España se queda a medias: Estados Unidos sigue imparable
La Selección femenina se puso 5-6 por delante en el segundo cuarto pero las americanas, con un parcial de 8-2, acabaron con una victoria cómoda y dejaron en los cuartos de final del Mundial a las Guerreras.
La Selección femenina de waterpolo pasó por muchos estados en un partido jugado a una hora impropia de un Mundial, las 16:00 en la piscina de Isla Margarita de Budapest, con apenas espectadores en las gradas. Un horario más acorde con una fase de consolación que con el mejor encuentro del torneo, la considerada final anticipada. Las de Miki Oca se vieron por delante (5-6) y creyeron en la sorpresa, pero finalmente a falta de seis minutos el resultado ya era de 13-8 para Estados Unidos. Las americanas no pierden desde aquellos cuartos de final en Barcelona ante España en 2013 en un cruce de una gran competición. Como en el Mundial de Kazán de 2015, las españolas quedan eliminadas en los cuartos de final y no podrán reditar los dos últimos subcampeonatos.
En los dos primeros minutos de juego, Estados Unidos se asemejó a la apisonadora de los últimos ocho años, sin rivales. Convirtió sus dos ataques con un despliegue físico que parecía natural, genético, aviones contra mariposas. España llegaba asfixiada para construir sus ataques y encontró el 2-1 en un lanzamiento de Forca, pero de nuevo las americanas convirtieron su tercer tiro. Miki Oca decidió cambiar a la portera. Laura Ester, la titular desde hace 12 años, dejaba paso a Martina Terré, de 22 años y del CN Sant Andreu. Las guerreras apretaron una marcha más en defensa y se pusieron por delante con un parcial de 0-3.
Maica García palmeó a gol un balón metido en la boya, en una de las pocas ocasiones en las que logró zafarse de sus marcadoras, mientras que Elena Ruiz y Bea Ortiz superaron también desde posiciones centrales a la imbatible Johnson, la mejor portera del mundo. De golpe, del 2-0 se pasó al 3-4. Había partido. Terré sostuvo a España en un cuarto en el que una vaselina de Forca ponía de nuevo por delante a España (4-5), aunque las de Krikorian le dieron la vuelta al encuentro aprovechando su ataque izquierda, con Steffens y Musselman (6-5). El tercer encuentro arrancó con gol americano (7-5).
En ese punto radicó el problema de España en el partido. Neutralizadas Leitón y Maica García, muy marcadas y con ayudas constantes, España no pudo meter balones dentro, por lo que no generó superioridades. Imposible atacar así con garantías y con ventajas. Estados Unidos metió el 8-5 en otra superioridad. Siguieron apretando las de Miki Oca a la espera de encontrar una racha mejor. Tras seis minutos sin anotar, Pili Peña rompió la sequía (8-6). Musselman, la mejor del encuentro, sacó el martillo para poner de nuevo una ventaja de tres tantos (9-6). Y Maica ponía el 9-7 en, por fin, una superioridad para España, la quinta, mientras que las campeonas olímpicas acumulaban ya nueve. A la décima anotó Musselman (10-7). El 11-7, en superioridad, decantó el encuentro pese al gol de orgullo de Elena Ruiz (11-8). Estados Unidos había apretado el acelerador.
Siguió atascada la Selección femenina en ataque. Se estrelló una y otra vez contra los brazos de las defensoras americanas. Malas selecciones de tiro o impotencia ante la superioridad americana. La magia se acabó también en la portería. A falta de cuatro minutos, el marcador ya era de 13-8. Estados Unidos dispuso de 13 superioridades por 10 de España. Se había igualado el encuentro, pero el equipo de Oca no encontró los caminos de gol. El partido fue muriendo entre el silencio de las 16:00 en Budapest. Se escuchaba a Miki Oca da órdenes hasta el final y a Estados Unidos chocar sus manos. Otro día más en su oficina.