Scheffler es ‘pata negra’: gana The Players y vuelve al uno

Phoenix Open (dos veces), Arnold Palmer Invitational, Mundial Match Play, Masters de Augusta y desde este domingo The Players. Cuando Scottie Scheffler sale de cacería no va a por perdices, va a por rinocerontes. No conoce la paletilla; solo hay ‘pata negra’ en un palmarés que ha nutrido con ahínco en tres temporadas completas (la cuarta en curso) en el PGA Tour: un major, el último de los extintos WGC, que echará el cierre también este año, y tres de los eventos regulares más importantes del circuito. Especialmente distinguido, claro, el que se agenció en el TPC Sawgrass de Ponte Vedra Beach (Florida, EE UU), el ‘quinto major’, que abrochó con un -3 para -17. Adjunto, un cheque de 4,5 millones de dólares (4,26 de euros), el mayor premio individual de la historia de este deporte.

Scheffler fue al 2022 lo que Rahm a este 2023. Una supernova. Entonces alzó cuatro de los trofeos que ahora luce su hoja de servicios, tres de ellos en una racha majestuosa entre marzo y abril. Fue top-10 otras siete veces y se encaramó a la primera plaza del ranking mundial durante 13 semanas. La cima volverá a ser suya este lunes, cuando se actualice la lista y rebase a Rahm, que se retiró el viernes aquejado de un problema gástrico. Le habría valido con un quinto puesto.

Si el sábado Sawgrass fue Disneylandia, 181 golpes bajo par entre todos los participantes en la tercera vuelta, este domingo retornó a la normalidad. Lo de Scheffler fue un ejercicio de consistencia. Por momentos evocó al famoso meme del perro de Gunshow que permanece impasible mientras todo arde a su alrededor. Min Woo Lee, Cam Davis, Aaron Rai, Tommy Fleetwood, Chad Ramey, Christiaan Bezuidenhout... El tren perseguidor fue descarrilando en los primeros seis hoyos del diseño de Pete Dye, una escabechina, mientras la locomotora seguía su curso.

En ese lapso, el tejano de 26 años solo se permitió un error, en el par 3 del tercero, y aprovechó un tramo mucho más amable, el del 7 al 12, para apuntalar la ventaja con cinco birdies consecutivos, desde fuera del green en el 8. Ni los que venían fuertes por detrás, especialmente Hatton (-7 para -12 y récord del campo, 29 golpes, en los nueve segundos hoyos) se pudieron permitir soñar ante semejante despliegue de un golfista hecho de otra pasta. De la buena. Para cuando llegó el segundo borrón de su tarjeta, un cinco en el 14 tras fallar la calle, estaba todo el pescado vendido.

Su resultado es el segundo mejor de un ganador de The Players en este siglo tras el -18 de Webb Simpson en 2018, y el mayor margen de victoria, cinco impactos, desde 2006, cuando el canadiense Stephen Ames se impuso por seis. En ese ‘Big Three’ que han conformado últimamente él, Rahm y McIlroy, el turnismo borbónico llevado al ranking mundial, ahora le toca a Scheffler volver a gobernar.