Una honrosa España cede la primera plaza a Georgia

España llegó a Georgia alentada por los resultados previos de los Lelos en esta fase de grupos del Campeonato de Europa. El 31-10 ante Países Bajos y, sobre todo, el 17-28 en Alemania sugerían una ligera posibilidad de arrebatarles la primera plaza del grupo A. No se dio y el triunfo quedó en Tbilisi (38-6), pero el joven grupo que moldea Pablo Bouza planteó batalla y acumuló por el camino enormes dosis de sabiduría.

Las que aporta estar en primera fila cuando este equipo escenifica uno de sus clinics de melé y maul, esas fases en las que, Bouza dixit, se refugian en la adversidad, y que ejecutan con precisión inigualada en este certamen. A esas fortalezas tuvieron que acudir ante la entrega española en la defensa de su zona de marca en una primera parte en la que la Selección tuteó a los vigentes campeones.

Llegaría a estar por delante, de hecho, en el ecuador de ese primer acto, gracias a un golpe de castigo pasado por Gonzalo López, que se reveló una opción sólida en el 10 ante las bajas, la última de Bauti Güemes. Si el objetivo, de nuevo en boca de Bouza, era frenara los georgianos en sus artes predilectas, se cumplió. A ratos en los márgenes de la ilegalidad, rozando el ensayo de castigo, pero ninguna plataforma local fructificó. Acabarían encontrando el camino al ensayo los de Richard Cockerill en el abierto, en un ruck mal defendido por España, que dejó libre un poste por el que se coló Peranidze.

Fue un castigo muy severo para el desempeño de los Leones, que perdieron la rueda georgiana en un arranque accidentado de la segunda mitad. Tabutsadze ensanchó la brecha en el banderín antes de que el escocés Grove White concediera un ensayo de castigo a los Lelos en otra defensa española al límite sobre su línea de marca, que además le costó la amarilla a Imaz. Le acompañaría al poco en el sin bin Bell, por un adelantado intencionado. La inferioridad numérica acabaría con el golpe de gracia, que lo dio Kveseladze en una transmisión en la que España reclamó un adelantado que no existió. Ya en la recta final Babunashvili y Tapladze sumarían otros dos posados.

La derrota confirma a Georgia como campeona del grupo A, lo que le dará la condición de local en las semifinales. Las jugará contra Rumanía, que cayó este mismo sábado en casa (24-49) ante una Portugal que se la jugaba tras caer sorprendentemente ante Bélgica. Así, los Lobos serán el rival de España. Un enemigo íntimo por vecindad al que este grupo puede mirar a la cara sin complejos.