El rompedor proyecto de Tiger y McIlroy coge forma

El 9 de enero del próximo año, el golf mundial será revolucionado de la mano de Tiger Woods y Rory McIlroy. Las dos megaestrellas lideran un proyecto rompedor, una liga con algo jamás visto en el ámbito profesional de este deporte: será virtual. El inicio de TGL, nombre oficial de la competición, está a la vuelta de la esquina, y cada vez se conocen más detalles de un formato que ha sido capaz de atraer a los principales referentes golfísticos: Jon Rahm, Justin Thomas, Collin Morikawa... Los mejores del mundo (a excepción de Scottie Scheffler) se han apuntado para formar una plantilla de lujo, con 24 jugadores que entre todos suman 224 triunfos en el PGA Tour, 32 majors y 886 semanas en el número uno del mundo.

La gran innovación de TGL es que no se jugará en un campo de golf, sino en un estadio. El SoFi Center de Palm Beach (Florida) será el recinto que acoja la competición y a los 1.600 espectadores que podrán acudir a verlo en vivo. Y estará totalmente equipado: los tiros se pegarán contra una pantalla a modo de simulador de 19,5x14 metros, donde se podrá ver el recorrido de la bola. Eso sí, cada impacto se hará sobre una superficie real, ya sea un suelo que simule el de la calle, la hierba alta e incluso la arena. Aunque la cosa cambiará al acercarse, pues todo tiro de 50 yardas o menos se hará a un green real que hay en el estadio, donde también se pateará en cada hoyo. La zona del green será más grande que una cancha de baloncesto, y se dividirá a su vez en tres espacios con distintas banderas, y cada uno de ellos se puede modular para generar caídas totalmente distintas.

Eso es algo que ya se sabía, aunque todavía quedaban dudas por despejar de esta liga en la que competirán seis equipos. Este martes, TGL publicó el formato de la competición, bautizado por ellos mismos como ‘match play moderno’. En los partidos entre dos conjuntos, cada uno de ellos compuesto por tres golfistas (uno se quedará sin jugar), se jugarán 15 hoyos. Cada hoyo ganado reportará un punto, mientras que si se empata nadie sumará. Aunque ojo, esto no es como la Ryder Cup, en la que un combinado irá uno arriba o uno abajo, pues siempre se jugarán todos los hoyos. Cada conjunto contabilizará sus hoyos ganados, y el resultado final sería, por poner un ejemplo, 6-2. Puede llegar a ser fundamental, pues en caso de empates al final de temporada en la clasificación general, esta estadística de hoyos ganados será la que desempate.

Los 15 hoyos que completan una vuelta estarán divididos en dos sesiones. La primera de ellas, conocida como ‘Triples’, será en los primeros nueve agujeros que se jueguen. Aquí, los tres golfistas de cada equipo se irán alternando para pegar los golpes. Una vez se llegue al hoyo 10 se pasará a los ‘Singles’, que se disputarán en formato de uno contra uno. Los jugadores que participen en cada hoyo irán rotando (por ejemplo, en el hoyo 10 se enfrentarían Rahm contra Cantlay, y en el 11 pasaría a ser un Morikawa contra Fleetwood), por lo que cada golfista disputará dos de los seis últimos hoyos. En caso de empate, se celebraría una prórroga de tres contra tres compitiendo a ver quién la pega más cerca de la bandera, y se resolverá cuando dos del mismo equipo consigan los dos mejores golpes.

El triunfo, en prórroga o en los 15 hoyos reglamentarios, le dará dos puntos al equipo ganador. Si los derrotados lo hacen en los agujeros extra sumarán un punto, y cero si no es el caso. Una vez finalice la temporada regular, los cuatro mejores conjuntos pasarán a las semifinales, a partido único, y la final para dirimir al campeón será una serie al mejor de tres. Así es el formato de una liga rompedora, que promete no durar más de dos horas y enganchar así a aquellos aficionados a los que les cuesta seguir el golf en directo hoy en día. Jugadores microfonados, una afición que haga ruido y competición entre los mejores. TGL llega para cambiar el panorama.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.