Jon Rahm, señalado por Tiger Woods: “Es el mejor del mundo”

Uno piensa en Jon Rahm y le vienen a la mente ritmos de California Love, el homenaje de Dr. Dre y 2Pac a su estado natal. O de California Dreaming (elijan si la versión de Mamas & the Papas o la de Feliciano). Incluso de ese temazo de los Red Hot que es Californication. Se mire por donde se mire, todos los caminos del vasco conducen ahora mismo al Estado Dorado, ese gigantesco terruño estadounidense que bien podría ser un país, un formidable encuentro entre el mar y la tierra que Jon ha convertido en su tercera ‘casa’ tras Barrika y Arizona.

Allí se han producido cinco de sus diez triunfos en el PGA Tour: dos en el American Express (el primero cuando se llamaba CareerBuilder Challenge) de La Quinta, dos en Torrey Pines (el Farmers Insurance y el US Open jugado allí en 2021), la joya de San Diego, y el último, este domingo en el Genesis Invitational. En el Riviera Country Club, un pináculo de la alta sociedad de Los Ángeles, plató ‘hollywoodiense’ y lugar de recreo de muchas celebridades del celuloide, a apenas 20 minutos en coche de Beverly Hills.

Embarcado en una racha majestuosa, cinco victorias en sus últimas nueve apariciones, tres en cinco salidas en lo que va de 2023, con un octavo puesto como suelo desde que arrancó la secuencia en el último Open de España, Rahmbo es el primer golfista desde Johny Miller en 1975 que gana tres veces tan rápido en un mismo año. No se le ha resistido ninguna parada de la gira por el sur de California y de todos los torneos regulares que se disputan en esas latitudes solo faltan en su palmarés el Fortinet, Pebble Beach y el Barracuda, este último una cita menor, todos en la zona norte del estado.

Sus guarismos recientes los podría haber firmado perfectamente Tiger Woods en su prime. Con una diferencia: el Tigre nunca ha ganado el Genesis (tampoco Nicklaus lo consiguió, por cierto), el torneo del que es anfitrión desde hace años, en uno de sus campos favoritos pero también de amargo recuerdo para él. En sus proximidades sufrió hace dos años el accidente que casi le cuesta una pierna y que ha acabado con la posibilidad de volver a verle a pleno rendimiento. Seguramente ya no lo conquiste nunca, pero ha encontrado felicidad en el hecho de que lo haga alguien como Rahm, que siempre ha mostrado públicamente su veneración por él y ahora recibe reciprocidad del Tigre.

“Jon es el mejor del mundo, y ha vuelto a demostrar por qué. Su corazón, su determinación y su capacidad de lucha son cosas que podemos aprender de él. Por favor, comprendan y respeten lo bueno que es este chaval. Apenas ha comenzando su carrera y tenemos el privilegio de poder verle”, señaló uno de los californianos más distinguidos de la historia al término de su última vuelta en Riviera. Palabras mayores. “Es un honor ganar el torneo de Tiger”, señaló después Rahm, que va por su séptima temporada completa en el PGA y ya tiene ganado, a pulso, el respeto y la admiración de todos sus compañeros de profesión. Incluido el del único dios del olimpo del golf que continúa en activo.