Jon Rahm, Sergio García, Valderrama: todo queda en casa
El vasco juega por primera vez la perla española, en la que Sergio escribió algunas de sus mejores páginas, como jugador del LIV.
Llegan en el séptimo mes del año Jon Rahm y Sergio García a Valderrama. Del 2024 o del primero desde que el vasco sacudió el panorama golfístico profesional con su fichaje por el LIV, según se mire. La experiencia hasta ahora es de difícil diagnóstico. Mala o buena deportivamente en función del prisma de las victorias y su actuación en los grandes o del de su regularidad entre los mejores de la superliga saudí. Quizá rocambolesca sea el calificativo más apropiado. En el último tercio de temporada asoma, como antesala del British Open, último grande del calendario que se juega la próxima semana en Royal Troon, Valderrama. Jon jugará la joya de la corona española por primera vez como miembro de un circuito que no es ni el PGA ni el DP World Tour desde este viernes (13:13, Movistar Golf 2).
Pero en Sotogrande, que cambió de bando tras años esperando una mejora de su estatus en la gira europea que por unas u otras nunca terminaba de llegar, el rey es Sergio García, que ha escrito en el enclave gaditano algunas de sus mejores páginas. Tres veces campeón allí, 2011, 2017 y 2018, anfitrión del torneo en tiempos de paz a través de su fundación, será el rey del mambo con sus Fireballs en una semana con un pedigrí que no se veía en la urbanización desde la época del Volvo Masters. Por allí desfilan estos días 27 grandes entre los Phil Mickelson, Brooks Koepka, Bryson DeChambeau, Rahm, Sergio... Una alfombra roja.
“Si hay una semana para ganar, es esta”, dice Rahm, que acumula ocho top-10 en nueve citas pero no ha conseguido rematar, y tiene en el British su última oportunidad para arreglar una campaña desafortunada en los grandes, con su peor Masters de siempre, un corte fallado en el PGA y ausente en el US Open por un inoportuno corte en un pie. Su última experiencia en Valderrama, ese corte fallado en 2021, la justifica en que llegó fundido, en el año en el que su carrera se disparó con la victoria en el US Open. “Esto era en octubre y llegaba muy cansado en la temporada. Me está pasando lo contrario que el año pasado: empecé muy bien, pero en la segunda parte de la temporada comencé a bajar el nivel. Tengo confianza en mí mismo, y estoy muy cómodo donde estoy y con ganas de competir en el que probablemente es el mejor campo de España”, explica Jon, que se da “entre un seis y un siete este año”.
“Valderrama nunca es fácil”, avisa Sergio, al que pocos borrones se le pueden encontrar en este campo. “Si llegas con demasiadas ganas de hacerlo bien, hay veces que te trabas tú solo”, añade el castellonense, que rozó la victoria en Mayakoba y Miami. Él puede tener aquí el último gran objetivo de la temporada quitando las finales del circuito, pues no estará en los Juegos ni en un British Open en el que buscó plaza en una previa la semana pasada. Es el hombre a batir en el apartado individual y sus Fireballs, con un patrón que sabe como domar a la fiera y grumetes sobrados de talento en David Puig, Eugenio Chacarra y Abraham Ancer, los grandes candidatos por equipos.
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