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VUELO ACROBÁTICO

Olivier Masurel, el campeón discreto que sólo quería innovar

El fallecimiento del piloto hispano francés Olivier Masurel este domingo tiene en duelo a la comunidad española e internacional de vuelo acrobático. Sus compañeros esbozan para AS un detallado perfil profesional y personal. Todos coinciden. Se fue un piloto de talla mundial con una capacidad técnica y creatividad sobresalientes. Recuerdos para un emotivo homenaje.

Olivier Masurel, piloto hispano francés recientemente fallecido
Ismael Jorda

Olivier Masurel emprendió el pasado domingo el regreso a casa con la sensación del deber cumplido. El público del Festival Aéreo de San Javier (Murcia) había disfrutado del espectáculo y las acrobacias de su Extra 330. El día había arrancado con el desayuno de las ocho de la mañana, las comprobaciones de rigor y la puesta en común del plan junto a otros pilotos de formación. Consenso en las palabras clave y la frecuencia 122.45 para comunicarse por radio. Y tiempo para volar. Tiempo para disfrutar. Horas después, en un accidente alejado del riesgo intrínseco de toda competición o exhibición, Masurel perdió la vida cuando afrontaba el último tramo rumbo al aeródromo de Matilla de los Caños (Valladolid).

“Ocurrió durante un vuelo de posicionamiento, donde el avión vuela recto y nivelado sin actividad acrobática. Por circunstancias totalmente casuales un ave de grandes dimensiones impactó contra la cabina”, confirmó la Comisión Técnica de la Real Federación Aeronaútica Española después de que la organización del festival anunciara en sus redes sociales la trágica noticia.

La comunidad española e internacional de vuelo acrobático llora estos días su fallecimiento. A la pérdida del valor humano y el espíritu de equipo que todos sus compañeros destacan, se suma el adiós a uno de los mejores pilotos de su generación. “En Clásico era un piloto de la vieja escuela, pero a la vez muy agresivo, con maniobras rápidas y espectaculares. En Freestyle fue un auténtico innovador”, sentencia Cástor Fantoba. “Un tipo vital, generoso, hombre de equipo. Tenía genialidad. De lo mejor que he visto en mi vida”, añade Juan Velarde. “El tiempo se paraba cuando Olivier volaba. Pasaba de las maniobras extremas a la precisión y el control, siempre probando cosas nuevas… Bailaba en el aire. Y además era muy humilde. No le gustaban ni las redes sociales ni darse a conocer. Sólo quería disfrutar y volar”, apunta Camilo Benito.

Masurel era subcampeón del mundo con el equipo español y bronce mundial en Freestyle. Recientemente se había proclamado campeón de España en la categoría de Ilimitado con todos los méritos por delante de Fantoba y su incontestable dominio a lo largo de los últimos años.

“¿Campeón de España? ¡Sí, por primera vez! No sé qué decir… Estoy muy contento, pero todavía hay cosas que mejorar. La clave es ser constante en cada uno de los tres vuelos. Dar lo mejor siempre en cada vuelo y en cada figura. Fantoba es un piloto fenomenal, así que no ha sido fácil. Me ha dado la enhorabuena. Somos amigos y es un placer volar con él”, compartía en su última entrevista con AS, con naturalidad y sin darse importancia, justo después de conocer la puntuación que le proclamaba como el mejor.

De su talento pueden dar fe Cástor Fantoba, Juan Velarde y Camilo Benito, rivales en competición durante muchos años y en los últimos tiempos también compañeros de equipo.

“Lo conocí en 2007 en el Mundial que acogió Granada. Fue nuestro debut a alto nivel. Yo llevaba ocho años de rodaje y él, la primera vez que competía, quedó segundo en el libre. Eso te da la idea del nivel con el que venía y que mantuvo durante todos estos años. En Clásico era un piloto muy de la vieja escuela, todo by the book, pero también muy agresivo. Le gustaba hacer las maniobras rápido y fuerte, de manera espectacular. Y en Freestyle era muy innovador. Pensaba mucho, innovaba figuras. Lo tenía muy en la mano. Él había empezado con la escuela francesa con aviones de hélice de giro a derechas. Tenía muchísimo control de ese tipo de avión. Siempre mantuvimos una relación muy estrecha”, cuenta Fantoba.

Olivier Masurel realizando acrobacias con su avión
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Olivier Masurel realizando acrobacias con su avión

“Recuerdo cuando le conocimos todos en 2007. Llegó siendo totalmente desconocido y nos sorprendió quedando segundo en el programa libre en su primer campeonato. Fue algo absolutamente increíble. Algo que no recuerdo en ningún piloto. Su capacidad técnica era absolutamente indiscutible pero, sobre todo, tenía genialidad volando. Sus programas de Freestyle eran absolutamente innovadores. Nos dejaba a todos con la boca abierta con figuras nuevas y con una visión del vuelo absolutamente extraordinaria. Es de lo mejor que he visto en toda mi vida”, aporta Velarde.

Formado en el club Amicale de Voltige Aerienne, Masurel pasó a formar parte del equipo nacional francés de Avanzado y luego de Ilimitado. Una etapa que abarcó desde 2007 a 2019. Tras una breve pausa, ya en 2022, aceptó la invitación del equipo nacional español. “Masurel estaba muy orgulloso de su herencia española. Siempre bromeábamos con que se tenía que venir. ‘¡Vente aquí con nosotros que aquí vas a estar mejor, tú no eres francés, eres español!’, le decíamos… Y nos reíamos mucho. Con él, todo lo bueno que había hecho en el equipo francés, toda esa experiencia, se vino a España. Y en el Mundial de 2022 conseguimos la plata por equipos. Me consta que estaba muy contento, que se veía muy libre de actuar y se sentía uno de los pilotos fuertes y que podía desarrollar todo su potencial”, relata Fantoba.

Masurel, además de piloto de vuelo acrobático de talla mundial, fue un excelente compañero de equipo y entrenador. “Diría que era una persona fundamentalmente vital. Alegre, siempre sonriente, muy generoso… Siempre con intención y ganas de ayudar a los demás. Un hombre completamente de equipo. Hizo piña tanto en Francia como en España con nosotros. Tuve la suerte de haber sido entrenado por él el año pasado y, a pesar de llevar volando muchos años, me descubrió un nuevo concepto del vuelo”, admite Juan Velarde.

Olivier Masurel, junto al equipo nacional de vuelo acrobático
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Olivier Masurel, junto al equipo nacional de vuelo acrobáticoIsmael Jorda

Y del tiempo compartido al último recuerdo. “Nuestro vuelo era a las 12:33, así que teníamos que estar despegando a las 12:20. Eso suponía meterse en el avión a las 12:10. Rodamos a la cabecera de la pista y a las 12:20 despegué con el Cap10. Siete segundos después despegó Olivier con el Extra. A las 12:33 nos autorizaron a entrar en la caja. Pusimos los dos aviones juntos, en perpendicular a la playa. Picamos entonces el avión para coger velocidad y bajar cerca del público. “Listos para el break en 3…2...1... BREAK”. Yo tiré a la vertical y Olivier tiró hacia la derecha, tal como estaba planeado. Él aprovechó para hacer un bonito tonel. Esto no estaba planeado, pero era su estilo. Le gustaba adornar todo. Mejorar todo. Y le salió precioso”, recuerda Camilo Benito. Fue su última exhibición.

El equipo nacional siente ahora su pérdida y afronta una etapa de duelo y reestructuración. “Este es año de Mundial y nos íbamos a poner las pilas de verdad para intentar atacar esa primera posición. Nos quedamos con todo lo bueno que nos trajo y tendremos que seguir teniéndolo presente, siempre a nuestro lado”, comenta Fantoba. “Se nos va un buen amigo. Le echaremos muchísimo de menos. Tanto en el equipo nacional como toda la comunidad de pilotos de acrobacia. Es un golpe duro, pero intentaremos recordarle con alegría. Dejó un legado que nunca olvidaremos”, añade Velarde. “Me despedí dándole las gracias y diciéndole que nos veíamos en una semana con el equipo nacional”, lamenta Benito.

“El equipo español ha forjado su propio camino con carácter y orgullo, un talento brutal y afán de superación y pasión por volar. Olivier Masurel deja su sello en un equipo que ha crecido, ha evolucionado y que seguirá marcando la diferencia. Es nuestro legado y nuestro compromiso de futuro”, avanza Alex Moore Mayorga, presidente de la Comisión Técnica de Vuelo Acrobático.

La imagen de Olivier Masurel dentro del hangar del aeródromo de La Caminera justo después de saberse campeón de España en 2023 es reveladora.

Olivier Masurel, en su última entrevista con AS
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Olivier Masurel, en su última entrevista con ASSanti Castañeda

¿Qué se siente ahí arriba cuando uno maneja el avión como quiere?, le preguntamos entonces.

“Es un placer. Es la unión. Ser uno con el avión. Sentirlo… Sentir el aire…”, respondió con una sonrisa. Fue el broche natural a la charla con este diario después de explorar nuevos límites y ganar el oro.

Volar acrobático fue la vida de Olivier Masurel y así le recordarán sus compañeros. Como el campeón discreto que sólo quería innovar.

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