La jugada “imparable” que puede ser decisiva en la Super Bowl

“Si lo ejecutamos bien, buena suerte con ello. En ese caso, yo diría que sí, que es imparable”, responde Dallas Goedert, tight end de los Philadelphia Eagles, a pregunta de AS sobre el tush push, la jugada que patentó el equipo de Pensilvania hace dos temporadas y que supone un quebradero de cabeza para las defensas rivales, una gran amenaza para los Kansas City Chiefs en la Super Bowl de hoy (00:30 de España, M+ y DAZN). Lo ejemplificó hace dos semanas, en la final de conferencia, Frankie Luvu, defensor de los Washington Commanders que cometió dos infracciones seguidas al saltar antes de tiempo en un momento que resultó siendo cómico. Las respuestas ante el tush push de los Eagles son escasas, y ahí están los datos: en este curso les ha funcionado el 82% de las veces, y en los playoffs les ha salido bien en cinco de los seis intentos que han hecho.

Pero, ¿qué es el tush push? Su traducción literal es ‘empujar el culo’, y también es conocido como brotherly shove (‘empujón fraternal’), y es la jugada que los Eagles suelen realizar cuando necesitan ganar una sola yarda. Por ejemplo, acostumbran a hacerla cuando están a centímetros de adentrarse en la zona de anotación, o cuando necesitan esa única yarda para conseguir un nuevo juego de downs. Los hombres de la línea ofensiva, totalmente sobrecargada, se juntan hombro con hombro, y pegado al center aparece un Jalen Hurts custodiado por dos compañeros más a su espalda. El quarterback recibe el balón y es empujado hacia adelante, entrando por el hueco que dejan los de la línea.

“¿Si se puede parar el tush push? Es realmente difícil, aunque hay algún modo de conseguirlo porque no les sale bien siempre. Siento que depende más de ellos, de que lo hagan mal”, cuenta George Karlaftis, defensor de los Kansas City Chiefs, a AS. El arquitecto de la defensa de los vigentes campeones, Steve Spagnuolo, ha demostrado en un sinfín de ocasiones ser capaz de desarticular potentes ataques, pero ahora tiene ante sí un enorme reto. “Yo creo que se puede frenar la jugada. Necesitamos el máximo esfuerzo de todos los jugadores, pero es posible”, asegura a este medio.

Ni siquiera la baja de Jason Kelce, ya retirado, ha debilitado un tush push que requiere un esfuerzo desgarrador. “Es difícil, cuesta hacerlo bien. Requiere una técnica, y también hay que tener una fuerte mentalidad”, explica Nick Gates, línea de los Eagles, a AS sobre una jugada que la NFL decidió no prohibir para este año, aunque el debate sigue presente y hay quien aboga por acabar con ello debido a su alta efectividad.

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