Rahm y Puig se desquitan de un US Open ingrato
El vasco y el catalán se despiden de Los Ángeles con sendos vueltones de -5 y -3. Sergio García, algo más discreto, cierra al par.
Fue un día de desquite, de liberar la rabia contenida en forma de buen golf, este domingo para Jon Rahm y David Puig, punta de lanza de la Armada española ayer en la última jornada del US Open en Los Ángeles (EE UU). Ambos le dijeron adiós al Los Angeles Country Club con sendos vueltones tras días de penurias.
El primero en salir, uno de los más madrugadores, fue Puig, que se anotó su mejor tarjeta del torneo, 67 golpes, -3 para +4 en total y una dignísima 42ª plaza provisional en el que ha sido su primer grande. Tras unos primeros nueve hoyos más discretos, tres birdies y dos bogeys, el catalán de 21 años se salió en el tramo complicado, el segundo, en el que firmaría otros cuatro birdies por dos bogeys.
Un cañón fue el resultado de Rahm, -5 para -3, cerca del top-10. Rahmbo tuvo todo lo que le faltó en rondas previas salvo la precisión desde el tee. Cazó 15 greenes y le ganó dos golpes y medio al resto del field con el putter. Seis birdies, incluido uno en el 11, un par 3 brutal, casi 300 metros, jalonaron su tarjeta, con un único tropiezo en el quinto.
No estuvo mal Sergio García, que se quedó en par para +2, con tres birdies por otros tantos bogeys. Habría acabado bajo par de no enredarse en el 18, al que llegaba con dos birdies seguidos. En cualquier, su 95º major ha confirmado que el de Borriol aún está para dar guerra en esta etapa de su carrera.
La historia de los primeros partidos del día fue la de Tommy Fleetwood, que tiró el tercer 62 de la edición, empatando los de Fowler y Schauffele el jueves, mejor resultado en una sola ronda de la historia del US Open. En una vuelta que por momentos pintó a 71, con cuatro birdies y dos eagles, el inglés, que estará en el top-10 final, dio otra buena noticia al equipo europeo para la Ryder del próximo septiembre.