La responsable del campo de la Ryder avisa: “Está diseñado para el drama”
Lara Arias (33 años) es la ‘superintendent’ del Marco Simone romano que organiza la Ryder Cup. “Nosotros somos el decimotercer jugador de Europa”, dice a AS.
Jon Rahm es la bandera de Europa en su duelo ante EE UU en la 44ª edición de la Ryder Cup, pero no será el único español que defienda los intereses del ‘Viejo Continente’ en el Marco Simone de Roma. Lara Arias Urueña (26/04/1990, Villaralbo, Zamora) es la ‘superintendent’ del campo. “Para mí este proyecto es muy especial porque lo he visto nacer y crecer”, afirma a AS esta ingeniera agrónoma que junto a su pareja, Alejandro Reyes, es la responsable del perfecto estado del tapiz verde: mano de obra, materiales, jardineros, elección de la hierba, tiempos y cuidados, manejo de los recursos financieros....
El trabajo de golfkeeper llegó a la vida de Lara por casualidad ya que no tenía vinculación familiar con este deporte (“en mi carrera no hay muchas salidas. En España tenemos un grave problema con los incendios, pero no hay puestos de trabajo”). “Mario Chousa, golfista profesional, me habló de esta profesión y de las actividades de mantenimiento de campos de golf. Me puse a investigar y dejé mi trabajo para continuar mi formación en este ámbito”, revela esta exatleta que fue subcampeona de España universitaria y tercera en promesas. “El atletismo fue mi vida desde los 8 años hasta los 26 cuando me fui a EE UU. Al llegar trabajé 90 horas la primera semana y dije: ‘No tiene sentido, mi cuerpo no puede todo”.
“La oportunidad de venir a Italia nos llega en 2020. Alejandro era el superintendent de Le Golf National (sede de la edición de 2018 en París). La Ryder estaba prevista para 2022 (el Covid lo retrasó un año) y el Marco Simone iniciaba la reforma total del campo pero se encontraba en una situación complicada. Ryder Cup y DP World Tour se pusieron en contacto con nosotros y decidimos venirnos a este proyecto. El comienzo fue difícil, no sólo por las obras sino por la cultura de golf en Italia. Al principio no entendían la cantidad de recursos que eran necesarios para organizar una Ryder”, explica.
Un campo en pañales que Lara fue haciendo crecer con sumo cuidado: “Cuando llegué mi trabajo principalmente era el growing (crecimiento de la hierba) y cada ciertas semanas me daban un hoyo nuevo, se iba sembrando uno más. Y yo me iba ocupando. Se tuvo que formar al equipo porque no tenían experiencia y hacer un campo de cero. Son 15-18 trabajadores y en los últimos seis meses hemos subido a 21 conmigo incluida”, afirma la zamorana que se formó en el mantenimiento de campos en Málaga y luego estuvo 18 meses en EE UU trabajando con la Universidad de Ohio State. “Mi formación fue muy buena y variada tanto en tipos de césped como de organización de torneos. Después regresé a Europa y he estado saltando de un proyecto a otro incluyendo Valderrama, la Ryder de París...”, dice Arias.
La previsión del tiempo es su preocupación en las últimas semanas, días dedicados a los retoques: “La lluvia, la bajada de temperatura... En función de eso tenemos que variar los trabajos. Al final trabajamos con una planta. El campo está cerrado desde hace un mes y eso nos ha permitido dedicarnos a la definición, la calidad del corte, los detalles... El trabajo estaba hecho y esto es la manicura y el vestido del campo”. Esfuerzo, nervios, dedicación... y un apoyo firma al Team Europe, organizador de esta edición y cuyo triunfo devolvería el orgullo tras la dura derrota en Wisconsin 2021 (19-9): “Somos el decimotercer jugador de Europa en la Ryder. Ya tenemos la experiencia del 2018 donde todo funcionó muy bien y hay que seguir por esa línea. La presentación del campo va a ser muy parecida. Cada uno juega sus cartas y su estrategia. Si gana Europa yo me sentiré parte de la victoria”.
Fuera de putts, birdies o hierros está la desigualdad femenina en el deporte en trabajos con tanta responsabilidad. La jefa del campo del Marco Simone explica cómo ha demostrado su valía: “Italia es machista, pero yo me he encontrado cómoda porque el trabajo ha hablado por mí. No había campo y lo hemos creado de la nada. Me he ganado el respeto de todos. Eso ocurre con el resto de mujeres que está en una posición parecida a la mía. La mejor forma de reivindicar es con nuestro trabajo”. Y reconoce: “No puedo jugar en mis campos porque soy una obsesionada del mantenimiento y sólo vería fallos (ríe)”.
Con su voz dulce muestra emoción al revelar a este medio una curiosidad: “Habrá una sorpresa en el tee del 1, pero no te la puedo contar. Va a ser muy espectacular”. Y reconoce: “El campo está diseñado para el drama. En los pares 4 del 16, 17 y 18 el público va a enloquecer; especialmente en el 16 con el agua de la derecha que dará muchos problemas. Será el hoyo rey de los gritos”. Con paspalum (Pure Dynasty) en tees de salida y calles, y bentgrass (Pure Distinction) y festuca alta y rugosa en greenes, el campo presenta un aspecto espectacular.