Hovik: “Sandor será campeón”
El exboxeador Hovik Keuchkerian sigue triunfando como actor. Su último proyecto es la serie ‘The Head’. “Que Sandor haya peleado en el Madison Square Garden es de ser un puto crack”.
En una de las tramas de su poliédrica vida, Hovik Keuchkerian fue boxeador. Y de los buenos, campeón de España de los pesos pesados. Aquello talló su cara, golpe a golpe, pero no le enjauló. Quería otras cosas, y fuera del cuadrilátero se ha ido forjando como monologuista, poeta y actor. También de los buenos, con un Premio Forqué por su papel en Antidisturbios y el éxito popular encarnando al Bogotá de La Casa de Papel. Ahora prosigue su contundente presencia en la pequeña pantalla al embarcarse en la segunda temporada de la serie The Head, un proyecto de The Mediapro Studio disponible en el catálogo de HBO Max.
Keuchkerian (50 años) nació en Beirut de padre armenio y madre navarra y observa el mundo desde Alpedrete (Madrid), donde vive, paradojas, sin un aparato de televisión. “Hace años que no veo el telediario, lo que veo es con mi IPad... y la pandemia me dejó muy saturado de lo audivisual”, asegura. En The Head se mete en la piel de un marinero en una trama en la que el aislamiento, como en el confinamiento pandémico, es un personaje más.
El boxeo salió de Hovik pero no hay ni remordimientos ni reproches. “No habría sido la misma persona si no hubiera sido boxeador, ni el mismo actor, fueron diez años de carrera y es un deporte que amo”, explica. “Tenía que pasar por ser boxeador para llegar a esta profesión de actor que va mucho más conmigo, me encaja más”. Un tránsito que fue de lo más natural. “Como boxeador nunca llegué a estar como sí están los grandes, alerta pero tranquilo, siempre me sentía fuera de lugar. En un escenario, rodando, sí estoy en mi salsa. Hay que leer el alma, conocerse. Si la primera vez que pisé un escenario estaba como quien se toma una sopa y en el ring iba con las pulsaciones a 180, es que igual mi sitio no era el cuadrilátero... Aún así, un ring no deja de ser un escenario en el que te expones, el boxeo y la actuación se parecen más de lo que parece”.
“Anula a los rivales”. Pese a enfocar sus días a otros intereses, Hovik sigue de reojo el devenir del noble arte de las dieciséis cuerdas. Y su mirada de viejo púgil la fija en Sandor Martín. “No he podido ver aún su pelea con Teófimo López porque he estado con mucho curro (la entrevista se grabó la semana posterior al combate) pero la veré, seguro”. Conocedor del polémico resultado de la velada (Sandor Martin perdió por una puntuación de un juez digna “de ir a prisión”, como dijo el propio púgil barcelonés en AS), el excampeón agradece “no tener redes sociales, porque si veo esa pelea en directo seguro que escribo algo que me mete en un jardín...”.
Hovik, que conoció fugazmente a Sandor en su gimnasio en Barcelona, se enamoró de su estilo en la magistral pelea contra Mikey García en la que el boxeador catalán venció al excampeón mundial del peso welter (octubre de 2021). “Qué bien boxea, con qué inteligencia... Me flipa de Sandor que parece que no está haciendo nada... y anula a su rival. Me tiene loco este niño, es una delicia verlo”, le analiza Hovik, antes de emitir un vaticinio tajante: “Estoy seguro de que, antes o después, va a ser campeón mundial”.
“Que haya peleado en el Madison Square Garden es de ser un puto crack”, insiste, “es un triunfo en sí, pero le han robado su noche de gloria. Bastante duro es el boxeo como para que te hagan eso. ¿Y si ahora Sandor no levanta cabeza? Estas son las cosas que le echan atrás a mucha gente que se acerca al boxeo. Aprovecho para pedirle a Sandor que no se venga abajo y trasladarle todo mi respeto y admiración”.