GOLF | ALFRED DUNHILL LINKS CHAMPIONSHIP
Tyrrell Hatton gana el Alfred Dunhill y es el rey de los links
Tyrrell Hatton conquista por tercera vez el Alfred Dunhill, algo que nadie había hecho antes. Rahm y Puig pinchan tras sendos amagos de remontada.
Las gaitas repicaron en St. Andrews en honor a Tyrrell Hatton, que este domingo se proclamó campeón del Alfred Dunhill Links Championship. El inglés remató su tercer triunfo en esta cita, el que le sitúa en lo más alto de un palmarés en el que hasta ahora empataba con el irlandés Padraig Harrington, en la tarde más escocesa de una semana en la que Carnoustie, Kingsbarns y la cuna del golf no parecieron links a efectos climatológicos. La madre naturaleza se lo guardó todo para el último día, cuando descargó lluvia y viento sobre los 71 jugadores que llegaron hasta el asalto final al Old Course.
Eso abrió una pugna que sobre el papel parecía reducida a Hatton y Colsaerts, quienes se habían destacado en jornadas previas. A lomos de un 61 en la tercera vuelta (empatando el récord del Old Course) el inglés, y con tres 65 seguidos el belga, que aspiraba a ganar por primera vez en el circuito europeo desde 2019, tras superar el año pasado una infección renal que dio al traste con su temporada.
Ninguno sacó mucho jugo de los nueve primeros con el viento a favor, y eso permitió que se acercara un pelotón de perseguidores en el que aceleró pronto David Puig, que volvió a dejar la sensación de que será un golfista realmente importante cuando consiga afinar la estrategia. Jugó nueve hoyos antológicos con siete birdies, completando la primera mitad del campo en 29 golpes. Y justo cuando alcanzó el rango en el que la victoria ya no era una quimera, se hundió con un doble bogey en el 12 y un bogey acto seguido. Al final 68 golpes, -4 para -19, y la cuarta plaza en la segunda semana consecutiva en la que merodea el triunfo. Su crecimiento en este 2024 es de las mejores noticias que ha producido el golf español.
También se salió por los nueve primeros, y también amagó por momentos con una remontada épica, Jon Rahm. Historias paralelas la suya y la de Puig. Él tiró 31 del 1 al 9 con cinco birdies y añadió otro en el 10, pero enterró sus opciones con una trilogía de bogeys entre el 11 y el 13. Volvería a restar en el 14, para después pinchar en el 17 y acabar con un -3 para -18. Nunca llegó a estar realmente en la pomada, pero al menos se llevó el gato al agua su contramaestre en la Legion XIII del LIV, y con este puede presumir de 16 top-10 en 18 torneos jugados esta temporada (13 en el LIV, dos en el circuito europeo y tres grandes, pues el US Open se lo perdió por lesión). A falta del Andalucía Masters de dentro de dos semanas (del 17 al 20) y los playoffs de la Race to Dubai, en caso de que se apunte a ellos, ha terminado alcanzando cotas en su juego que no desplegaba desde la primera mitad de 2023.
Al final todo volvió a su sitio. Hatton y Colsaerts supieron navegar el ejercicio de supervivencia en el que se convirtieron los nueve segundos con el viento en contra y llegaron al 18 empatados a -23. Colsaerts, más pegador que su rival, llevó su salida hasta el famoso ‘Valle del Pecado’, la depresión que precede al green. Hatton se quedó algo más corto, pero se sacó un chip sensacional con hierro 9 de la manga y se dejó un birdie dado. Colsaerts tripateó y no lo igualó, pero quizá su semana tratara más del camino que del destino. Ahora sabe que sigue teniendo golf para competir en la élite. Por su parte Hatton, que suma su segundo triunfo este año tras el que se adjudicó en el LIV de Nashville, no tenía nada que probar. Con permiso de McIlroy, el rey de los links en esta década, en la que acumula tres triunfos en campos costeros, los tres en esta misma cita, solo igualados por el norirlandés, que en ese mismo lapso ha ganado un Open de Escocia, otro de Irlanda y el British.
¿El principio del fin del cisma?
La clasificación por equipos la ganaron el danés Thorbjorn Olesen y el magnate irlandés Dermot Desmond, que acumularon 48 golpes por debajo del par. No pasaron el corte del sábado ni Jay Monahan, comisionado del PGA que jugó con Billy Horschel, ni Yasir Al-Rumayyan, presidente del Fondo Público de Inversión saudí, lo que les dejó el domingo libre para seguir avanzando en las negociaciones que deben poner fin a tres años de división en el nivel profesional de este deporte. Ambos jugaron en el mismo grupo el jueves, y el viernes Monahan ‘coincidió' con McIlroy, voz autorizada entre los jugadores del PGA, que el sábado hizo los 18 junto a Al-Rumayyan. Las cámaras mostraron a lo largo de las jornadas varios corrillos y gestos de distensión que apuntan a un acercamiento de posturas. Lo que pretendía el magnate sudafricano que organiza el torneo, Johann Rupert, cuando convirtió esta edición del Pro Am en una cumbre sobre el futuro del golf.
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