“Si volviese a Irán me arrestarían”

Nació con un don. Fue una niña prodigio del ajedrez y eso le cambió la vida. Sara Khadem, nombre abreviado de Sarasadat Khademalsharieh, es una de las mejores jugadoras del mundo. Iraní, de 26 años, Maestra Internacional y Gran Maestra Femenina, esposa y madre de un niño, decidió desafiar al gobierno islámico de su país y jugar los Mundiales de rápidas el año pasado sin el tradicional hijab, el velo impuesto a las mujeres en su nación. Jaque mate a los integristas en el tablero de la lucha por la dignidad. Conocía las consecuencias, así que buscó una salida. Antes de regresar a Teherán y ser detenida, optó por un giro radical. Huyó a España para comenzar una nueva vida. Ahora, con la libertad como bandera, disputa desde el martes (está exenta de primera ronda) los Mundiales de Bakú (Azerbaiyán), que empezaron ayer, como española y con la cara descubierta.

La mayoría de gente en España no la conoce ¿Quién es Sara Khadem?

Soy una joven iraní que nací en Teherán. Mi papá es ingeniero en computación y mi mamá ama de casa. Soy su única hija. Cuando tenía ocho años comencé en el ajedrez y me encantó. Pronto supe que quería convertirlo en mi profesión. Con diez años obtuve mi primera medalla asiática. Y a los doce, la primera mundial.

Cuéntenos algo sobre su infancia en Teherán.

Tuve una infancia muy buena. Afortunadamente, mis padres eran muy abiertos de mente. Eso me dio toda la libertad que necesitaba cuando era niña y siempre tuve el apoyo de ellos.

¿Y fuera de casa?

Cambia un poco la percepción del mundo el momento cuando entras a la escuela, porque nada más llegar te separan por género. También es el primer momento en el que normalmente las niñas llevan el pañuelo en la cabeza, ya que es el uniforme obligatorio. Si te crían en una familia religiosa, también tienes todas estas restricciones en casa, pero para mí fue solo en la escuela.

¿Siempre tuvo una mentalidad abierta a pesar del régimen imperante en su país?

Sí. Pronto comencé a viajar fuera de Irán para los torneos. Eso me dio otra imagen del mundo y también me hizo darme cuenta de las diferencias que existían. Entrenaba con niños y, a diferencia de la escuela, estábamos todos juntos.

¿El ajedrez, entonces, cambió su vida?

Sin duda.Viajamos y crecimos juntos. De niña trajo muchas cosas a mi vida que no podría haber logrado con otro camino. Afortunadamente, no era un deporte con limitaciones para las mujeres por las reglas del país y el hijab. Eso no afectó a mi rendimiento. En todos los demás deportes tiene un gran efecto para las mujeres y todas luchan mucho para superar esta limitación.

¿Practicó otros deportes?

De niña probé diferentes, el baloncesto o el tenis, pero dejé todo cuando comencé con el ajedrez. Mi otro hobby era memorizar poemas de poetas iraníes famosos como Hafez.

¿Por qué decidió jugar los Mundiales sin hijab?

Me preocupaba que en mi país pensaran que si jugaba con pañuelo apoyaba lo que hace el gobierno e iba en contra de la opinión de la mayoría. Lo tenía claro, pero mi decisión afectaba a mi marido, así que lo comentamos antes. Me apoyó en todo momento.

El asesinato de Mahsa Amini, tras ser arrestada por la llamada ‘policía de la moral’ del país por no llevar el pañuelo correctamente colocado, ¿cómo lo vivió?

En casa, porque mi hijo acababa de nacer. Lo vimos por televisión y nos quedamos conmocionados, como casi todos.

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¿Cómo planeó su marcha del país?

Por la edad de mi hijo Sam siempre trato de ir a los torneos con él y mi esposo me acompaña. Ya tenía visado Schengen por mi profesión. Mi esposo y mi hijo también tienen la nacionalidad canadiense. Así que, ingresar al Área Schengen (el espacio sin controles fronterizos de la Unión Europea) no fue un problema.

¿Cómo fue el momento de la huida?

Fue un poco difícil manejar todo, y tuvimos que dejar muchas cosas atrás porque no estábamos listos del todo para irnos, pero era el momento.

¿Por qué escogió España?

Habíamos viajado a muchos países por interés y también por trabajo. España siempre ha sido un país que sentíamos como una segunda casa. Conocía el sur por el torneo anual de maestros de Gibraltar y las experiencias de viajes que viví.

¿Qué es lo que más le gusta?

Casi todo. Creo que hay muchas cosas buenas. La gente, la libertad, el clima, la gastronomía y muchas otras facetas que cualquiera desea. Desde que llegamos aquí, la gente fue tan amable que nunca sentí que no pertenecía a este lugar.

¿Qué pasaría si volviese ahora a su país?

Como muchos otros iraníes que sufren arrestos, creo que no seré una excepción si regreso. Me arrestarían al llegar.

¿A qué nivel está como jugadora de ajedrez?

Estoy entre las 20 mejores del mundo desde hace algunos años. Ahora, en Baku, en los Mundiales, tengo una nueva oportunidad de demostrar cuál es realmente mi nivel.