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Pompeya: La leyenda del Vesubio

Pompeya: La leyenda del Vesubio

Pompeya: La leyenda del Vesubio - El Cuarto Día

Tras levantarte del impluvium en el que yaces como un vil borracho resacoso, a partir de este momento comienza tu aventura, estaras dispuesto a pagar el precio de tan duros tiempos.

Actualizado a

EL CUARTO DÍA

( 23 DE AGOSTO DEL 79)

Para averiguar qué nuevos retos le esperan a nuestro protagonista, sigue este vínculo hacia la explicación del CUARTO DÍA.

Para regresar a la parte anterior del recorrido, sigue este vínculo hacia la explicación del SEGUNDO DÍA.

Popidus te necesita, como de costumbre. Su celebración anual en honor a Vulcano tiene todas las trazas de convertirse en un fracaso. Los problemas se agolpan y necesitan de tu intervención. El cocinero, una especie de meticuloso amo de los cacharros, se niega hacer sus platos si no tiene una rara especia: el sylphium. Además, Popidus necesita los servicios de unos actores para amenizar su banquete. Casualmente se encuentran en la ciudad.

Bueno, vayamos a la calle de la Abundancia. En la misma intersección donde nos enfrentamos a aquel problema de la mula encontraremos, precisamente, a su dueño. Este bruto e ignorante personaje se revela más inteligente de lo que pensabas. Te chantajea. Si no compras su mula te delatará al edil. Paga por el animal, al fin y al cabo le has cogido cierta simpatía. Sigamos. Nos dirigimos ahora a la Cauponae de Dyonisos. No tiene sylphium y su idea del entretenimiento es un poco brusca para el refinado paladar de Popidus.

En la parte de atrás de la cauponae encontrarás a Pryamo, al que convences de abandonar la ciudad.

Ahora, a la perfumería de Ascula. Nuestra investigación comienza a dar sus frutos. El sylphium quizás nos lo pueda conseguir Locusta, que se encuentra en el Foro Triangular. En cuanto a la búsqueda de cómicos para el banquete, lo mejor es hacerle una visita a los actores que ensayan en el teatro. Ascula se pensará lo de ponerse a salvo. Poco a poco vamos consiguiendo que todas las personas a las que apreciamos en Pompeya se decidan a abandonar la ciudad.

Así que nos vamos al foro triángular en busca de Locusta. Al entrar en el Foro camina todo recto. Nos encontraremos con la bruja, que está cerca de unas ruinas. La viejecilla intenta coger la rama de un árbol, pero tanto su lumbago como lo avanzado de su edad le impiden hacerlo. Coge una piedra, a la derecha de Locusta, en las escaleras. Con la piedra en la mano haz caer la rama al suelo, de dónde la tomarás rapidamente. La piedra ocultaba el nido de una víbora, que te picará sin contemplaciones si no haces lo siguiente: recién recogida la rama úsala sobre el nido de la serpiente.

El bichejo se enroscará. Lanza la rama con la serpiente lo más alejado de ti, hacia la derecha. Cuando el pérfido áspid esté lejos de tu vista dale la rama a Locusta. A continuación habla con ella. Sabe dónde conseguir sylphium: en el Templo de Isis, más en concreto en el ekklesiastion. Pero hacerte con la especia no será tan fácil.

Tendrás que distraer al sacerdote. Para ello Locusta te proporciona un papiro, el tercer libro de Hermes, que le puede interesar al sacerdote. Antes de dejarte marchar, la bruja te hace prometer una cosa: la ayudarás a ella y a su hijo -que resulta ser un actor frustrado- a abandonar Pompeya.

Vayamos por partes. Desde donde estás pon rumbo a la izquierda hasta llegar a la columnata. Ante la puerta del teatro te encuentras con el edil, un hombre al que no pareces caerle demasiado simpático. Te impide el acceso al teatro, pero cuando pronuncias el nombre de Fructus el hombre sale corriendo de allí. Entremos, pues, en el teatro. Recoge la máscara y el abrigo que reposan sobre la grada derecha, así como la capsa que hay en las gradas frente a ti. Ahora habla con el actor. Este traumatizado porque Publius, la estrella de su compañía, lo ha dejado plantado.

En esas circunstancias tu idea de que participe en el banquete de Popidus le parece poco menos que surrealista. Habrá que encontrar a alguien que sustituya a Publius. ¿No te ha dicho Locusta que Fructus era un actor frustrado? ¿Y no te ha dicho que estaba con Sotericus? ¿Y Sotericus no era el panadero? Luego Fructus estará... ¡en la panadería! Así que allá vamos, a la panadería. Sotericus está muy ocupado. Se le acumulan los pedidos y no tiene a nadie para hacer el reparto. Busquemos a Fructus. Está en la trastienda, cerca del horno, oculto tras una columna. El actor frustrado que lleva dentro se ve entusiasmado ante la idea de participar en una gran obra.

Pero Fructus, que es buscado por el edil Helvius, se niega salir de su escondite si no va disfrazado. Dirígete al fondo de la panadería, donde está el molino tirado por la burra. En la parte baja del molino hay una tela manchada de harina. Recógela y úsala sobre Fructus. Perfecto. Parece el chico del reparto, pálido como la muerte y ridículo como el Conde Mor. Regresa al teatro. Allí, en la puerta, te esperan Fructus y su madre. Entra y habla con Pylade, el actor. Presenta a Fructus como un actor revelación y a su madre como un médico personal. Pylade, impresionado por la demostración de Fructus, los admite en la compañía. Por si fuera poco accede a participar en el banquete de Popidus. Además, está dispuesto a bandonar Pompeya cuando tu digas.

Tenemos que conseguir ahora el sylphium. Entra en el templo de Isis, habla con el sacerdote y dale el papiro. Dile que es el TERCER libro de Hermes. Cuando el religioso abandone el lugar, corre hacia la sala de la derecha. Hay unas plantas sobre la mesa. Mueve la situada más a la izquierda. Detrás está el sylphium. Recógelo y lárgate de ahí.

De vuelta a la casa de tu anfitrión... habla con Popidus, está junto al altar. Dale el sylphium y comunícale las buenas noticias.

Tras esto nos enfrentaremos a un arguiñanesco puzzle culinario. Tendremos que colocar cada plato en el orden que nos dice el cocinero. La relación es la siguiente:

1º plato Mejillones
2º plato Huevos
3º plato Atún
4º plato Ubres
5º plato Pato
6º plato Ostras
7º plato Dulcia
8º plato Dátiles

Con el estómago rugiente, Popidus nos encarga una nueva misión: hacernos con cinco peces rojos. Afortunadamente, no tenemos que ir muy lejos para conseguirlos, de hecho no tenemos ni que salir de la casa. Basta con acercarnos a la cortina de colores por la que salimos habitualmente de la casa (esa que suena como una puerta). Los peces se encuentran en un pequeño estanque semicircular que hay justo enfrente. Dáselos a Popidus.

Acto seguido la acción nos situa ante la puerta del jardín de Octavius. Imitamos el sonido de la alondra, según lo pactado. Segundos después del piar del pájaro escucharás como un ahogado grito de esfuerzo, algo así como UNGFFF. Pues bien, al oir este sonido, retrocede rapidamente. Una piedra te pasa rozando. De nuevo alguien intenta acabar con tu vida. Es hora de desenmascarar al terrorista del amor. Persíguelo por las desiertas calles de Pompeya. Corre en dirección a la calle de la abundancia.

Sigue en esta dirección hasta llegar al desvío que te lleva a la casa de Popidus. Baja la cuesta hasta estar ante la puerta del hogar de tu anfitrión. Luego vuelve a subir la cuesta. Así, atrapamos al malhechor, que no resulta ser otro que Statius, el esclavo de Octavius. Se niega a decirte dónde ha ocultado a Sophia. Utiliza el filtro sobre él, haciendo que se duerma. Luego dirígete al foro triángular. En las ruinas, al final de las mismas, atada a una columna, encontrarás a Sophia. Libérala de su mordaza con el cuchillo.

Es hora de largarse. Dale a Sophia la máscara y el abrigo. Continúa después hacia la puerta Stabias. El esbirro del edil tiene órdenes de no dejarte abandonar la ciudad. Convéncele de que eres un actor y usa sobre él la capsa. La fuerza con la que recitas el poema es suficiente para hacerle cambiar de opinión.

Poco después te encuentras con tus amigos, lejos de la ciudad. Pompeya será pasto de las llamas. Ni tu ni Sophia gritareis bajo la lava. Adorados sean los dioses.

FIN

Agradecimientos
Mi más sincera gratitud a Pilar Freire, que aparte de filóloga es muy paciente. Si no fuera por ella ni yo ni esta guía sería lo que somos.