Daniel Quesada pierde su trono en un día sin medallas españolas

España llegará con deberes a su última jornada en los Mundiales de Bakú. Antes de aterrizar en Azerbaiyán, el objetivo era igualar las cinco medallas que se lograron en Guadalajara (México), en noviembre. Con dos representantes por competir, Iván García (+87 kg) y Alma Pérez (-53 kg), el contador está en cuatro metales, con la plata de Hugo Arillo, lograda ayer, como último premio. Un número notable, pero que mañana buscará la guinda. Este sábado, con dos muy buenas opciones para disparar el medallero, no pudo ser. Ni Daniel Quesada (-74 kg), campeón en México, ni Jone Magdaleno (-62 kg), vigente campeona de Europa, subieron al podio mundial. El catalán se despidió en octavos de final, contra el australiano Leon Sejranovic, y la vasca, en el combate de su debut, contra Wei Chun Lin, de China Taipéi.

Dos despedidas agrias, porque ambos estaban llamados a más y porque en ambos casos hubo opciones de alargar el camino en Bakú. Magdaleno, graduada en Derecho, con un máster en fiscalidad y cursando uno en ciberdelincuencia, llegó al tercer asalto, en el que Lin sí fue muy superior. Antes, la bilbaína, que no empezó a combatir hasta los quince años (antes sólo hacía técnica), había sacado a relucir varios de esos refinados golpes que le hicieron campeona continental en Mánchester. Como ella, luego, Quesada también decía adiós en tres asaltos. Antes, el vigente campeón del mundo había iniciado la defensa de su título con seguridad, guardando las distancias y las fuerzas ante el turco Yigithan Kilic, al que venció en dos asaltos (6-2 y 2-1).

Ante Sejranovic, acarició la épica. Después de caer en un primer parcial muy ajustado (6-7), Quesada tiró de galones y orgullo: 7-0 para forzar el tercero. En él, animado por su compañeros de Selección (”¡vamos, Dani, vamos!”, se escuchaba), buscó la remontada hasta el final. El australiano dominó desde el principio, pero sin poder abrir brecha. Del 2-4 al 3-6, cuando estuvo de puntuar una patada con giro española que lo podría haber cambiado todo, y del 3-6 a un intercambio de golpes que encorsetó la ventaja oceánica hasta el final (11-9).

Otras dos buenas opciones

Dos buenas opciones que se escapan y otras dos que llegan. En la última jornada con representantes españoles, tanto Iván García (+87 kg) como Alma Pérez (-53 kg) pueden culminar la misión de las cinco (o seis) medallas. “Como no voy a competir previamente, no sé en qué momento estoy. Eso sí, la idea es salir a comerme los Mundiales otra vez. Eso es lo que me pide el cuerpo”, aseguraba García a AS antes de volar a Bakú. Tras ser plata en Guadalajara, sufrió una rotura en los meniscos interno y externo de la rodilla derecha, de la que fue operado en enero. Cinco meses después, se siente preparado para volver a optar a todo. Alma, por su parte, es vigente subcampeona de Europa. En sus manos y en sus patadas está poder ampliar los bronces conseguidos por Adrián Vicente, Adriana Cerezo y Joan Jorquera, así como la plata de Arillo.