Otro Seve para Europa
Jon Rahm es el referente y guía del equipo que en Roma ha ganado su 15ª Ryder Cup. Su pasión, liderazgo y capacidad para resolver en los momentos difíciles le asemejan a su ídolo.
“Absolutamente digo que sí. Nadie lo quiere más que Jon”, responde Padraig Harrington, excapitán de Europa en la Ryder, acerca de si Rahm puede coger el mando de Europa en el golf a imagen y semejanza del añorado genio de Pedreña fallecido en 2011. Seve Ballesteros, “el ejército de un solo hombre” según Tony Jacklin, sigue muy presente en el equipo europeo, pero esa esencia espiritual tiene cada vez más un reflejo a modo de espejo en una realidad terrenal en el mago de Barrika.
A sus 28 años, con dos majors (Seve ganó cinco) y dos Ryder (por tres como jugador más un empate que sirvió para retener la copa y otra más como capitán), Jon Rahm es el continuador del legado (“es mi deber”, expone el vasco) del genio que logró que el ‘Viejo Continente’ peleara unido frente a EE UU en el evento bienal, fue clave para que en 1987 Europa venciera por primera vez en suelo norteamericano y trajo la competición a España.
“Seve es parte de la esencia de la Ryder, está presente. Me he acordado de él mucho toda la semana. Sobre todo al final. Cada vez que las cosas se aprietan es su espíritu el que mueve a este equipo: nunca rendirse, agarrarse a todo lo que sea posible”, decía Rahm, el jugador que más se le parece por esa pasión para hacerlo todo y esa capacidad para sacar el talento puro cuando la presión no deja ni respirar, tras alzar el título en el Marco Simone de Roma. “El público lo amaba, lo veneraba, cuando caminaba era como si tuviera un aura a su alrededor”, explicaba Billy Foster, excaddie de Seve durante cinco años, a AS. Jon provoca una sensación similar. Infunde respeto, transmite ambición, pasión y entusiasmo.
Todos los compañeros miran y escuchan a Rahm. Él ocupa el lugar central en la rueda de prensa oficial tras el título. Dirige la orquesta. Ejerce de número uno. Es el referente actual del equipo azul, como lo fue Ballesteros. “Seve siempre es y será el equipo Europa en la Ryder”, dice Tommy Fleetwood tras ser el jugador que cerraba la 15ª Ryder para Europa y fundirse en un emotivo abrazo con Rahm y Olazábal en el green del 17.
El ‘León de Barrika’ sabe que la historia se construye con hazañas y triunfos, siendo especial, por eso Seve siempre está en su mente. Y el resto lo sabe y lo tiene muy presente. “Qué haría Seve ahora’, hazlo por él”, le preguntó Nicolai Hojgaard, el rookie danés de 22 años, a Rahm en el tee del 18 en los fourballs del viernes. Rahmbo le miró, sonrió levemente e hizo un eagle prodigioso en el hoyo de 545 metros para ganar medio punto con un putt sólo a la altura de los elegidos. Como habría intentado Seve, que alcanzó 22,5 tantos en la Ryder por los 7,5 que ya lleva Rahm con 28 años y tres ediciones disputadas.
“Los torneos buscan estrellas y la gente quiere verlas. Seve llenaba las gradas, eso era Ballesteros”, explica Tony Jacklin, excapitán europeo de la Ryder. En el precioso campo italiano, más de 200.000 personas a lo largo de los tres días, se han hartado a aplaudir a Rahm y verle comandar el destino de una Europa que ya tiene referente para muchos años: un corpulento mago del golf nacido en el barrio de San Telmo en Barrika.