Los fuegos salvajes de California ponen en peligro el torneo de Tiger

El Genesis Invitational, uno de los torneos más importantes del calendario regular del PGA Tour, que apadrina Tiger Woods como anfitrión, está en peligro. El motivo no es otro que los salvajes fuegos que han azotado en las primeras semanas del año Los Ángeles, escenario de la cita. Y es que uno de los principales focos de la tragedia coincide con la sede del evento, el exclusivo Riviera Country Club, en la zona de Pacific Palisades, refugio de estrellas del cine, del deporte y de otros personajes de la farándula angelina.

El área ha sido prácticamente devorada en su totalidad por el fuego (unas 8.000 hectáreas se encuentran afectadas), y de allí proceden muchos de los cerca de 250.000 habitantes de la metrópoli que han tenido que ser evacuados. Se calcula que unas 9.000 edificaciones han sido pasto de las llamas en lo que ya se califica como el incendio más destructivo de una región tristemente acostumbrada a este fenómeno natural.

Riviera no forma parte de ese desastre, pues ha quedado relativamente inmaculado, pero la catastrófica situación ya ha puesto un asterisco sobre la celebración del evento. Tanto el club como el PGA Tour monitorizan la situación de cara al 13 de febrero, cuando comenzaría el torneo, que se extendería hasta el 16. “En este punto, es prematuro valorar el impacto en el Genesis Invitational. Aunque Riviera Country Club no se ha visto afectado directamente por las llamas, nuestra preocupación más inmediata es la salud y el bienestar de aquellos afectados, incluidos todos nuestros miembros con lazos en el sur de California”, rezaba una carta enviada a los jugadores estos días por el PGA Tour, publicada por Golf Digest.

Lo cierto es que la viabilidad del evento parece muy tocada, pues aunque el terreno de juego esté practicable el caos que envuelve ahora a la ciudad, que muchos describen como un escenario de guerra, complica sobremanera toda la logística circundante a un torneo de esta envergadura, por no hablar del componente moral que tendría una frívola imagen de golfistas pululando tranquilos por Riviera mientras en el resto de la urbe la gente sufre problemas para encontrar alojamiento o productos de primera necesidad. La NBA y la NFL, de hecho, ya han pospuesto partidos que debían haber tenido lugar en Los Ángeles estos días.

La solución podría pasar por relocalizar la cita y una opción, informa Golf Digest, que se baraja en el circuito es que también la acoja el TPC Scottsdale, sede del Phoenix Open la semana anterior. Otra, mucho menos probable, es jugar dos semanas seguidas en México, donde la semana siguiente al Genesis se juega el Mexico Open.

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