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PIRAGÜISMO | MUNDIALES

El K4, todo a una carta

Rodrigo Germade, el hombre tranquilo del K4 500, incide en el “aplomo” de Craviotto, Arévalo y Cooper ante los Mundiales que clasifican para París.

Actualizado a
De izquierda a derecha: Germade, Craviotto y Arévalo. Sentado, Cooper.
JESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

Quizá porque no levanta la voz y por una proverbial timidez gallega, quizá porque su posición es la última en el K4, Rodrigo Germade (32 años) es el menos conocido de los integrantes de la embarcación española subcampeona olímpica en Tokio y actual campeona mundial. Un torpedo que en la distancia de 500 metros no se baja del podio desde hace años y que con el palista de Cangas de Morrazo (el mismo pueblo de David Cal, Teresa Portela y Perucho), Saúl Craviotto, Carlos Arévalo y Marcus Cooper se jugará la clasificación olímpica para París 2024 al todo o nada (no hay otra oportunidad) en los Mundiales de Duisburgo, de miércoles a domingo.

“Así como el K1 o el K2 tendrían otra opción el año próximo en una Copa del Mundo, el K4 no. Mentalmente, eso no se puede preparar. Ayudan los años, la experiencia, enfrentarte a eso una y otra vez es lo que te da las tablas. Los cuatro hemos pasado por situaciones así muchas veces y eso da un aplomo que otras embarcaciones no tienen en la línea de salida”, cuenta Germade con tranquilidad. El miércoles harán las series y el viernes, semifinales y final (15:56 h.). Hay diez plazas para París 2024.

Esta vez, no se han vivido las desagradables tensiones que provocaron los selectivos previos a Tokio, de los que Carlos Garrote y Cristian Toro salieron acusando al resto de amañar el resultado. Los criterios han sido trasparentes y Miguel García, el técnico milagro, ha podido centrarse en pulir las 226 milésimas que faltaron para ganar a Alemania en 2021. “Hay que poner en valor que el nivel en España es muy alto. Este es un proyecto ganador y el que se sube a él sabe que no es para pelear por finales sino por medallas. Por eso hay que estar a la altura. Eso conlleva tensiones. Hubo criterios criticables que nos llevaron a esa situación desagradable. Pero en suma, eso nos ha llevado a superarnos ante la adversidad. Hemos crecido como personas y como equipo”, explica Germade.

Clasificar el K4 daría automáticamente dos plazas para K2 500 en París. Los que formarían Craviotto-Arévalo y el gallego con Cooper. Los dos juntos fueron campeones mundiales en 2017 y 2021 en esa modalidad. “Este año no estamos muy allá en el K2, pero volverá a su cauce normal. Llevamos años consiguiendo resultados y nos conocemos a la perfección. Es otra oportunidad jugosa, muy bonita, y el año que viene tenemos que saber aprovecharla”, avisa Germade, que en estos Mundiales hará el K2 con Adrián del Río para, en caso de clasificar, dar otra plaza más para España (el cupo de piragüistas por país será seis en París).

LAS MEDALLAS OLÍMPICAS DEL K4

SAÚL CRAVIOTTO
Oro en Río 2016 (K2 200)
Oro en Pekín 2008 (K2 500)
Plata en Tokio 2020 (K4 500)
Plata en Londres 2012 (K1 200)
Bronce en Río 2016 (K1 200)
MARCUS COOPER
Oro en Río 2016 (K1 1.000)
Plata en Tokio 2020 (K4 500)
CARLOS ARÉVALO
Plata en Tokio 2020 (K4 500)
RODRIGO GERMADE
Plata en Tokio 2020 (K4 500)

“El K4 es ahora mejor porque nos conocemos mucho más”, avisa Germade, que se define “versátil”. “Sé dar a todos lo que quieren”, sigue para definir a Craviotto (cinco medallas olímpicas) como “un ordenador de a bordo. Vamos a tardar en ver un marca (el que dicta el ritmo) como él”. “Arévalo es un portento, una bestia, uno de los más rápidos del mundo; y Cooper un referente técnico con un tacto en el agua descomunal que se nota a la hora de deslizar”, completa. Un cuarteto que, armado de una nueva quilla antialgas que da más estabilidad a la piragua de 11 metros, apunta ya a los Mundiales. Y a París, claro.