El lucrativo año de Rahm, el Rey Midas del deporte español
El vasco concluyó en Chicago el primer episodio de sus andanzas en el LIV, que le ha convertido en el segundo atleta mejor pagado del planeta.
Si estimamos como Woody Allen que el dinero no da la felicidad, pero produce una sensación sumamente parecida, Jon Rahm debe ir levitando por la vida. El español puso el broche de oro este domingo a un primer curso en el LIV exitoso en lo deportivo y tremendamente productivo en lo económico. Con su victoria en la final individual, celebrada en el Bolingbrook Golf Club de Chicago, puso fin al primer episodio de su carrera en la superliga saudí, que le ha convertido en el deportista español mejor pagado de largo.
Ha sido una montaña rusa de nueve meses, en la que ha habido críticas, halagos, altos y bajos en un juego que por momentos parecía resentirse pero que ha conseguido devolver a la excelencia, muchos aviones (eso no ha cambiado), a buen seguro muchas reuniones e incluso un nuevo bebé en camino. A falta de su gira europea, que le llevará al Open de España en Madrid la próxima semana, al Dunhill y a Sotogrande en octubre y a Dubái para la final del DP World Tour en noviembre, y a falta de ver en qué acaban las negociaciones de paz entre LIV y PGA, la pregunta de si su legado deportivo ha crecido o no este lapso tendría múltiples respuestas en función de a quién se pregunte y el ángulo desde el que se afronte.
Donde no hay debate es en su patrimonio. La revista Forbes estima que sus ganancias entre mayo de 2023 y el de este año son de 218 millones de dólares (196 de euros). 198 entre el dinero garantizado de su contrato, del que calculan que ya ha recibido la mitad, y las bolsas de los torneos, a lo que hay que sumar algo más de 29,5 millones de los premios que ha ganado en las citas jugadas a partir de esa fecha. Y otros 20 a través de sus múltiples acuerdos de patrocinio con empresas como Mercedes-Benz o el Banco Santander.
En total cerca de 270 ‘kilos’, lo que le sitúa en el segundo peldaño a nivel mundial del prestigioso ranking anual de esta publicación, solo por detrás de Cristiano Ronaldo. A su lado palidecen las cuentas de otros golfistas estrella, como Rory McIlroy (80 millones), Tiger Woods (67) o Scottie Scheffler (59), incluso las de iconos de deportes más populares como Leo Messi (135) o LeBron James (128). A los 38 que se ha embolsado solo en premios ni se acerca la mejor temporada de Rafa Nadal (16 en 2019).
El de Barrika ya es una marca global y parece que pretende trasladarla a su franquicia, a la que viste TravisMatthew, su proveedor desde que en 2021 firmara con Callaway en un acuerdo que se renovó el año pasado, y a la que ha incorporado como mánager general a su agente, Jeff Koski, y a patrocinadores como el Santander o el tequila Maestro Dobel. Ahí tendría una nueva vía de ingresos cuando el modelo de la superliga, que según se ha publicado entrega a los capitanes el 25% de la propiedad de los equipos, empiece a dar dividendos. Entre las victorias y los cheques cabe suponer que Jon Rahm es un tipo feliz. Y si no, tendrá una sensación muy parecida.
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