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NATACIÓN | BUDAPEST 2022

Santos rompe barreras: plata a los 42 años

El brasileño anunció que se retirará a final de año después de subir al podio en los 50 mariposa, prueba en la que Dressel ganó su segundo oro.

Actualizado a
Santos y Dressel.
ATTILA KISBENEDEKAFP

El mismo comité de científicos que estudió durante seis meses cómo encajar a las transgénero en la natación podría encargarse de estudiar a Nicholas Santos y su genética única y particular que sigue escribiendo páginas brillantes en la historia de la natación. El brasileño de 42 años se convirtió en el medallista mundial de más edad de nuevo al colgarse la plata con una carrera majestuosa en los 50 mariposa. Solo le ganó un oponente. Caeleb Dressel. Eran palabras mayores para Santos, que apretó el puño cuando se desprendió de sus gafas y vio el videomarcador.

En un 50 mariposa no hay respiro, los nadadores prácticamente no sacan la cabeza del agua. Metros y metros de brazadas a toda velocidad, levantan agua como coches circulando por charcos. Decidido salió Santos, por la calle 8. El brasileño se centró en él mismo, como una tanque de guerra fue avanzando hasta que tocó pared. Por la calle 5, Dressel ganó sin demasiados apuros. Domina la prueba como un adulto ante niños (22.57), le siguió el veterano brasileño con 22.78 y el bronce fue para el estadounidense también Michael Andrew con 22.79.

El nadador brasileño confesó después que esta era su última participación en un campeonato de piscina larga porque se retirará después de que finalice el año. Solo le quedarán las competiciones domésticas y el Mundial de piscina corta que se celebrará en Melbourne a finales de año. Su historia es curiosa porque hasta los 35 años no ganó su primera medalla mundial, en Kazán 2015. Ya fue noticia por su edad, pero después logró otras tres medallas en los siguientes campeonatos. Para Dressel, en cambio, este es su segundo oro después del relevo 4x100 libre. El estadounidense está a tres de entrar en el club de los 20 con Michael Phelps y Ryan Lochte.

La última de las finales también tuvo color estadounidense, líderes incuestionables. Alex Walsh dominó de principio a fin a un segundo del récord mundial de los 200 estilos con 2:07.13. La plata fue para la australiana, que había renunciado por la mañana a los 100 espalda, Kalyee McKewon, con 2:08.57, mientras que el bronce y el récord del mundo júnior se lo colgó la también norteamericana Lea Hayes, de 16 años, con 2:08.91. También el rumano David Popovici logró el récord mundial júnior en los 200 libre, en las semifinales, con 1:44.40.