El remo se apunta a la fiesta
Sus tres diplomas en los Juegos de Tokio y las dos platas en los recientes Mundiales les sitúan en las quinielas para París 2024. La corriente ‘Deporte sin estrés’, clave en la progresión.
El Consejo Superior de Deportes se ha fijado una meta en París 2024: llegar al techo de las 22 medallas de Barcelona 1992. Y a esa fiesta quiere apuntarse el remo. El pasado fin de semana, en los Mundiales de Racice (Chequia), Javier García y Jaime Canalejo lograron la plata en dos sin; Aleix García y Rodrigo Conde el mismo metal en doble scull y Virgina Díaz fue sexta en skiff. Tres modalidades olímpicas.
“Hay que contar en las quinielas con el remo”, avisa Asunción Loriente, la única mujer que preside una federación olímpica en España. Una organización con dos millones de euros de presupuesto y 5.000 licencias. “A años luz de potencias como Gran Bretaña, por eso tiene más mérito todo”, destaca la asturiana, que cuando asumió el cargo en 2018 decidió mantener una estructura de técnicos nacionales muy jóvenes procedentes de los clubes. En un primer momento, se ‘fichó’ también como asesor al británico Robin Williams, un técnico de prestigio que con el inicio de la COVID dejó ya de colaborar.
“Tokio era el ciclo de las finales y París queremos que sea el de las medallas. Y para eso hay que creérselo”, relata el medallista Javi García (Sevilla, 30 años). El remo sólo computa una medalla olímpica, la lejana plata de 1984 de Climent y Lasurtegui. En Tokio, García y Canalejo fueron sextos; igual que Aina Cid y Virginia Díaz (dos sin que ha pasado a estar formado por Cid y María Fernanda Valencia, décimas en el Mundial con sólo cinco semanas juntas). Y Caetano Horta y Manel Balastegui acabaron séptimos en doble scull ligero.
¿Dónde ha estado el clic? Responde Daniel Rodríguez Verdú, jefe de entrenadores: “Desde noviembre de 2021 comenzamos un programa de alto impacto y aceleración del rendimiento basado en el deporte sin estrés”. Con los fondos del novedoso plan Team España Élite del CSD (48 millones hasta Pekín destinados a la súper élite de todas las federaciones) incorporaron al equipo a Rubén Sánchez, experto en las teorías del Stress Free Sport y la meditación trascendental.
“Todo el mundo asocia el estrés a algo negativo cuando puede ser positivo. Este puede ayudarte a rendir mucho más. Nuestro programa se basa en el deporte sin estrés y eso nos ha hecho dar el salto”, relata el técnico, en Federemo desde el 2017. “El deporte basado en la conciencia es bastante pionero”, cuenta.
“Hemos tenido el apoyo este año de ese coaching que nos ha inculcado la mentalidad de que es posible una medalla”, refrenda García. Y también la presidenta: “Iba a ser sólo para los deportistas con opciones de medalla y al final trabaja para toda la estructura técnica. Los entrenadores también necesitaban un refuerzo en su autoridad y en la toma de decisiones al ser tan jóvenes. Incluso yo hablo mucho con él. Funciona”.
Así, en ese estado “de euforia”, interiorizando que se puede “buscar el oro” y pensando ya en el próximo Mundial en Belgrado en 2023 que repartirá billetes para París, el remo sigue asombrado por los éxitos de su “primos” del piragüismo, que desde Atenas 2004 han logrado 16 medallas. “Los miramos de reojo, sí”, reconoce Loriente: “Ellos despegaron y nosotros no. Pero el clic llega cuando comienzas a tener éxitos. Se contagia. Y ahora nos vemos capaces”, cierra deseando poder tocar esa medalla en París que les pondría “en el escaparate”, y que ya no es un sueño.