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Valderrama resucita al mejor Rahm

El estadounidense Gooch se lleva el gato al agua en Sotogrande con un -8, pero la gran noticia es la segunda plaza del vizcaíno, que roza la remontada.

Valderrama resucita al mejor Rahm
Jon Nazca
Jorge Noguera
Nació en Madrid en 1995. Doble grado en Periodismo y Audiovisuales por la Rey Juan Carlos. Un privilegiado, hace lo que siempre quiso hacer. Entró en AS en 2017 y se quedó. Salvo un paréntesis en Actualidad, siempre en Más Deporte. Allí ha escrito sobre todo de rugby, golf y tenis. Ha cubierto el British Open, la Copa Davis o el Mutua Madrid Open.
Valderrama Actualizado a

Faltó la guinda, que habría sido el primer triunfo de su carrera en Valderrama, pero se puede anunciar a los cuatro vientos que el mejor Rahm está de vuelta. De forma transitoria, claro. En este deporte no hay nada perpetuo, solo rachas que van y vienen. Y el vizcaíno, tomando como baremo este domingo, parece haber cogido de nuevo la ola buena, por mucho que finalmente fuese el estadounidense Talor Gooch (-1 para -8) quien se llevase el gato al agua por segunda vez (la primera, en 2023) en la joya de Sotogrande (Cádiz).

Fue una ofensiva total lo que lanzó Rahm en la última jornada, a la que salía seis golpes detrás de ese golfista que, con una victoria en el PGA Tour y tres en el LIV en su haber hasta este domingo, un día se enfadó por no ser invitado a un Masters y proclamó que el campeón de ese año tendría un asterisco por su ausencia, para despiporre generalizado. Más allá de ciertas ínfulas es un jugador muy completo, que mueve la bola con soltura en cualquier efecto y altura, que falla pocos golpes y lee bien los greenes. Un 2023 impresionante, en el que se acabó adjudicando la carrera anual de la superliga, dio paso a un 2024 estéril. Se ha matado a trabajar, contaba a los medios esta semana, para intentar volver a esa versión, y lo ha conseguido.

“Ha sido un gran día y acabar así... Pensaba que iba a necesitar un birdie en el 18 para ganar y he pegado un gran hierro, de hecho mi caddie dice que es el mejor que ha visto, pero al final no ha sido así. He entrenado mucho y estoy muy feliz por ver que el trabajo duro merece la pena. Lo siento por los fans, porque he ganado a Rahmbo, pero para mí es muy especial, Valderrama siempre ocupará un lugar en mi corazón”, declaró en el green del 18 tras una vuelta que empezó torcida, con un intento pobre de fade desde el tee del 1 que le costó el bogey. Flaqueaba de salida justo el palo que le había encumbrado el sábado, cuando trenzó un -5 sacando mucho petróleo de esa bola baja, casi un stinger, que penetra mucho mejor en los vientos de Valderrama.

Josele se suelta

Otra buena noticia llegó de manos de Josele Ballester, que al fin se sacudió la tensión que parece que arrastra desde su incorporación a los Fireballs y jugó una gran vuelta, -4 para +2 y su mejor resultado, top-25, hasta la fecha en la superliga saudí. La tarjeta incluyó cuatro birdies, un eagle y dos bogeys. Seis birdies y cinco bogeys jalonaron la de David Puig, que concluyó 19º con un -1 para +1. 

Otro bogey al 6 daba alas al pelotón que venía por detrás, del que se borró rápido Dustin Johnson (+1 para -2 al final). Últimamente deja ramalazos de lo que fue, pero parece alérgico a la consistencia. Nunca terminó de arrancar Sergio, -1 para -1 y un top-10 que no contribuye mucho a la causa de la Ryder, aunque a lo largo de la semana tuvo secuencias. Sí maniobraron con contundencia el mexicano Ancer (-5 para -5) y el norirlandés McKibbin (-5 para -4). Este llegó a estar colíder y se atascó al final, casi como si le hubieran dicho por el pinganillo que dejara pasar al patrón de la escudería, Rahm, su capitán en la Legion XIII, que venía derrapando por detrás. Suya fue la mejor vuelta del día junto a la del australiano Matt Jones. Un -6 que era exactamente el listón que se había puesto horas antes, rematada la segunda vuelta, para estar en la pelea.

Y hasta él llegó a lomos de un juego que cada vez luce más ordenado. Vuelve a hacer más o menos lo que quiere con la bola y a ver las banderas como la de la Plaza de Colón. Tras aprovechar el primer par 5 de Valderrama, el del 4, encadenó tres birdies entre el 9 y el 11 y los rugidos del público con diferencia más nutrido de las tres jornadas empezaron a escucharse. Cuando arañó otro golpe en el 14 y al poco Gooch se dejó uno en ese mismo hoyo, parecía que la fruta que lleva colgando de la rama desde el pasado septiembre iba a caer por fin de madura.

Pero Gooch no estaba por la labor. Con un putt largo en el 15 recuperó el control de la situación y después le hizo un birdie sesudo al 17, uno de los pares 5 más famosos del mundo, que obligaba a Rahm a restar en el 18, del que salen casi tantos birdies como bogeys. Su salida en cambio se perdió entre los alcornoques del margen izquierdo, tuvo que jugar conservador con el segundo golpe y al final solo pudo sacar un par, insuficiente ante el aplomo de Gooch, que jugó el último tramo de manual. “Ha sido una muy buena vuelta. Le he pegado mucho mejor que en el último año y medio. Me ha recordado a mis mejores semanas y ha sido divertido. Necesitaba darme una oportunidad de birdie en el 18 y he acabado peleando el par. No voy a decir que todo encaja ya, porque este deporte tiene la manía de tirarte para abajo cuando crees que estás arriba”, manifestó el León de Barrika, que de alguna forma sí puede considerarse un ganador en Valderrama, porque lideró el triunfo por equipos de la Legion XIII (-5 en el acumulado). Sus palabras confirman la sensación de que ya roza su estado natural, el de campeón. Y con el British Open asomando la próxima semana. Un timing óptimo.

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