Alemania pone la banda sonora a las ‘infernales’ aguas abiertas
Como ocurriera en los 10km, Wellbrock y Beck se impusieron en la prueba corta (5km) con una temperatura del agua de 28,2 grados. Garach y Martínez debutaron en unos Mundiales (12º).
Alemania puede declarar el parque costero de Momochi patrominio deportivo. Su himno no ha parado de sonar en estas aguas abiertas infernales, con una temperatura de 28,2 grados pese a que las pruebas se disputen a las 8:00. Ya ocurrió en los Juegos Olímpicos de Tokio, en la bahía, cuando la organización se llegó a plantear enfriar el mar para evitar el calvario de los nadadores. Pero no hay ni frío ni calor ni oleaje ni rivales que frenen a Florian Wellbrock y a Leonie Beck, ganadores del 10km el fin de semana y ahora, de forma arrolladora, del 5km. Doblete alemán a un año de París 2024.
“La carrera masculina fue como se esperaba, comandada por Wellbrock, que marcó el ritmo, y todos los rivales a la expectativa”, explica Sergi García, el entrenador jefe de las aguas abiertas españolas. Así es ahora mismo lo que sucede en esta disciplina dominada con mano de hierro por el alemán, capaz de meterle un ritmo a la carrera endiablado, de velocista, por lo que rápidamente el grupo de cabeza se fue acortando. En el ecuador de la prueba, dio una vuelta de tuerca más para hacer la última selección. El granadino Carlos Garach se quedó y finalizó duodécimo (56:14). “Llevó el plan a la perfección, pero comete errores de eficiencia de nado. Es joven, sabemos que apunta mucho más alto”, valoró García.
Detrás de Wellbrock (53:58) llegaron los dos italianos que se quedaron sin medalla en la prueba olímpica. En esta ocasión, con su habitual coraje y salvaje sufrimiento en el tramo final, Gregorio Paltrinieri, que no ha llegado en su mejor momento a los Mundiales de Fukuoka, se colgó la plata con 54:02, por delante de su compañero y medallista también en Budapest 2022 Domenico Acerenza (54:04). El otro español, Guillem Pujol, finalizó el 33º (57:48).
En la prueba femenina, la historia se repitió con la gigante Leonie Beck (1,82m), a quien le bastó acelerar en el tramo final para dejar en la cuneta a las dos mejores nadadoras de aguas abiertas de la última década y, probablemente, de la historia. La holandesa Sharon van Rouwendaal fue plata con 59:32.70, mientras que la brasileña y máxima medallista de la historia de la competición (16), Ana Marcela Cunha, se colgó el bronce en un año repleto de problemas (59.33.90). Muy cerca ambas de Beck (59:31.70).
Ángela Martínez, que ya había finalizado undécima en los 10km, logró otra meritoria 12ª posición en la prueba corta aunque finalizó insatisfecha (59:50.30): “Esperaba estar más adelante, pero me quedo con la experiencia y con que cada vez estoy aprendiendo más”. Por detrás acabó la debutante Candela Sánchez, de 19 años, que fue la 22º del mundo con 1:01.25: “Me costó empezar, se me fue el grupo. El objetivo era tener experiencia”. La próxima madrugada, la prueba por equipos (cuatro nadadores, dos hombres y dos mujeres, nadarán un 1.500). España busca el top-5 mientras que Alemania, hacer un histórico pleno en Momochi, su colonia.