Rahm persigue a Hidalgo... pero Hidalgo corre más
Jon se mantiene en la pugna con un -2 sin estar “al 100%”, pero no le da para recortar la distancia con el marbellí, desatado.
“Vértigo es esto, tener tantos móviles cerca”, suelta Ángel Hidalgo tras entregar la tarjeta que le mantiene como líder del Open de España tras dos vueltas. El marbellí, el desparpajo hecho golfista, navega la cresta de la ola con una naturalidad tremendamente convincente para un tipo de 26 años, que todavía no conoce la victoria en el circuito europeo. Se le adivinan las ganas de hacer algo grande en esa sonrisa socarrona que pone cada vez que le preguntan por el domingo, pero consigue quitarle hierro al asunto en cada respuesta aparentemente sin esfuerzo. “Ayer me fui contento a casa, cené con un amigo y lo pasamos del carajo viendo los vídeos de mis golpes. Se hace un poco extraño salir líder, pero bien”, resume sus sensaciones tras acostarse en cabeza el jueves merced a un -6 inverosímil en un día de vientos fuertes y racheados, a las que dio continuidad este viernes con un sólido -4 (66 golpes), solo un bogey en su tarjeta, para -10 en total.
La parte alta de la tabla encierra una paradoja en este 96º Open de España, y la protagonizan él y Jon Rahm. Dos golfistas de la misma generación, que han jugado Campeonatos de España juntos. De hecho Hidalgo rememoraba aquella edición en la que Rahm ganó y el quedó último, “pero último último” en sus palabras siempre desenfadadas. Después han seguido caminos diametralmente opuestos. Estrella mundial de eclosión rápida Rahmbo, que a los 29 atesora ya 21 victorias internacionales en tres circuitos, incluidos un Masters y un US Open; jornalero con las vitrinas semivacías Hidalgo, cuyo palmarés se resume en una línea, el German Challenge de la segunda división europea en 2021. Y ahí están, separados por cinco golpes llegado el fin de semana, que casi se ha convertido ya en una lucha de clases: en la esquina de Hidalgo, Karl Marx; en la de Rahm, Adam Smith.
“El favorito sigue detrás y yo voy a intentar jugar lo mejor posible”, lanza Hidalgo, que este viernes pasará la tarde “dando una vuelta por Madrid” y planea “comprar algo en el Bernabéu”. La idea es “no comerse mucho la cabeza”. Y quizá sea lo más sensato en un deporte a veces tan aleatorio como este y con un Miura detrás. “Compitiendo contra él, ninguno. Que se busque la vida”, contesta Rahm entre risas cuando le preguntan si tiene algún consejo para Ángel. Reciclando una metáfora de su propio rival (“Iba como un caballo. Ni veía. Solo pegaba a la bola”, glosó sus primeros 18 hoyos), persigue a un potro desbocado. Pero pocos conocen mejor este hipódromo que Jon, que corrió más que nadie aquí en 2019 y 2022. Por eso le da para mantenerse a rueda incluso en una jornada en la que no está “al 100%”, en la que los hierros se quedan “cortos” y el putter se encasquilla en varios putts de metro que le cuestan sendos bogeys en el 2, el 12 y el 18.
Consigue sujetar la tarjeta exprimiendo los pares 5, dos birdies y un eagle en el del 4, y con un par de dardos de los suyos en el 10 y el 15. Salió un -2 para -5 (69 golpes). Habría valido el jueves, no este viernes en el que el Club de Campo pasó del otoño a la primavera, el cielo despejado y el abrigo una prenda de más. Una mañana óptima. “En el tee del 16 hoy no firmo este resultado ni pa’ Dios. Hasta ese punto lo estaba haciendo bien quitando algún hoyo”, apostilla el vizcaíno, que se pide a sí mismo “seguir dándole bien desde el tee” y afinar más “con los hierros cortos”.
Rahm, "encantado" con un posible torneo del LIV en Madrid
"Aunque supiese no diría nada, pero no tengo ni idea. Sé algunos planes de futuro de otros torneos, pero de algo en Madrid nada, me encantaría", dijo ayer Rahm preguntado por la posibilidad que ha emergido estos días de que el LIV desembarque en Madrid. El CEO de la superliga saudí, el australiano Greg Norman, ha estado de visita en la capital, presuntamente negociando la posibilidad de convertirla en sede de uno de sus eventos. Sería la segunda plaza en este país, pues los dos últimos años Valderrama, sede habitual del circuito europeo anteriormente, ha acogido una cita. El contrato de la joya andaluza es por cinco años y con la posibilidad de que no sean consecutivos, así que una opción sería rotar entre Sotogrande y Madrid.
Justo lo que hace Hidalgo, que además está soberbio en los greenes. Sin sacar rédito del 4 ni del 7, dos de los segmentos largos, se las apaña para embocar cinco birdies. No sale del trance ni cuando le dan un aviso por juego lento, al demorarse de más para ejecutar un golpe por culpa de un mosquito posado sobre su bola. “Se me ha venido una palabra y no puedo decirla. Orgullo por cómo he salido”, lo sintetiza él, que no quiere ni oír hablar del domingo. “Veo a Jon y quizás a Patrick Reed como favoritos”, apunta en dirección al texano, una de las estrellas internacionales que se han dejado caer por el Club de Campo, discreto el primer día, al par, y entonado este viernes con un -5, siete birdies, que invita a contar con él el fin de semana. Muy bien se le tendrá que dar para desbancar a uno de los mejores jugadores del mundo y a otro tocado por una varita, pero como dice el propio Hidalgo, “nunca sabes cuándo te puede salir la semana buena”.
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