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GOLF | US OPEN

Un espectador se encara con Mickelson en el US Open

El individuo, ataviado con un sombrero vaquero y un mostacho postizo, reprende a gritos al californiano en el green del 9 en la primera ronda.

Un espectador se encara con Mickelson en el US Open
HARRY HOWAFP

La escena ocurrió en el green del 9 de Los Angeles Country Club durante la primera ronda del US Open. Phil Mickelson pateaba para birdie en su último hoyo del día, un buen arranque con -1 que le dejó 25º, cuando un espectador enfundado en un bizarro atuendo, sombrero vaquero, camisa hawaiana y mostacho postizo, la emprendió a gritos con el californiano.

La diatriba, captada por medios estadounidenses, duró unos 30 segundos, y se centró en el fichaje de Phil por el LIV, la superliga saudí ahora aliada con PGA y DP World Tour, el año pasado. Mickelson, junto con Tiger Woods seguramente el golfista más importante de los últimos 30 años, tres Masters, dos PGA y un British en su palmarés, se enroló a cambio de una cifra en el entorno de los 200 millones de dólares (unos 182 de euros), algo que muchos consideraron una traición por parte de uno de los jugadores más carismáticos y más queridos de Estados Unidos. Y este aficionado vino a recordárselo.

“Es todo lo que necesitar para trabajar el resto de tu vida, Phil. Te van a pagar 200 millones también. ¿Qué hay de todos los demás tipos del PGA, Phil? Se fijaron en ti durante toda su carrera. ¿Esto es lo que les haces, Phil?”, fueron algunas de las frases que se pudieron rescatar del discurso, que aparentemente el orador llevaba escrito en un papel. Al final, acabó siendo desalojado por uno de los guardias de seguridad del evento, mientras varios compañeros de grada le increpaban.

Cuando la cosa se calmó, Mickelson se cuadró, tiró y falló. Acabó sacando el par y dedicó un pulgar arriba a la tribuna, zanjando lo ocurrido. No quiso hablar al término de la vuelta preguntado acerca de la nueva entente que ha puesto patas arriba el mundo del golf. Rehúye distracciones porque está centrado en la que es una de sus últimas oportunidades, a los 53 años, de completar el Grand Slam con un US Open que de momento marcha para él.