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GOLF | ARNOLD PALMER INVITATIONAL

Jon Rahm: un príncipe en Bay Hill, la corte del Rey

Jon Rahm defiende el número uno desde este jueves (18:28) en el Arnold Palmer Invitational, otra cita especial y antesala de The Players.

Jon Rahm
RICHARD HEATHCOTEAFP

En el mapa del golf, Bay Hill no es cualquier lugar. Bay Hill es la casa de Arnold Palmer, ‘El Rey’. Una parada obligatoria para los mejores del mundo cuando el PGA Tour abandona el sur de California en dirección a Florida para rendir homenaje a un golfista que figuraría en un hipotético Monte Rushmore del golf, cuatro veces campeón en Augusta, dos en el British y una en el US Open. Otra cita especial. Por sí misma, pero también por su ubicación en el calendario, antesala de The Players, el ‘quinto grande’ que anuncia la temporada alta de este deporte, la espita que abre el camino a los majors.

Ahora que la racha triunfal de Jon Rahm (tres victorias en sus cinco salidas este año) se mide en términos ‘tigerianos’ conviene recordar que nadie ha honrado tanto como Tiger, al que se volverá a echar de menos esta semana, ya sabemos que su físico no da para más, la memoria de Arnie, fallecido en 2016. Woods ha ganado este torneo ocho veces, cuatro consecutivas entre el año 2000 y el 2003 y otras cuatro entre 2008 y 2013. A la primera aspira un Rahmbo que empieza a recordar a uno de sus referentes no solo en el campo, también fuera de él.

Su respuesta este martes en la rueda de prensa previa a la pregunta de si creía que alguien era capaz de ganarle en un estado de forma como el actual, ese “no” contundente, suena a algo que habría dicho el Tigre hace 20 años, o incluso en este mismo momento de su carrera. ¿Vanidad? Quizá. Todos los grandes deportistas la tienen. Algunos la exhiben públicamente y otros no. En el deporte superprofesionalizado, lejos de un defecto, es una cualidad necesaria para llegar a ser el mejor. Michael Jordan, Cristiano Ronaldo, Novak Djokovic, Lewis Hamilton, Mike Tyson... Los ejemplos son constantes.

Así, totalmente enchufado en lo físico y en lo mental, el León de Barrika arranca este jueves la defensa de su recién recuperado número uno del ranking. El escenario más sencillo es que ni Scottie Scheffler ni Rory McIlroy ganen. Si lo hace el primero, necesitará ser segundo en solitario o empatado únicamente con otro jugador; si triunfa el norirlandés, le valdría con un quinto puesto a dos bandas. Otras combinaciones favorecerían a Scheffler en caso de ser segundo, pero Rahm tendrá que irse a lugares de la tabla que no conoce desde hace meses.

En uno de los partidos estelares que recibirán cobertura televisiva especial (parece que su demoledor arranque de año le ha situado definitivamente en el grupo de los agraciados por las cámaras), jugará este jueves desde las 18:28 de la España peninsular (Movistar Golf conectará desde las 13:00) con los estadounidenses Xander Schauffele y Collin Morikawa. Repetirán el viernes (13:38), saliendo por el tee del 10 de este par 72 de Dick Wilson, que Rahm solo ha jugado, al menos de forma competitiva, el año pasado. Fue 17º. Pero esa versión del vizcaíno se parece poco a la que hemos visto últimamente.