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GOLF | MASTERS DE AUGUSTA

La conjura de Augusta

Jon Rahm, en busca de su primer Masters, bebe de la sabiduría de Txema Olazábal y Sergio García, los dos ‘chaquetas verdes’ españoles vivos.

Actualizado a
Sergio García, Olazábal y Rahm.
MIKE BLAKEREUTERS

La imagen tiene un enorme potencial evocador. José María Olazábal y Sergio García, los dos ‘chaquetas verdes’ que España aún disfruta tras el fallecimiento de Seve Ballesteros, y Jon Rahm, un golfista que parece predestinado a añadir la sexta réplica de esta selecta prenda al palmarés nacional en el Masters, juntos en una vuelta de prácticas en el Augusta National de Georgia (EE UU). Parecía una conjura, una visita del alumno aventajado a sus mentores en busca de sabiduría para afrontar la empresa más especial de la temporada golfística, que arranca este jueves (desde las 15:30 en Movistar Golf) con los tres citados en liza.

Este año, además, va de efemérides. Porque la cita acaba el domingo 9 y un 9 de abril de 1957 nació Seve Ballesteros, ídolo de Rahm. Y un 9 de abril de 2017 ganó su hasta ahora único grande Sergio García. “También es el 40 aniversario de la segunda chaqueta de Seve, y el año que viene hará 30 años de la primera de Txema (Olazábal). Siempre hay algo que conmemorar”, le quita hierro al asunto el vizcaíno, que el año pasado salió del top-10 (fue 27º) tras cuatro ediciones seguidas en puestos nobles.

“Soy un yonqui del golf”, confesaba el martes en rueda de prensa Rahmbo, que en su búsqueda de conocimientos, en su investigación de la historia del golf, se topa con datos reveladores. Por ejemplo, el que dice que para ganar en Augusta hay que coger al menos un 60% de calles. Tiene trabajo ahí, pues la dispersión desde el tee (es el 116º del circuito en precisión, con un 57% de acierto) es una de las causas detrás del frenazo de marzo, por otra parte inevitable.

Horarios de salida destacados de la primera jornada

15:12 | Sergio García, Kazuki Higa y Keith Mitchell

16:18 | Tiger Woods, Viktor Hovland y Xander Schauffele

16:42 | Jon Rahm, Justin Thomas y Cameron Young

17:06 | José María Olazábal y Cameron Champ

19:36 | Scottie Scheffler, Max Homa y Sam Bennett

19:48 | Rory McIlroy, Tom Kim y Sam Burns

 

 

Rebajado el hype del primer tercio del año, esas tres victorias en algo más de un mes, Rahm sigue siendo un fijo en las quinielas. Su historial, cuatro top-10, y su condición de ball striker, de jugador capaz de manejar la bola casi a su antojo en un campo que va más de dónde no hay que estar que de dónde sí hay que estar, le ponen en esa posición. Los estadounidenses suelen hablar de horses for courses. Vienen a decir que hay caballos para cada recorrido. Rahm es un purasangre hecho para Augusta.

Como lo es el australiano Cam Smith, el principal candidato con permiso de Dustin Johnson entre la legión de ‘insurrectos’ que campará estos días por el diseño de Bobby Jones y Alister MacKenzie. La disputa entre PGA y LIV es una de las narrativas que marcan esta primera edición desde que la superliga saudí provocó el cisma. El Masters, como el resto de majors, rechazó vetar a sus integrantes y hasta 18 competirán (ataviados, por cierto, con la indumentaria de sus franquicias), seis de ellos campeones en el pasado.

Todos ellos (y otros como el maltrecho Tiger, aún uno de los grandes reclamos pese a que se descarte de la pugna) estuvieron el martes en una cena de campeones que, a juzgar por las sonrisas en la foto de familia y lo poco que contaron los comensales, fue menos tensa de lo esperado. Sergio García ha reconocido que se fundió en un abrazo con Jason Day y Rahm, que lo único que ha notado diferente ha sido ver a Dustin Johnson calzando zapatillas de FootJoy, en alusión a su ruptura con Adidas tras abandonar el PGA. Entre los majestuosos pinos de Augusta, entre las azaleas y las magnolias, no hay lugar para disputas. Solo para el disfrute.