Rahm se une a la fiesta del LIV más español

Hay cosas que nunca cambian. Por ejemplo, ver a Jon Rahm en la pelea por la victoria en cada torneo. Ya no es en el PGA Tour, sino en LIV Golf, pero el de Barrika sigue mostrando un hambre voraz y un juego de auténtica élite. Rahmbo no entiende de periodos de adaptación: primer evento de su vida en el circuito saudí, primer domingo en el que estará en el partido estelar, ese en el que apunta a decidirse el triunfo. El vizcaíno, tras una segunda vuelta de 67 golpes (cuatro bajo par y total de -9), encabeza en Mayakoba (México) la persecución al chileno Joaquín Niemann, menos brillante que el viernes (era difícil tras un apoteósico 59) pero solvente con -13 (-1 este sábado). La distancia es notable, aunque si alguien puede recortarla es Jon. A la fiesta de habla hispana, en la que se coló el sudafricano Dean Burmester con -9, también se une Sergio García, cuarto con -7, que se desinfló un poco con una ronda de uno bajo par.

Lo mejor para Rahm es que, sin estar todavía a su mejor nivel, ya pelea por todo en El Carmen. Resistió con bravura en la jornada del sábado, marcada por un viento cambiante que creó problemas a más de uno, incluso al propio Jon en el 18. No brilló en exceso en sus approaches, pero consiguió embocar varios putts de par que supieron a gloria. Y tampoco se vino abajo después del bogey al 3 (segundo hoyo de su vuelta), rápidamente solventado con un birdie al 5. A partir de ahí no se dejó más golpes el español, que sumó cuatro birdies más (8, 11, 13 y 15) para acabar con buen sabor de boca.

“Me he sentido bien, ha sido un día difícil. He metido mucho putt de par importante y he logrado unos birdies que me han permitido seguir mejorando. Ha sido una gran ronda de golf”, dijo un Jon que también está pendiente de Legion XIII, segundos en la clasificación por equipos. “Las primeras veces estaba más interesado en cómo le estaba yendo al equipo que en mí mismo, lo cual definitivamente era algo nuevo. Estoy orgulloso de mi equipo, son chicos que han sufrido muchos cambios en su vida en las últimas semanas. Hatton hace una semana estaba jugando en el PGA Tour, Surratt hace no mucho vivía en su habitación de la universidad. Ojalá el domingo salga bien y podamos pelear por todo”.

La nueva realidad para Rahm es esta, en un concepto de torneo diferente, alejado de un legendario Pebble Beach donde ahora mismo juega el PGA Tour y en el que Wyndham Clark acaba de batir el récord del campo (60 golpes), pero que agrada al de Barrika. “Definitivamente es una vibra un poco diferente, pero disfruto bastante la música. No es muy diferente a cómo jugamos en casa”, contó un Jon al que le ha cambiado la vida. “He sido bastante consciente de ello durante los últimos meses. Tenía muchas ganas de poner en marcha el golf, así que fue agradable competir y hacer lo que se supone que debo hacer, simplemente estar ahí fuera y jugar al golf”. Este domingo tendrá que remontar cuatro golpes a Niemann para lograr su primera victoria en LIV, con la que se embolsaría, además, 4 millones de dólares. Cifra anecdótica si se compara con el megacontrato que firmó hace meses, claro. Pero Rahm ya ha llegado al circuito.