Kastelein y De Sousa se hacen con el Ironman de Vitoria
El Palacio de Congresos Europa acoge hoy la entrega de premios e invitaciones para el campeonato del mundo de Hawai
Cerca de 2.500 participantes tomaron la salida en el pantano de Landa a las 08.20 de la mañana. El calor fue protagonista durante toda la mañana pero la organización fue un éxito total, recobrando la normalidad después de un año con competición sin gran presencia internacional y fuera de sus fechas lógicas.
El primer segmento de nado ya colocó a los favoritos en cabeza. La iniciativa la llevó desde muy pronto Cameron Wurf, sobre todo en el tramo del ciclismo ya que es un corredor profesional y pertenece al Ineos Grenadiers. El de Tasmania abrió hueco pedaleando por la Llanada alavesa. En la transición T-2 llevaba nueve minutos a sus perseguidores.
Pero en el segmento de maratón no pudo mantener la ventaja y se vio superado por el australiano Nick Kastelein. Emilio Aguayo también había recortado diferencias en la carrera a pie pero, faltando 10 kms para el final, tuvo que parar debido al calor y el esfuerzo. Kastelein culminó la remontada en el km. 37 del maratón.
El vencedor invirtió 7 horas 52 minutos y 50 segundos para completar los 3,8 kms. de nado, los 180 de bicicleta y los 42,2 de carrera a pie. Segundo fue Cameron Wurf, a 38 segundos y tercero Dominik Sowieja, a 01:30. La gente estuvo llegando a la línea de meta hasta altas horas de la noche. Siempre con un gran apoyo del público.
En categoría femenina, Hanna de Sousa fue la más rápida. La portuguesa invirtió un tiempo de 9:43:41. La que más guerra le dio fue la húngara Beatrix Cser, que terminaría segunda con 9:51:35. El podio lo completó la alemana Eva Marie Hering, con 9:57:21. Todas ellas participarán hoy al mediodía en la ceremonia de entrega de premios.
La nota discordante la puso la periodista Rosa Villacastín que, casualmente, pasaba el fin de semana en Vitoria. En Twitter publicó este comentario: “Qué verguenza. Todo el centro de la ciudad cortado porque hay una carrera, sin dejar pasar a los coches y taxis que van a la estación. ¿Alguien piensa en los ciudadanos cuando autoriza este tipo de actos?”.
Ahora mismo sólo hay dos momentos durante el año en el que la hostelería de Vitoria cuelga en cartel de “no hay habitaciones”. El Azkena Rock de música y el Ironman de ayer. Puntualmente, como con el paso de la Vuelta Ciclista a España, ocurre lo mismo pero el retorno económico para la ciudad es incuestionable a pesar de las molestias que genera.