Una golfista en un torneo masculino, “un truco publicitario”
Peter Malnati califica así la invitación de Lexi Thompson al Shriners del PGA y se retracta inmediatamente para ensalzarla.
La presencia de Lexi Thompson la próxima semana en un torneo del PGA Tour, el Shriners Children’s Open de Las Vegas (EE UU), ya suscita polémica. Peter Malnati, jugador del PGA y uno de los miembros de su consejo director, que sugirió en rueda de prensa que era un truco para aportar narrativa a un torneo menor dentro del engranaje del circuito, que además ha empeorado su posición de cara a atraer a los mejores del circuito por su ubicación en las citadas Series de Otoño, que en el rediseño del calendario para pasar a año natural han quedado como una suerte de repesca para aquellos jugadores que no tienen garantizada la tarjeta completa de cara al siguiente curso o aquellos que buscan estrenar su palmarés con una oposición más amable.
Malnati se retractó inmediatamente de su afirmación y ensalzó el nivel de juego de Lexi, que tendría un objetivo factible en conseguir pasar el corte. Lo cierto es que Thompson, una de las grandes figuras mediáticas del LPGA, que ha accedido al field con una exención del patrocinador, es la séptima golfista en jugar un torneo del PGA. La misma vía se empleó la última vez que ocurrió algo así, con Brittany Lincicome en el Barbasol de 2018.
Antes de ellas, Michelle Wie jugó ocho torneos del tour masculino entre 2004 y 2008; Suzy Whaley se clasificó para el Greater Hartford Open (el actual Travelers) de 2003; Annika Sorenstam fue invitada por el espónsor al Charles Schwab (entonces MasterCard) de 2002; Shirley Spork participó en el Northern California-Reno Open de 1952 y Babe Didrikson Zacharias, la pionera, un fenómeno deportivo que también brilló en el béisbol, el atletismo y el baloncesto jugó hasta siete citas del calendario allá por los años 40 del siglo XX.
No son las únicas, eso sí, que han jugado golf profesional junto a hombres. De hecho, en la actualidad hay torneos mixtos como el Scandinavian Mixed del DP World Tour, en el que cada género juega desde sus tees para igualar las distancias pero la clasificación es combinada. No ocurrirá eso en el Shriners, en el que Lexi tendrá que jugar el campo en la longitud establecida para los hombres, algo que en este caso es una desventaja relativa, porque hablamos de una de las grandes pegadoras del LPGA, con una distancia media desde el tee la temporada pasada de 246 metros.
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