La leyenda Gronkowski se retira por segunda vez: “Si le llama Brady...”
El jugador de los Buccaneers, campeón de la Super Bowl en cuatro ocasiones, anuncia su adiós de la NFL. En 2020, regresó por Tom. La historia se podría repetir.
Cuando Tom Brady llegó a los Buccaneers, en 2020, recuperó a su amigo Rob Gronkowski del retiro, atormentado por las lesiones en su última temporada con los New England Patriots. Funcionó. En Tampa, el considerado mejor ala cerrada de la historia conseguía proclamarse campeón de la Super Bowl por cuarta vez, agrandando su leyenda, que despegó en 2011. La explosión hacia una trayectoria única. Ese mismo año, así como en 2014, 2015 y 2017, Gronkowski estuvo presente en el primer equipo All-Pro; en 2011, 2012, 2014, 2015 y 2017, fue elegido para la Pro Bowl. Un no parar que, en términos históricos, ha devenido en estar incluido en el equipo de la década (2010) de la NFL y en el mejor equipo de todos los tiempos del 100º aniversario de la competición. En el horizonte, cuando pasen los cinco años pertinentes, una condecoración en el Salón de la Fama que es segura.
Un legado eterno que, salvo que se repita la historia de 2020, ayer, a los 33 años de edad, puso punto final. “Ahora regresaré a mi casa de retiro, me alejaré del fútbol nuevamente con la cabeza alta, sabiendo que di todo lo que tenía, bueno o malo, cada vez que salí al campo. Las amistades y relaciones que he hecho durarán para siempre, y agradezco a cada uno de mis compañeros de equipo y entrenadores por dar todo lo que tenían también”, escribía Gronkowski en sus redes sociales, confirmando una retirada que ya había avanzado el periodista Jordan Schultz. “Quiero agradecer a toda la organización de los Buccaneers el hecho de haber confiado en mí para volver a jugar y para ayudar a construir un equipo campeón”, le dedicaba a su último equipo. Que también podría ser el próximo.
La NFL, las ligas estadounidenses en general, tienen estas cosas. El adiós es oficial, pero, ni 24 horas después de producirse, ya se rumorea otra posible vuelta. De nuevo, con Brady como detonante. “No me sorprendería si Tom llama a Rob durante la temporada para que regrese y éste responde”, ha asegurado Drew Rosenhaus, agente de Gronkowski, al periodista de la ESPN Adam Schefter. Una puerta abierta que, como habitúa, otorgaría otro guion de película a la competición. Con Brady, después de su retirada y retorno de este año, como catalizador de otro hecho insólito. “Compañero de equipo, amigo, hermano... son sólo algunas de las palabras que me vienen a la mente cuando pienso en ti. Nadie ha encarnado nunca la idea de ‘dejarlo todo en el campo’ como lo ha hecho Rob a lo largo de toda su carrera. En cada jugada sabías quen sin importar cuántas personas pusieras frente a él, iba a llegar a su destino”, le dedicaba anoche.
Dos formas de ser tan distintas como compatibles - la seriedad de Brady y la simpatía de Rob - que podrían no haber dicho su última palabra. Ni haber dado la última alegría a unos Buccaneers que también han despedido a un jugador que, pese a su corto paso por el equipo, ya es insignia del mismo. “Rob es un verdadero profesional que lo dejó todo en el campo por nosotros en las últimas dos temporadas y ayudó a establecer una cultura de campeones: jugó un papel crucial en nuestra temporada de campeones y luchó contra varias lesiones”, compartí ayer Jason Licht, general manager de la organización. El adiós al ala cerrada con más partidos de 100 yardas de la historia o al 12º jugador de la NFL con más touchdowns totales. Registros que se pueden incrementar...