Rahm y Sergio afinan para el Masters de Augusta
Buen arranque de los dos ‘chaquetas verdes’ españoles en Doral. El vasco, que defenderá título en el Masters, tiró un -3 y Sergio, campeón en 2017, es colíder en -5.
El Masters asoma a la vuelta de la esquina y la realeza del golf se pone guapa para la ocasión. Buen ejemplo de ello son dos ‘chaquetas verdes’ como Jon Rahm y Sergio García. El primero defenderá título la próxima semana en Augusta y el segundo conquistó allí en 2017 el que es el único major de unas vitrinas que por talento puro deberían contener alguno más. En lo que llega la primera semana grande de la temporada, ambos enseñaron credenciales este viernes en la primera jornada del LIV Miami, la quinta parada de la superliga saudí este curso, primera en suelo estadounidense. El vizcaíno, con un -3 en cierto modo agridulce para la octava plaza y el segundo, con una la única tarjeta libre de bogeys del día, un -5 impoluto que le dejó colíder junto a Talor Gooch, campeón de la clasificación general el año pasado, y Peter Uihlein.
Agridulce lo de Rahmbo porque sus ocho primeros hoyos habían abierto la espita hacia mejores números. Estuvo enchufadísimo en la aproximación al green, especialmente con los wedges, habituales para un pegador como él en un campo, el Blue Monster del resort de Donald Trump en Doral (Florida, EE UU), no excesivamente largo salvo por sus descomunales pares 5, de 528 metros el más corto y de más de 600 el más largo. De ahí, y de sus multiples obstáculos líquidos, el nombre. En un término medio (540) está el hoyo 10, el que mordió a Jon tras firmar birdies en el 3 y el 5 (salió por el 2) y un eagle de museo en el 8 con el golpe del día, un chip desde la hierba alta que rodea al green que cayó directo en el hoyo, como si de una canasta de baloncesto se tratara. A partir del sopapo del décimo la cosa se enfrió: otros dos birdies, un bogey y algún putt jugoso de birdie que se perdió por el camino.
Pero, al fin y al cabo, a dos golpes del trío de cabeza, al que se incorporó a última hora Sergio con su birdie al 3 (salió por el 4). El de Borriol tardó más en arrancar que Jon, pero metió la quinta aprovechando el 8 y el 10 y ya no redujo. Volvería a restar en el 17 y el 18 antes de regalarse ese birdie sobre la bocina que le deja en una posición inmejorable para intentar estrenar este fin de semana su palmarés en la superliga tras el ‘gatillazo’ de ese playoff perdido ante Niemann en Mayakoba.
Precisamente el chileno, el golfista más caliente de lo que va de temporada, campeón en Yeda además de en la citada parada mexicana, se enfría justo cuando las quinielas le sitúan entre los favoritos para el Masters, al que fue invitado con buen criterio pese a que la caída en el ranking que ha sufrido como consecuencia de su cambio de ‘casa’ le habría impedido de otra forma participar. Este viernes se quedó en un -1, tres birdies y dos bogeys, 20º en la tabla.
Por detrás, los otros dos españoles que acompañan a Sergio García en los Fireballs (sextos con -3 por equipos, mientras que la Legion XIII de Rahm es segunda con -8): Eugenio Chacarra, 31º con +1 (dos birdies, tres bogeys), y David Puig, 42º con +3 (dos bogeys, un doble bogey y un birdie), que no consigue trasladar al LIV el músculo que exhibe cuando juega el circuito asiático. Ninguno de ellos, por mucho que traten de escalar posiciones a través de las International Series, estará en el Masters. Les sobra golf para jugarlo y les falta un paraguas digerible para el establishment, a falta de que se escriba la letra pequeña del acuerdo que debería poner paz en este deporte, que ya está tardando.
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