La NFL comienza con los Chiefs en busca del hat-trick

La cuenta atrás, esa que se inició el pasado 11 de febrero después de que los Kansas City Chiefs se proclamasen campeones de la Super Bowl, llega a su fin. La NFL ya está aquí, y esta madrugada da el pistoletazo de salida una temporada muy abierta, repleta de novedades y con un buen puñado de aspirantes a derrocar a los hombres de Patrick Mahomes, que tienen ante sí el mayor reto posible: conquistar tres anillos seguidos, algo nunca visto en la historia. Precisamente los Chiefs se encargan de inaugurar el curso esta noche ante los Baltimore Ravens (02:20, M+ y DAZN), uno de los muchos candidatos para llegar a la Super Bowl de Nueva Orleans. Hasta el final de ese camino que se inicia hoy, estas son algunas claves que abordar antes de la vuelta de la NFL.

Los reyes

Si un equipo cuenta con Mahomes como quarterback, es muy difícil no etiquetarlo como el principal favorito. Y es que estos Chiefs son mucho más que su líder, ahora sin discusión el mejor jugador de toda la NFL. La banda se ha reunido un año más prácticamente al completo: Travis Kelce continúa siendo su escudero más fiable (y haciendo de su relación con Taylor Swift una imparable maquinaria de marketing de la que se beneficia la liga), Chris Jones es la gran alma de la defensa, y Andy Reid dirige al equipo como nadie. La del cornerback L’Jarius Sneed es la única baja sensible, aunque lo contrarresta que, parece, los problemas en la posición de receptor están de algún modo solventados con Rashee Rice, Xavier Worthy, Marquise Brown o JuJu Smith-Schuster. Ninguno es un receptor de élite, pero Mahomes ya ha demostrado que no le hace falta que lo sean para encontrarles con facilidad.

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Aspirantes

Son muchos los que tienen como meta derrotar, por fin, a Mahomes y los suyos. Los principales, los subcampeones San Francisco 49ers. Los californianos, con un Brock Purdy que ya no es sorpresa a los mandos, han conseguido hacer encaje de bolillos con los muchos contratos altos que tienen (este próximo verano les tocará pagar a Purdy), y han logrado retener a estrellas como Brandon Aiyuk o Trent Williams, que acompañarán al imparable Christian McCaffrey, Deebo Samuel, George Kittle, Nick Bosa o un Talanoa Hufanga al que echaron en falta el año pasado. El ataque mete miedo, pero la defensa de los de la Bahía apunta a ser, otro año más, dominante.

Pero hay más en la lista. Los Baltimore Ravens del actual MVP, Lamar Jackson, llevan varios años dando al palo, y el curso pasado estuvieron cerca de superar a los Chiefs en la final de conferencia. Su juego terrestre ya era un dolor de muelas para cualquiera, y encima este año se han reforzado con Derrick Henry, el corredor que durante un tiempo ha sido el mejor en su puesto. El buen hacer de la defensa es un valor seguro para ellos. Pelearán, a priori, por ganar su división con los Cincinnati Bengals, que el año pasado estuvieron por debajo de las expectativas pero que en la conexión Joe Burrow-Ja’Marr Chase (que apunta a jugar tras negarse inicialmente) tiene una de las mejores duplas de la liga.

Tampoco estuvieron al nivel esperado, especialmente a final del curso pasado, los Philadelphia Eagles, que se disolvieron como un azucarillo y se fueron a casa a las primeras de cambio en playoffs. Pese a ello, los de la costa este tienen uno de los mejores cuerpos de receptores de la liga, todos a la orden de Jalen Hurts, y la llegada de Saquon Barkley puede ser muy interesante con los huecos que abre la línea ofensiva. A quien no sería ya una sorpresa ver arriba es a los Detroit Lions, que estuvieron a punto de colarse en la Super Bowl de Las Vegas, y que deberían continuar con una línea ascendente que les permita pelear por todo, siempre y cuando Jared Goff continúe jugando como lo viene haciendo. Los veloces Miami Dolphins, que en Tyreek Hill tienen una estrella, deberían pelear por cotas más altas si Tua Tagovailoa no los frena mucho, y lo mismo sucede con unos Dallas Cowboys expertos en hacerse el harakiri. En este pelotón la gran incógnita son los Buffalo Bills, que han perdido a Stefon Diggs, el gran socio que tenía Josh Allen.

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¿Sorpresas?

En la terna principal de aspirantes puede que no aparezcan unas franquicias que, realmente, no extrañaría mucho si se meten en la pelea. Es el caso de los Houston Texans, que ya el año pasado fueron la gran revelación de la NFL, especialmente gracias a un brillante C.J. Stroud, y que encima son el equipo que, muy seguramente, mejor se ha reforzado durante el verano. Llegó precisamente Diggs de los Bills, y pocos equipos generarán más espectáculo que los tejanos. También hacia arriba van los Green Bay Packers, que se encontraron con la grata sorpresa de que Jordan Love es un magnífico quarterback, y los años de penurias sin Aaron Rodgers que se les presuponía nunca llegaron. Justamente Rodgers vivirá su debut con los New York Jets, con los que en 2023 apenas pudo disputar cuatro jugadas antes de romperse el tendón de Aquiles. El cuatro veces MVP, a sus 40 años, lidera un proyecto neoyorquino repleto de talento joven y muy interesante. Aquí se pueden sumar equipos como los siempre fiables Pittsburgh Steelers, los Cleveland Browns, los Jacksonville Jaguars o Los Angeles Dodgers, que presentan como gran novedad a Jim Harbaugh en su vuelta a ser entrenador de NFL.

Cambio de cromos

A diferencia de otras pretemporadas, este ha sido un verano sin demasiados terremotos mayúsculos. De hecho, ha hecho más ruido alguna retirada, como la del legendario Aaron Donald, o movimientos que finalmente no se han producido, como la salida de Brandon Aiyuk de los 49ers. La llegada de Diggs a los Texans seguramente sea el movimiento que más impacto inmediato puede tener, además de que los de Houston se hicieron con Danielle Hunter para su defensa. Y, en el baile de quarterbacks, el gran aliciente es que Kirk Cousins, después de una grave lesión, liderará el proyecto de los Atlanta Falcons a pesar de que drafteasen en el octavo puesto a Michael Penix. A los Steelers llegaron dos hombres en busca de un lugar en el que renacer, Russell Wilson y Justin Fields. Haason Reddick abandonó los Eagles para irse a los Jets, mientras que otro defensor, Brian Burns, salió de los Panthers también rumbo a Nueva York, en este caso a unos Giants que apuntan a sufrir y mucho durante el año.

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Novatos

Pocas veces se ha visto una camada de quarterbacks rookie con tanto talento. Y el gran nombre ahí es el de Caleb Williams, llamado a marcar una época y que fue drafteado en primer lugar por unos Chicago Bears que aspiran a cortar años de penurias. Los de Illinois han dotado al jugador de USC, con una personalidad arrolladora que habrá que ver cómo encaja en la NFL, de armas de nivel como D.J. Moore o Keenan Allen, además de otro rookie, Rome Odunze, que tiene mucho que decir. En esa posición, el jugador que llega con mejor cartel es Marvin Harrison Jr., aunque en los Arizona Cardinals lo tendrá complicado para ser diferencial. Volviendo a los quarterbacks, Jayden Daniels, liderará a los Washington Commanders tras ser elegido en el segundo puesto del Draft. En los New England Patriots, en su primer año sin Bill Belichick como entrenador desde 1999, el tercer drafteado, Drake Maye, esperará desde el banquillo, aunque la lógica dice que acabará jugando. A quien no se verá es a J.J. McCarthy, 10º del Draft por los Minnesota Vikings, ya que se perderá toda la temporada por una grave lesión de rodilla.

Nuevas reglas

La NFL evoluciona, y escucha en ocasiones a su público, para generar más y más espectáculo. Y un ámbito del juego que hasta ahora estaba prácticamente muerto eran los retornos, muy extraños de ver ya que la gran mayoría de equipos apostaban por no retornar. Ahora, la liga ha renovado completamente el reglamento de esta faceta del juego, incentivando a que se retorne ya que los defensores llegarán a una menor velocidad, dentro de muchas otras novedades. Por lo tanto, se espera que sea más habitual ver espectaculares jugadas de algo que se había convertido en residual.

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