Tenis

Nadal: “Estoy descubriendo qué quiero ser de mayor”

Hace poco más de un año, Nadal dejó huérfano al deporte al anunciar su retirada. Ahora, con 39 años, ha vuelto a un “mundo real” que nunca llegó a abandonar y habla con AS de ello.

Rafa Nadal, durante su entrevista con AS.
Nacho Albarrán
Nació en Madrid en 1972. Se licenció en Periodismo por la Universidad Complutense. Entró en AS en 1996 para documentar partidos de fútbol y estuvo en Cierre antes de encargarse, durante cinco años, de la delegación de Asturias. Después formó parte del equipo de Ediciones y fue redactor de Baloncesto. Desde 2017 se ocupa del tenis día y noche.
Actualizado a

Con tiempo y calma para charlar, Rafa Nadal atendió a AS, que le otorgó el Premio Leyenda 2025, en su habitación del Hotel Palace, donde se celebró una Gala inolvidable en la que el extenista balear, uno de los mejores de todos los tiempos, fue homenajeado. El ganador de 22 Grand Slams habló con sinceridad sobre cómo es ahora su vida, también de tenis, claro, de la paternidad e, incluso, de política. Como todo el que ha cumplido de manera brillante con su trabajo y, además, haciendo disfrutar a millones de personas, se ha ganado el derecho a hablar de lo que quiera.

¿Cómo se siente y qué tal le va al ciudadano Rafael Nadal, ahora que ya no es el tenista Rafael Nadal?

Bien, diría que igual de bien. Es un cambio de vida, pero no lo he acusado tanto. Siempre pensé que me iría bien después, en mi día a día, que es lo más importante, y que encontraría la felicidad personal en esta nueva etapa. Y sinceramente, así es. Es verdad que solo ha pasado un año, que tampoco he parado mucho, que he hecho bastantes cosas… pero sin ningún tipo de problema en ningún momento. En todo momento aceptando ya la nueva vida y disfrutándola también.

En realidad, siempre se es tenista de alguna manera. Es como el presidente de Estados Unidos, que siempre es “el presidente”, aunque ya no esté en activo...

No, no lo siento como tal. Yo no vivo pensando que soy o que he sido tenista. Es una etapa que está cerrada; evidentemente estamos aquí por eso, no porque haya sido otra cosa. Esto está claro, por lo cual, en el recuerdo siempre va a estar. Pero no vivo mi día a día pensando en tenis, más allá de momentos puntuales en los que me apetece ver algo o, evidentemente, por la Academia, donde lo vivo un poco más en el día a día, pero desde un punto totalmente distinto.

Nadal: “Estoy descubriendo qué quiero ser de mayor”
Rafa Nadal, antes de la Gala de AS.JESUS ALVAREZ ORIHUELA

¿En ese sentido, mantiene alguna rutina o ha cambiado radicalmente su jornada?

Sí, no mantengo ninguna rutina fija. Tengo una vida un poquito más aleatoria que antes. Antes mis trabajos eran ABC: levantarme a tal hora, entrenar, hacer físico… todo prácticamente repetitivo día a día. Ahora voy trabajando en mis cosas, tengo mis reuniones muchas mañanas, mis viajes de trabajo, e intento normalmente tener las tardes más libres para estar con la familia.

“La etapa está bien cerrada; no vivo pensando que fui tenista”

Presente

Estos días que ha hecho algún entrenamiento, ¿no le ha venido a la cabeza aquello de “si estuviera bien… con lo que tengo todavía…”?

No, porque ya no estaba bien. Por suerte la etapa está totalmente cerrada y bien cerrada. Nunca he sido de esos de creerme “si pudiera…”. Le decía a Marc López que cuando estaba retirado y entrenábamos él pensaba que, si volviera, a lo mejor algo hacía… Y yo le decía: “La etapa está cerrada, compañero”. Ahora el físico da para lo que da, y creo que la cabeza también. Llega un momento, cuando ya has parado de la rutina, que no puedes volver a engancharte. Es muy complicado. He entrenado un par de veces con chicas de la Academia, con Alina (Korneeva) y con Alex (Eala), de puro sparring, sinceramente. Sin ningún ánimo más allá de pasar un buen rato tocando la pelota, apoyarlas y que ellas disfrutasen. Así ha sido y así lo tomo: sin interés ni expectativa de nada.

¿Y qué siente cuando ve un partido? ¿Es de los que gesticulan o lo ve tranquilo?

No, tranquilo. Evidentemente hay un poco de defecto profesional, de analizar lo que está pasando, qué tendría que haber hecho uno u otro… Pero desde una tranquilidad total. Y realmente, cuando veo tenis, que no ha sido mucho, solo algunos partidos que me apetecían, lo disfruto como espectador, aunque inevitablemente analizo un poquito como tenista. Es imposible no hacerlo.

¿Y le gusta lo que ve?

Bueno, a ratos sí, a ratos no, como es lógico. Igual que cuando jugaba: a veces me gustaba el tenis de mis rivales y a veces menos. He visto pocos partidos, algunos no me han gustado, otros sí… Como todo: hay momentos para todo.

Nadal: “Estoy descubriendo qué quiero ser de mayor”
Nadal charla con Nacho Albarrán, especialista en tenis de AS.JESUS ALVAREZ ORIHUELA

En una conversación con AS, Joan Balcells dijo que Sinner le aburre y que Alcaraz le gusta más por la variedad. No hace falta que usted sea tan explícito, pero ¿con qué tenis se identificas más?

No me identifico con ninguno. Son jugadores distintos a lo que era yo. Creo que Carlos es más aleatorio: comete más errores, hace puntos más espectaculares, a veces no tiene un patrón de juego tan definido, lo que lo hace impredecible y divertido para el espectador. Jannik es un jugador más metódico, centrado, con un patrón de juego más definido y que va añadiendo cosas poco a poco, por eso es tan sólido y pierde muy pocos partidos. A veces parece que Carlos es más disperso, pero cuando ves los resultados… ha tenido un año increíblemente regular y sólido en todos los torneos importantes. Por eso me hace gracia cuando oigo que es disperso: los resultados dicen lo contrario, es mi punto de vista.

Decía usted el otro día en el programa ‘Universo Valdano’ que la adrenalina de competir no se encuentra en otro sitio que no sea el deporte ¿Le gustaría en un futuro competir otra vez, por ejemplo, con Federer, en una gira o algo así?

Creo que nunca volverá a ser lo mismo, ni lo pretendo. Pero en el futuro, ¿quién sabe? Si nos divierte, si conseguimos hacer algo que tenga sentido y nos apetezca… ¿por qué no? No hay ninguna puerta cerrada a volver a coger una raqueta, pero tendría que prepararme a conciencia. Cuando sales a jugar, quieres estar preparado, y ahora mismo no lo estoy. Necesitaría un tiempo prudencial.

“Me hace gracia cuando oigo que es disperso”

Alcaraz

Sobre entrenar ya sabemos lo que piensa, no lo ve, de momento, pero… ¿se ve en un futuro siendo capitán de Copa Davis o de la Laver Cup?

Siempre he tenido máximo respeto por lo que pueda pasar en el futuro, porque lo que uno siente hoy no es lo que sentirá dentro de un tiempo. La vida va cambiando, y más cuando tienes niños pequeños: ves la vida de una manera, pasan unos años y cambia. ¿Viajar de manera continuada? No lo veo. Ser entrenador implicaría eso, y ahora mismo no encaja con mi vida. ¿Ser capitán de Copa Davis algún día? ¿Por qué no? Podría divertirme… o no. Acabo de retirarme; es muy prematuro darle vueltas. Respeto los procesos vitales y de adaptación. Ahora mismo no procede pensar en eso.

Esta pregunta no se podía hacer cuando jugaba por temas tácticos, pero… ¿tenía algún secreto, alguna jugada que le diera resultado y que no pudiera contar entonces?

Ojalá hubiera sido tan bueno como para esconder cosas… Hemos estado tantos años viéndonos unos a otros que tampoco escondía mucho. Yo daba lo que tenía, sin secretos: intentaba buscar soluciones en cada momento. Si algo funcionaba, intentaba repetirlo; si no funcionaba, intentaba cambiarlo. No tengo nada escondido que nunca haya dicho. Me gustaría decirle algo, pero sería mentira.

Pero con Djokovic y Federer, ¿no tenía un plan específico?

Con Federer, el plan estaba claro, sobre todo al comienzo: apretarle el revés con la pelota alta muchas veces, hasta que se quedaba más parado esperando otra vez el tiro, y entonces yo podía cambiar hacia su drive. Era una práctica que a mí me suponía un esfuerzo mental, porque muchas veces veía el tiro hacia el otro lado, pero sabía que repetir al revés le generaba cansancio mental. No siempre me apetecía aplicar esa táctica, pero era la más factible.

¿Y con Djokovic?

Con Novak, era más aleatorio. En tierra cambiaba un poco más que en pista rápida. En dura, los últimos años, cuando el físico ya no me daba para ciertos esfuerzos, me costaba muchísimo más. Para tener opciones necesitaba que el físico respondiera, y no lo hacía. Tenía que acortar puntos, y ganarle a Novak a dos o tres tiros era muy difícil. Intenté a veces ser más agresivo con el saque, pero no funcionó. En tierra sí encontraba soluciones, y en hierba también tenía opciones, aunque terminé perdiendo aquellas semifinales (en Wimbledon 2018 cayó contra el serbio en cinco sets). Sentía que mis opciones eran mayores en tierra o hierba que en pista dura, sobre todo en mis últimos años.

Premio AS Leyenda. Es una palabra fuerte, muy grande. ¿Aunque esté hecho ya a todo, le sigue pareciendo alucinante?

Cuando te llaman leyenda… empiezas a estar muy jodido (ríe).

Pero bueno, en este caso es para bien…

He tenido una carrera muy larga y he sido muy feliz. Evidentemente hay resultados que están ahí y que son difíciles de imaginar. Para mí lo siguen siendo. No pienso en ellos habitualmente, pero cuando pienso que he ganado 14 Roland Garros… es algo muy complicado. O 12 veces en Barcelona, o que estuve no sé cuántos años seguidos sin salir del top-10 (fueron 912 semanas), teniendo tantas lesiones y meses parado. Ese es un récord del que estoy satisfecho: habla de perseverancia y continuidad. Ha valido la pena.

“Cuando te llaman leyenda, empiezas a estar muy jodido”

Reconocimientos

Y todo eso sin cambiar excesivamente… ¿Cómo se gestiona tanta fama y éxito?

Con normalidad. Sin darse cuenta, con los años te vas cerrando un poco a tu círculo. Yo he intentado no hacerlo, pero te vas cansando de según qué cosas. He tenido la suerte de que cuando volvía a casa llevaba una vida normal. Vivir en Mallorca, en Porto Cristo, ha sido clave. Allí podía actuar con total libertad: salir de fiesta, ir a la playa, al supermercado, al cine… lo que hace cualquiera. En los torneos, en grandes ciudades, era más complicado. Esa combinación me permitió mantener el balance entre mi vida como personaje público y mi vida real. Mantienes las raíces: amigos de toda la vida, familia. Vuelves siempre a la realidad. Lo otro es un mundo irreal y pasajero, que ha durado muchos años, pero sabes que se termina.

Usted siempre ha tendido a la excelencia en todo. ¿Cómo se ve ahora como empresario, en esa otra faceta?

Yo no creo que haya sido excelencia. Yo me he esforzado siempre para dar mi mejor versión. Ahora voy aprendiendo lo que puedo, intentando entender qué me gusta más y qué me gusta menos de esta nueva etapa. Tengo la suerte de que puedo dedicar más tiempo a lo que me gusta. Estoy en la época de descubrir qué me gustaría ser “de mayor”. El mundo de las academias me gusta, por eso dedico tiempo. El mundo de la educación también: en la Academia, en la Universidad (la UAX). El mundo del turismo… pues sí, vengo de Mallorca, me interesa. Intento aprender, estar con gente que me ayude a evolucionar. Y luego hay otras cosas que sigo haciendo, que a veces apetecen más y a veces menos. Poco a poco se irá marcando el camino.

¿Y como padre? ¿Ha superado sus expectativas ya con dos hijos?

No tengo ninguna expectativa. Es algo que hace todo el mundo, mejor o peor. Supongo que seré un padre normal: ni muy malo, ni muy bueno. Siempre me han gustado mucho los niños y he tenido buena conexión con ellos. Con mi hijo pequeño, que tiene tres meses y pico, la conexión es poca aún. Con el de tres años lo paso muy bien. Intento educarle con los valores que creo adecuados. Espero ser de los padres que saben ver cuando sus hijos hacen las cosas bien o mal, y detectar las cosas de manera coherente, sin pensar que lo hacen todo bien solo porque son tuyos.

¿Ha cogido una raqueta el mayor? Pero sin presión…

Y ha cogido también un palo de golf, una pelota de fútbol… y también pinta. Es un niño de tres años que se divierte, va al cole y se lo pasa lo mejor posible cada día.

“Sería bueno volver a lo racional, a no insultarse, a pensar en el bien general”

Política

La última. De política: ¿no le ha tentado nadie para ser concejal u ocupar cualquier otro cargo público?

No. Saben que no tendría muchas opciones de prosperar. No creo que ahora sea un momento agradable para meterse en política: está todo muy crispado.

No le llama mucho, ¿no?

No. Creo que hay demasiada crispación. Sería bueno volver a lo racional, a no insultarse, a pensar en el bien general. Los políticos tienen un impacto importante en nuestras vidas. Deberíamos volver a un estado de más tranquilidad, que todo vuelva a su cauce y que entre ellos haya más respeto. Que no parezca todo un partido de fútbol. El bien general está en lo que se hace, pero también en cómo se hace. Y lo que se transmite habitualmente es demasiada crispación.

Noticias relacionadas

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp.

¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí

Etiquetado en:
Comentarios
Normas

Rellene su nombre y apellidos para comentar

Te recomendamos en Más deporte