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AJEDREZ

“La gente en Irán lucha por sus derechos más básicos”

Sara Khademalsharieh, ajedrecista iraní que no se puso velo en el Mundial de partidas rápidas, atiende a ‘El Larguero’ de la Cadena SER: “No tengo miedo”.

Actualizado a
Sara Khademalsharieh.

La muerte bajo custodia policial de una joven kurda llamada Mahsa Amini, detenida por llevar mal puesto el velo, inició en septiembre una serie de protestas antigubernamentales en Irán en contra de las normas religiosas islámicas. Varias deportistas del país asiático mostraron también su apoyo y se han presentado sin el velo islámico en competiciones en otros países como fue el caso de la escaladora Elnaz Rekabí.

Otra importante deportista de Irán, la ajedrecista iraní Sara Khademalsharieh, no se puso velo en el Mundial de partidas rápidas de Kazajistán, tras el cual ha decidido desertar e y instalarse en España junto a su marido, el director de cine Ardeshir Ahmadi, y el hijo pequeño de ambos. Esta noche, Khademalsharieh ha atendido a ‘El Larguero’ de la Cadena SER.

“Nunca me había gustado llevar el hiyab. Llevarlo en el Mundial en Almaty me parecía irrespetuoso con las personas que estaban luchando en Irán”, indica Khademalsharieh antes de explicar: “Ya había tenido problemas en Irán por otras cosas que hice y fui sancionada seis meses. Pensé que si volvía tendría unas consecuencias similares, responder preguntas, pero no pensé que sería algo tan grande. Cuando estaba en Almaty ya me di cuenta que no podía volver porque había una orden para causarme problemas. Ahora no tengo miedo, lo que me preocupa en estos momentos es mi familia que tengo Irán. Creo que ahora allí está todo bien”.

La ajedrecista reivindica la pelea y ve el futuro con optimismo para su país: “La gente está luchando por sus derechos más básicos y algún día el gobierno tendrá que cambiar al menos las normas por las que la gente está molesta. Veo con optimismo el futuro de Irán”. Y finaliza dando las gracias: “He recibido muchos mensajes de apoyo. En Irán la gente me conoce y no creo que les inspire por lo que hice en Almaty, sino por lo que hago por mí misma. No me quiero comparar con una leyenda como Kasparov”.