Un día en las carreras

Por fin hemos probado la versión al cien por cien terminada de Pro Race Driver. Seguro que tenéis tantas ganas como nosotros de ayudar a Ryan McKane en su carrera por el campeonato del mundo de turismos y por demostrar que es tan buen piloto como su padre. Una competición recreada con mucha calidad, pero no exenta de puntos negativos.

No es la primera vez que Codemasters afronta las competiciones de turismos, trasladadas al mundo del PC en un par de ocasiones gracias a la saga de juegos TOCA y con un característico talante de simulación. Por otra parte, no hace mucho que salió al mercado Total Inmersion Racing, con el que el juego que hoy nos ocupa posee varios puntos en común.

Pro Race Driver creó expectación desde el primer momento, prometiendo llegar más lejos que cualquiera de los juegos mencionados. El año pasado se editó la versión para Playstation 2 y se consideró uno de los mejores juegos de conducción para esta consola, algo meritorio existiendo esa maravilla llamada Gran Turismo 3. La fórmula innovadora que se introdujo en forma de modo historia combinada con un notable apartado técnico funcionó a las mil maravillas.

Ha pasado el tiempo y ahora nos llega la versión final para PC. Todos esperan que estos meses hayan servido para corregir y aumentar las características del título. Veamos si lo han conseguido.

Sinopsis de la película

A estas alturas, casi todos conoceréis el planteamiento del principal modo de juego en Pro Race Driver. Pero por si acaso, hagamos un resumen. La intro con la que comienza el programa nos pone en materia: el gran campeón de carreras de turismos Kyle McKane logra un nuevo triunfo para su palmarés… pero sufre un accidente terrible que le cuesta la vida, ante los ojos de sus hijos, Ryan y Donnie. Nos pondremos en la piel de Ryan unos cuantos años después, justo cuando consigue un manager que confía en él, gracias a su hermano. Se trata de ir subiendo de categoría mientras aceptamos contratos de escuderías cada vez más potentes y famosas.

Si hemos seguido el devenir del género en los últimos meses, nos vienen a la cabeza rápidamente algunos títulos que comenzaban con un planteamiento similar, Total Immersion Racing y V-Rally 3 por ejemplo. Pero Pro Race Driver da un paso adelante (nada que ver con la serie) y nos introduce de lleno en un guión digno de película, donde podremos influir en su desarrollo y desenlace según los resultados obtenidos y las decisiones que escojamos.

A lo largo de la historia seremos testigos, entre carrera y carrera, de secuencias de vídeo que nos irán desvelando acontecimientos; fragmentos de película exquisitamente cuidados a nivel gráfico y de profesional doblaje al castellano. Aunque los objetivos prioritarios serán ganar campeonatos para acumular puntos y ascender de categoría, a menudo seremos retados por rivales que elegirán pista y vehículo. Emocionantes desafíos con los que podremos desbloquar coches ocultos.

Desmarcándonos un poco del modo historia y navegando por el atractivo menú (la oficina de Ryan con el propio protagonista mirando el correo y mecánicos charlando) podremos acceder al típico modo de contrarreloj para batir récords de circuito y al modo multijugador en red. En este caso GameSpy nos proporciona un portal con los jugadores conectados en ese momento, de idéntica forma a otros juegos de Codemasters como Operation Flashpoint. Múltiples opciones se abren ante nosotros, y es que podremos echar una carrerita con los colegas o disputar un mini-campeonato eligiendo las pistas y vehículos que participarán en el evento.

Grande en cuanto a posibilidades de juego, pronto descubrimos que a su vez es inmenso respecto a técnica y excelente a la hora de lograr inmersión con rivales casi humanos. Para colmo, las carreras tienen una mayor participación, hasta 20 coches simultáneamente. Niveles que rayan el sobresaliente contrastan con un manejo y control que no ha tardado en recibir múltiples quejas por parte de los usuarios. Pero antes de nada vamos a recrearnos en la tecnología que ofrece Pro Race Driver.

Gráficos y sonido

Codemasters quiere proporcionarnos una experiencia de simulación profesional a todos niveles. Y el nivel que ahora analizamos no tiene otro calificativo que no sea el de genial. La totalidad de los vehículos disponibles (y 42 no es una cifra nada desdeñable) se encuentran representados fielmente a la realidad, con una estructura modular de lo mejorcito que se haya podido ver en un simulador de conducción, algo que queda patente a la hora de calibrar el modelo de detección de daños. Y es que, una vez que hayamos contemplado la cantidad de detalles que presenta nuestro coche tanto en la carrocería como en su interior, es hora de destrozarlo en la pista. Una a una irán cayendo todas las piezas dependiendo de la fuerza y dirección del choque en cuestión, siendo totalmente posible quedarnos literalmente en el chasis y rodando únicamente mediante llantas sin gomas. Impresionante, así como el efecto de environment mapping en todos y cada uno de los vehículos en carrera, reflejando el circuito sobre las carrocerías.

El detalle gráfico del entorno se puede dividir en dos partes. La superficie de carrera presenta un gran nivel, tanto si es asfalto como empedrado, las texturas darán sensación de relieve al piso, mientras que la meteorología, el cielo y los efectos de iluminación completarán la faena. El entorno restante (público, vegetación, carteles…) no está al mismo nivel, presentando un detalle mucho menor y siendo en ocasiones meros "sprites" planos sin volumen. De todos modos, destaca que los 38 circuitos tengan licencia oficial y sean representaciones de la realidad.

La física de los vehículos es igualmente genial, ya que se comportan de manera extremadamente realista respecto a las colisiones que se producen. Basta contemplar una de las magníficas repeticiones para darnos cuenta del realismo visual que desprende Pro Race Driver. Detalles técnicos que influyen en la jugabilidad, pues aprovechando la acción y reacción que experimentan estas máquinas podremos sacar partido de los choques para adelantar o sacar fuera de la pista a los rivales, de igual manera a como ocurre en una competición de verdad.

¿Y qué decir de la impresión de velocidad? Reconozcamos que el efecto de desenfoque no es nuevo en estos lares, pues un juegazo como Moto GP ya se benefició de esta técnica… pero Pro Race Driver lo hace igual o mejor. El entorno se difumina a gran velocidad creando una sensación difícil de describir con palabras, pero satisfactoria en grado sumo. Y a esta sensación ayuda en buena medida el cuidado aspecto sonoro. Usando samples de motores directamente grabados de la realidad, recomiendo fervientemente el uso de EAX y sistema de sonido envolvente, con el que podremos saber sin mirar atrás el lugar por el que los rivales nos intentarán adelantar. Toda la carga sonora se grabó en unos estudios de cine, así que no es de extrañar que alcancen una calidad cercana a una producción de Hollywood.

El doblaje al castellano de los diálogos en las escenas no interactivas se ajusta como un guante a cada situación, así como los consejos y comentarios de nuestro querido manager en plena carrera. Por último, la banda sonora corre a cargo de grupos conocidos: Morcheeba, Iggy and the Stooges, Ash, Al Green… Cortes musicales que se escucharán en momentos puntuales del desarrollo del juego: oficinas, talleres, altavoces del estadio...

Aunque podríamos seguir, se quedaría corto todo lo que os dijera en este apartado de Pro Race Driver, pero creo que un buen cierre sería proclamarlo como lo mejor que podamos encontrar en PC a este nivel.

Guión

La posible forja de una nueva leyenda de los McKane está en tus manos. De tus decisiones, de tus resultados, de tu rendimiento depende que llegue el final feliz o que Ryan acabe frustrado como un piloto mediocre.

Jugabilidad

Bien, qué pedazo de simulador, una física impresionante, gráficos y sonido de lujo… Es hora de desempolvar el volante y los pedales y disfrutar. Elegimos modo de control "Simulación" y ya estamos en carrera. Primer volantazo y nos pegamos contra el muro, y es que la sensibilidad de la dirección es demasiado exagerada,  muy cercana a un arcade. Usando volante resulta caótico poder girar el vehículo de forma correcta. Lo más curioso del caso es que si cambiamos el periférico a modo "Videojuego", el control de la dirección se hace totalmente diferente y muchísimo más ajustado a lo que esperábamos de un gran juego. Algo que, dadas las denominaciones de los modos de control no deja de ser extremadamente paradójico.

Está claro que respecto a este control puede haber opiniones a favor y en contra, pero bajo mi humilde opinión la dirección debe aprovechar la analogía del volante (o del pad analógico en su defecto). Aunque se nos ofrece la oportunidad de configurar el ancho de movilidad de la dirección, no será demasiado efectivo. Para colmo, el modo "Videojuego" existe para volante,  pero no para teclado o pad. Un fallo muy sensible y ante el que Codemasters no ha tomado las medidas necesarias en el parche recién lanzado, corrigiendo únicamente problemas de Force Feedback.

Otro punto negro radica en la escasa repercusión del excelente modelo de daños en la conducción del vehículo. Al destrozar el coche, la transmisión y el frenado se pueden ver afectados, y el cambio de marchas se hace más brusco, pero globalmente no existe la diferencia que debería haber entre un coche nuevo y otro muy dañado.

Salvando las dificultades del extraño control de la dirección, podemos mencionar las posibilidades de ajustes mecánicos que nos permite el juego, perfectamente reflejados a la hora de probar el coche en distintos circuitos; la riqueza de modos de juego y la alta competitividad que proporcionan los mismos, ya sea en carreras contra la CPU (donde los enemigos hacen gala de una inteligencia artificial elevadísima, cerrándote el camino y echándote de la pista), ya sea a la hora de probar el multijugador, asegurando una duradera diversión. Lástima que sortear las mencionadas dificultades no sea fácil.

Multijugador

Un portal integrado en el juego y "made in" GameSpy. Fácil y directo, podremos montarnos en pocos segundos nuestras propias ligas. El código de red está bien optimizado y gracias al parche, las carreras permiten hasta 12 jugadores a la vez.

Estrategia y trucos

En este tipo de carreras suele haber mucho contacto entre vehículos. Va a ser de extrema importancia que estemos atentos tanto a los rivales que están por delante nuestro, para aprovechar cualquier fallo o algún hueco que puedan dejar y adelantarlos, como los que acechan por detrás. Gracias a una flecha indicadora sabremos por donde nos intentan adelantar. También es muy útil usar la vista hacia atrás (a falta de retrovisor), las vistas laterales y escuchar atentamente por donde se acerca el motor del vehículo, aunque claro, para ello tendremos que disponer de sistema cuadrafónico de sonido.

Comparándolo con…

En PC tenemos las anteriores entregas de TOCA o el reciente Total Immersion Racing, y ninguno de ellos puede sobrepasar la técnica y la experiencia de juego que nos proporciona este Pro Race Driver. TOCA tiene puntos en común con el control de este juego, mientras que en el juego de Empire estaba mucho mejor ajustado este aspecto.

Lo que está bien

Lo que no está tan bien

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