ambos desarrollos han colaborado estrechamente, investigando y retroalimentándose los unos a otros con los diferentes hallazgos técnicos que iban logrando.

Un cuento de las mil y una noches...
En el primer contacto con el juego controlamos al príncipe en su misión de hacerse con el reloj y la daga del tiempo, que debe sustraer de un palacio enemigo. Nos encontramos como espectadores de un choque entre ejércitos, ya que los soldados del príncipe asedian el palacio enemigo, circunstancia que debemos aprovechar para infiltrarnos en él y abrirnos paso hasta las reliquias.

Acción, aventura, exploración... 100% Prince of Persia
El título se ha enfocado como un juego de acción, de mucha acción rápida orientada al combate con una gran cantidad de movimientos de todo tipo, incluídos los de lucha, realizados siguiendo la premisa de una animación lo más fluida posible y al tiempo increíblemente acelerada. El objetivo claro era la espectacularidad visual, por supuesto, pero sobre todo la sorpresa del jugador, al descubrir de cuántas maneras su personaje (en tercera o primera persona) podía moverse por el escenario (36 niveles que sin embargo tienen como única base material el propio Palacio, con su miríada de habitaciones y recovecos).

El tiempo... El Leiv Motiv...
Una de las circunstancias que más nos sorprendió al probar el título en el E3 fue la incorporación del factor tiempo al juego, que dota a la saga de un verdadero soplo de aire fresco. Desde la irrupción del famoso "tiempo bala" en el mundillo apenas quedan juegos que no lo utilizen, con mayor o menor fortuna, por ejemplo Enter the Matrix o Viewfitul Joe, pero hay terreno por descubrir todavía en este campo, y este Príncipe nos puede dar muchas claves.

Y es con el tiempo, y con su manejo, gracias a lo que el jugador podrá superar momentos clave de la aventura y seguir adelante con ella. Contaremos con hasta 5 modos distintos de alterar el factor temporal, ofreciendo cada uno de ellos un matiz muy a tener en cuenta: "Delay": obtendrás un efecto "tiempo bala" muy similar al de Matrix. El menos novedoso pero sí espectacular; "Restraint", gracias al cual podrás congelar por unos instantes los movimientos de tu enemigo.

"Haste" te permitirá entrar en un "trance salvaje" gracias al cual rebanar varios pescuezos a una velocidad de vértido; "Revival" será la llave para enmendar los errores, ya que podrás volver atrás en el tiempo unos pocos segundos, quizá esos claves que deciden entre el éxito y el fracaso; por último "Destiny" te otorgará la facultad de anticipar brevemente futuros peligros o hechos importantes también decisivos para tu aventura.