Claudia Fernández, aire nuevo en el pádel

La madrileña Claudia Fernández (18) pasa por ser la revelación de la temporada. Empezó la temporada en el puesto 24 del ranking mundial, y a dos meses de acabar el año oscila entra la cuarta y la quinta posición: “No lo miro mucho pero no escondo que lo veo para saber cómo va mi crecimiento. Esta semana me ha pasado Delfi Brea. Nosotras no tuvimos un buen torneo en París”.

El nosotras es para Gemma Triay y ella, una pareja que se unió en el segundo torneo del año y recuerda “que fue el cotilleo del momento”. “Yo no hice nada, me llamó Gemma, una número uno, que es muy exigente, que presiona. Pero prefiero eso mil veces a caer en la primera ronda”, comenta Claudia, que en París cayó ante la que ha sido su modelo para imitar: “Perdimos un encuentro en el que salimos decepcionadas porque tuvimos siete bolas de partido. Alejandra Salazar siempre ha sido una referencia, una jugadora con mucha experiencia que siempre sabe lo que tiene qué hacer en la pista”.

Ocho finales en el Premier Pádel, cuatro títulos, y en capilla para el Mundial de Qatar con la selección española, donde tiene la obligación de ganar el título: “Quiero ese título, y aunque sea mi primera presencia con la absoluta, no contemplo otro resultado que no sea la victoria”.

En la selección hay otras dos madrileñas, y también en la posición derecha (Marta Ortega y Alejandra Salazar) y en la anterior edición tuvo otra madrileña (Bárbara Las Heras): “No lo había pensado, pero la verdad es que no hay reveses. Supongo que será una coincidencia”.

A lo largo de la temporada ha ido evolucionando, reconoce que es “tímida y callada, pero no queda otra que ser un poco más extravertida”, y de sus propias críticas a su juego, incluso gana, lo tiene claro: “Soy muy exigente con mi juego, y si no tengo la impresión de haberlo hecho bien, no tengo reparo a reconocerlo”.

Empezó en el pádel por influencia familiar: “Mis padres jugaban, me metía en sus partidos, y decidieron apuntarme en las clases del club para que no les diese mucho la lata. Luego vieron que se me daba bien, y hace cuatro años después empecé en el club de Brunete, donde coincides con las mejores, juegas partidos de entrenamientos, pero hablas poco con ellas, porque imponen”.

El caso es que todos los días su madre la lleva y la trae, “y son 40 minutos de ida y otros tanto de vuelta”, porque por ahora Claudia no tiene carné de conducir: “Estoy estudiando bachillerato, y me preparo para el carné, porque no puedes ser dependiente”.

De su juego destaca “más la defensa, tras mejorar la condición física”, y que sabe que debe mejorar en ataque, aunque cada vez es más consistente con su bandeja. “Para dar el nivel con Gemma hay que superarse, y estamos en ello para terminar lo mejor posible el año”, comenta esta drive que de alguna manera lidera la nueva generación que está a punto de derribar la puerta de las mejores: “Con Alejandra Alonso (18) y Andrea Ustero (17) me llevo muy bien, pero no son las únicas que están ya aquí. Jana Montes (16), que en París estuvo con Alejandra, también es muy buena”.

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