Del metro de Chamartín a la final mundial: “¡La gente vuela!”

Suenan el bombo y la caja. El ritmo es muy marcado. Llama la atención de todos los que pasan. Muchos no pueden evitar quedarse a mirar, aunque sea por unos segundos. La mayoría no son conscientes de lo que están viendo. Suele ocurrir con el arte callejero. “Ahora mismo, está la gente del nivel más alto del mundo. ¡Tiran locuras, vuelan por los aires! Yo flipo”, dice Lola Martínez, conocida como The Warrior Princess, en conversación con AS. La b-girl madrileña, de sólo 17 años, participará el próximo sábado en la final mundial de Red Bull BC One, la competición de breaking en formato uno contra uno más prestigiosa del mundo. El evento, que el año pasado se celebró en Roland Garros, tendrá lugar en Río de Janeiro (Brasil). Estos últimos meses, sin embargo, la española se ha estado preparando en el metro de Chamartín, convertido en una de las capitales de la disciplina.

“Es un espacio para compartir”, dice Lola sobre la estación madrileña, un refugio en el que se respira el breaking más puro. Ella, en segundo de bachillerato (con notas excelentes y Medicina en la cabeza), va al instituto por la mañana, entrena en el Centro de Alto Rendimiento (abrió las puertas al breaking a raíz de su inclusión en los Juegos de París) y termina el día en Chamartín. “Se ha creado una familia, algo que se echa un poquito de menos en el CAR, que vas a entrenar y a lo tuyo. En Chamartín, es volver otra vez a las raíces del break. Fluir, reír, ver quién tira los trucos más locos... es increíble”, explica. Entre los b-boys y b-girls que regalan su talento, están Geeroud, Exter o Alvin, todos de nivel mundial. “Es increíble”, reitera Lola, que, este año, ha cambiado radicalmente su estilo.

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The Warrior Princess, cuyo nombre se debe a que también compite en lucha olímpica internacionalmente (sueña con llegar a la UFC), se lesionó del codo el año pasado, justo a las puertas de intentar su clasificación para los Juegos. Lejos de desanimarse, se tomó un tiempo para recuperarse bien, “volver más fuerte” y rodearse de los mejores. “Estos últimos seis meses, he estado trabajando a tope con Nabil, un b-boy francés que es una leyenda del break (cinco veces campeón del mundo), y con Xak (el b-boy más importante actualmente en España). Han estado remodelando todas mis rondas y subiéndome mucho el nivel. Sobre todo, hemos estado creando un estilo con el que me sienta verdaderamente cómoda y que pueda representar toda mi fuerza”, revela Lola, que define su nuevo breaking como “powerful musicality”. “Mi superpoder es la musicalidad. Ahí es donde te voy a dar”, expresa con su habitual energía.

El año pasado, Lola, como campeona de España, ya estuvo en París con opciones de participar en la final mundial. En la capital francesa, sin embargo, se quedó a las puertas de superar la fase previa (este jueves, como representantes nacionales, la disputan Minijoe y b-girl Camino). Esta vez, estará directamente en la lucha por el título, un escenario que, hasta el momento, no ha pisado ninguna española. “Más que nervios, la verdad es que estoy muy emocionada por poder mostrar esa Lola nueva en la que estoy trabajando”, dice con ilusión. “La primera vez siempre da un poquito de miedo, pero voy a aislarme, como hago siempre. Da igual quién esté delante de mí, sea Ami (vigente campeona de Red Bull BC One y campeona olímpica), India (campeona del mundo y de Europa en 2022) o una amiga. Para mí, quien está delante soy yo misma, como si fuera un espejo. Lo he estado entrenando ya mil veces y me he imaginado en el escenario de Red Bull rompiéndola”, asegura. Antes, ya ha estado rompiéndola en el metro de Chamartín.

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