Tua Tagovailoa, el quarterback que conmocionó a la NFL

Sobre el pasto verde del Bernabéu este domingo, el jugador más popular será Tua Tagovailoa, el quarterback de los Miami Dolphins que tendrá el reto de liderar a los suyos a una victoria sobre los Washington Commanders (15:30, DAZN y Cuatro). El hawaiano de 27 años ha recorrido un camino repleto de altos y bajos desde que fuese elegido por los de Florida en el quinto puesto del Draft de 2020, y, aunque ha sido capaz de mostrar un juego más que notable por momentos, nunca ha conseguido asentarse en el nivel élite en su puesto. A Madrid llega en medio de una temporada movida, siendo el QB al que más veces han interceptado en toda la liga (13) y habiendo tenido que sortear momentos complicados, como un sonoro patinazo en rueda de prensa contra sus compañeros. Pese a todo, es la cara de los Dolphins, franquicia con la que el año pasado acordó firmar un contrato de 212,4 millones de dólares a lo largo de cuatro cursos.

Aquel megacontrato, sin embargo, fue el preludio a un capítulo oscuro en la carrera de Tua, cuya idea de dejar el fútbol americano para siempre pasó por su mente. El motivo fue una conmoción cerebral en la segunda semana de temporada, la tercera que sufría en apenas 24 meses y la cuarta desde 2019, porque en la universidad de Alabama padeció otra. En 2022 el tema ya ocupó infinidad de titulares, y es que una serie de negligencias hicieron posible que el de los Dolphins sufriese dos conmociones cerebrales en cosa de una semana, la segunda de ellas obligando al hawaiano a abandonar el estadio en ambulancia después de dejar unas imágenes estremecedoras. Aquello llevó a la NFL a adoptar un cambio en sus protocolos, como explica en exclusiva a AS el doctor Javier Cardenas, especialista en conmociones cerebrales y miembro del Comité de Cabeza, Cuello y Columna Vertebral de la NFL.

“El caso de Tua literalmente cambió el protocolo y el uso de la palabra ataxia, en lugar de inestabilidad motora gruesa. Todos lo seguimos de cerca, y aprendemos de las experiencias no solo en la NFL, sino de otros deportes como el fútbol o el rugby”, cuenta Cardenas a este medio. ¿A qué se refiere el doctor con todo ello? En aquel 2022, tras su primera conmoción cerebral, Tagovailoa recibió de forma sorprendente luz verde para regresar al partido y volver a jugar cuatro días después, cuando volvió a sufrir una concussion. La NFL y la NFLPA (asociación de jugadores) abrieron de inmediato una investigación para aclarar por qué eso había sido posible, y aquello derivó en el mencionado cambio de protocolo. En esa nueva regulación se incorporó el término de “ataxia” mencionado por Cardenas, que es una anomalía en el equilibrio o estabilidad, coordinación motora o habla disfuncional causada por un problema neurológico. Hasta este cambio, un jugador con “inestabilidad motora gruesa” (dificultad para levantarse o caminar, por ejemplo) podía volver al campo si los médicos consideraban que se trataba de motivos ortopédicos. Con el nuevo protocolo, todo futbolista que muestre esta inestabilidad (como le sucedió a Tagovailoa), es sacado del partido de forma definitiva, pues se asume que sufre una lesión neurológica.

“La postura actual es que tenemos un protocolo muy estricto para la evaluación de los atletas que puedan haber sufrido una conmoción. En los últimos años, hemos visto un descenso en el número de conmociones, una mejora en el equipamiento de los jugadores, una mejor identificación de los síntomas y también mejores planes de cuidado y retorno a la actividad”, explica Cardenas. Aquel ‘caso Tua’ puso en entredicho la seguridad de los jugadores con un tema que hasta hace no mucho tiempo era incluso tabú. Hasta 2016, la NFL no admitió los graves daños cerebrales que puede causar la continua práctica de este deporte, en el que sus protagonistas reciben constantes golpes en la cabeza. Diversos estudios demostraron esta relación, y la CTE (encefalopatía traumática crónica) dejó de ser tabú. Esta enfermedad cerebral degenerativa, la cual puede aparecer tras repetidos golpes en la cabeza y provoca graves trastornos cognitivos y en el comportamiento, es frecuente entre exjugadores de fútbol americano, y explica el alto número de muertes prematuras y tristes desenlaces que sufren sus protagonistas. El doctor Bennet Omalu, conocido por descubrir la CTE y su relación con la NFL (su historia inspiró la película ‘La verdad duele’), se pronunció estos días sobre lo vivido con Tagovailoa, y fue muy contundente al respecto.“Si quieres tu vida, si amas a tu familia, amas a tus hijos, es hora de alejarte del fútbol valientemente. Deja de jugar. Detente. Cuelga el casco y aléjate. Veinte mil millones de dólares no valen más que tu cerebro”, sugirió por aquel entonces el médico.

Tagovailoa hizo caso omiso y siguió jugando, aunque desde aquel episodio se tuvo mucho más cuidado con él. De hecho, esa misma temporada recibió otro golpe importante en la cabeza que le privó de jugar en playoffs. Pareció que se había olvidado del tema cuando lideró la liga en yardas de pase en 2023 y, jugando todos los partidos, llevó a Miami a su mejor temporada desde 2008. Pero los problemas regresaron al siguiente curso, con la ya mencionada conmoción cerebral en la segunda semana. El quarterback chocó su cabeza contra un rival, y lo siguiente fue verle tendido en el suelo, desorientado y con las manos en una posición antinatural. Estuvo cuatro jornadas sin vestirse de corto, y de nuevo el debate estuvo servido. “Voy a ser honesto: yo me retiraría. No vale la pena. No merece la pena seguir jugando. No he visto nada como lo que le ha pasado a él tres veces. Es aterrador. Se pudo ver enseguida la cara de los jugadores en el campo, la sensación de urgencia de todo el mundo para ayudar a Tua. Creo que, en este punto, él no va a jugar al fútbol americano toda su vida. Que vaya a cuidar de su familia”, opinó Antonio Pierce, exjugador y actual entrenador de Las Vegas Raiders, sobre el caso del hawaiano. “Ya está. La NFL tiene que hacer lo correcto. Tua ha tenido demasiadas conmociones y necesita retirarse para cuidar su salud”, aseguró el exreceptor Dez Bryant, que junto con la de Pierce son únicamente dos de las muchas opiniones en Estados Unidos que se inclinan hacia la retirada del quarterback.

Como en 2022, el hawaiano meditó decir basta, pero siguió adelante. Desde entonces no ha sufrido más percances similares, aunque sobre él siembra la duda de cómo le afectarán a largo plazo tres lesiones tan importantes en tan poco tiempo. De momento, él se beneficia de unos avances médicos que no cesan, y que han logrado que la de 2024, la última temporada con registros completos, fuese la que menos conmociones cerebrales vivió desde que hay datos: 182, un 17% menos que en el curso previo. “En los últimos años ha habido avances en la tecnología de vídeo para observar las jugadas. También ha habido avances en la investigación y en los datos, entendiendo qué preguntas son más sensibles y menos sensibles para detectar una conmoción. Además, ahora contamos con más personal dedicado a este trabajo”, cuenta Cardenas sobre un método de detección muy riguroso. Cuando se sospecha que hay concussion, un médico del equipo y un asesor en neurotraumatología no afiliado a la liga evalúan de inmediato al jugador bajo una tienda de campaña. Allí, se le somete a una revisión del incidente y a un examen neurológico que incluye controles de la columna cervical y evaluaciones del habla, movimientos oculares y marcha. Si hay el más mínimo signo preocupante, ahora con el término ataxia incluido, no vuelve a jugar ese día y cada vez es más habitual que no lo haga la semana próxima.

“Tua tiene más seguridad hoy en día. Y lo más importante es que, cuando hablamos con familias sobre permitir que sus hijos practiquen estos deportes, queremos asegurarnos de que estamos proporcionando un entorno más seguro. Todo lo que hacemos a nivel NFL debe trasladarse a los deportistas más jóvenes. Así que sí, es más seguro; pero si una familia considera que aún no lo es lo suficiente, está bien. No vamos a obligarles ni a presionarles para que jueguen”, resume Cardenas sobre la situación que vivió el quarterback de los Dolphins. Y lo mejor en cuanto a avances está por venir, asegura el doctor. “El futuro, en términos de conmociones, será utilizar todos estos datos e información para identificar cuándo ha ocurrido una. Aunque contamos con nueva tecnología para pruebas sanguíneas (la NFL todavía trabaja en ello), creo que seguiremos retirando a los atletas del campo como hacemos ahora y, quizá, diagnosticándolos dentro de un día para determinar si deben entrar en el protocolo de conmoción“, cierra Javier. Un Tua Tagovailoa más seguro aterriza en el Bernabéu.

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