Un bogey al 18 aleja a Rahm del doblete en Riad

Completadas las dos primeras vueltas de competición del LIV en este 2025, parece que la única cuestión se reduce a quién será el campeón individual. En el apartado por equipos, los 36 hoyos jugados dejan poco lugar a las dudas: el mejor cuarteto es el que lidera Jon Rahm y completan el inglés Tyrrell Hatton, el norirlandés Tom McKibbin y el estadounidense Caleb Surratt. No es opinión, son hechos consumados. La Legion XIII llegará al desenlace de este sábado con un acumulado de -42, once golpes por encima del Torque de Joaquín Niemann, en -31, y con sus cuatro integrantes en el top-10 de la clasificación individual.

Lo que parece poco probable es un doblete de Rahmbo, que este viernes terminó con un ‘gatillazo’ una vuelta hasta entonces inmaculada. Había atravesado al abrigo de la noche, en este experimento nocturno de la superliga saudí, el Riyadh Golf Club sin despeinarse, embocando seis birdies por los 17 primeros, libre de bogeys, a una distancio no ideal pero sí salvable del polaco Meronk, que a su impresionante 62 (-10) del jueves añadía este viernes un 66 (-6). Le tocaba terminar en el 3, un par 5 largo pero una buena oportunidad de birdie. Lo cerraría con bogey tras fallar la calle y no conseguir llegar al green hasta el cuarto golpe.

Un mazazo, como mostró su rabiosa reacción tras fallar un putt de algo más de dos metros para salvar el par. El -5 para -10 que supuso ese error no le descarta de la pelea por el primer trofeo de la temporada en el circuito, pero le obliga a un ejercicio de golf casi perfecto que además requerirá cierta colaboración e Meronk. Ocurra lo que ocurra, siempre le quedará el consuelo del colectivo, que salvo debacle parece que amarrará gracias a la colaboración de un Hatton que se fue a -5 para -11, igual que Surratt. McKibbin, el gran fichaje para este año, que deslumbró en el debut, también sumó esta vez: -3 para -10.

Los Fireballs se quedan cortos

Fuera de ambas batallas quedaron los Fireballs de Sergio García, que predicó con el ejemplo. El capitán de la franquicia hispano-latina fue el mejor de los suyos en una jornada con seis birdies y dos bogeys, pero el -4 para -8 que entregó le deja a una tarjeta apoteósica de la cabeza. Y el -20 de su equipo es 22 impactos peor que el de la tropa de Rahm. En un día inconsistente de David Puig (-1 para -6) y discreto del mexicano Ancer (-2 para -5), la mejor noticia fue la primera vuelta bajo par en el LIV de Luis Masaveu (-1 para -1), la perla con la que Sergio completó la plantilla tras la salida de otro español, Eugenio Chacarra. Su carrera amateur indica que no será, ni mucho menos la última. Bienvenidas sean.

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