El ‘sheriff’ cuelga la placa
Fran Fernández se retira del waterpolo después de dos décadas brillantes en las que lo ha ganado todo y ha dejado huella: “Fui feliz, siempre ilusionado y dispuesto a ganar”.
La vida deportiva de Fran Fernández se ha desarrollado en el barrio de la Barceloneta, donde ha fraguado su otra familia, la del cloro, la que la he llevado a ser uno de los waterpolistas más emblemáticos de las dos últimas décadas. Los títulos hablan. Dos platas europeas y una mundial con la Selección, un título de Champions, 18 ligas y 15 Copas del Rey con el Atlètic-Barceloneta. “He estado en un equipo donde fui feliz, siempre ilusionado y dispuesto a ganar”, explica ahora a los 37 años, después de jugar su último partido en Belgrado, con el bronce de la Champions en el saco.
Pero la vida de Fernández empieza en Tres Cantos (Madrid) y, rebobinando aún más la cinta, en Angola, donde sus abuelos se criaron. Él falleció en la guerra de la independencia ante Portugal (1961-1975) y ella emigró al país luso. Un salto a Europa que desembocó en Madrid, donde Fernández nació y empezó a desarrollar su carácter competitivo en el agua en el club local, después en el Centro de Tecnificación de Madrid-86 como antes se habian forjado los Pedro García, Chava Gómez o Jesús Rollán, y por último en el Real Canoe. Entonces ya llegó la oferta del Atlètic-Barceloneta y el inicio de una carrera brillante.
“La primera persona importante en el Barceloneta es Santi Fernández. Él pone las bases del proyecto y acierta en los jugadores”, rememora el madrileño, que señala al actual seleccionador, David Martín, como uno de los primeros ejemplos a seguir junto al capitán Felipe Perrone. Inseparables los tres. “Aunque hemos ganado mucho después, con aquel equipo (2006-2012) tuve la sensación de que nunca podíamos perder”, señala el miembro de un equipo legendario.
Pero más allá de las medallas y de los trofeos, Fernández ha dejado huella por su carácter y disciplina. El ‘sheriff’ del waterpolo. “David Martín fue un ejemplo para mí. Hubo un momento dónde me encargada del código interno, de que no faltara de nada, de la disciplina... Ahí me gané el título”, cuenta. “No he visto a nadie que entrenara tanto como Fernández”, soslaya el propio Perrone. Una manera de ser que ha cuajado y ha ayudado a sus compañeros. “Recuerdo una anécdota con Álvaro Granados (ahora en el Nov Beograd y uno de los mejores del mundo). Era 2017 y acababa de llegar al club. Vi que no cuidaba los detalles en el entrenamiento, no lo daba todo. Hay que dar siempre el máximo. Tuve una charla con él y ahora siempre me recuerda aquello”, subraya.
La personalidad de Fernández siempre sumó en la Selección y en el Barceloneta, jugador indispensable para todos los técnicos. La Champions lograda en 2014 en las Picornell o la plata en el Europa de 2018 en Barcelona (“fue impresionante lo que vivimos”) son las mejores fotografías de una carrera como la de pocos. El futuro le depara el deporte desde la salud. Seguirá ligado al Barceloneta. El sherrif ejercerá ahora sin placa.