El LIV vuelve a casa con Rahm y Anthony Kim como nuevos reclamos

Yeda, la puerta de entrada a La Meca desde el Mar Rojo y piedra angular de la expansión deportiva saudí (fue el lugar escogido por el gobierno árabe para albergar la Supercopa de España de fútbol o las NextGen Finals de tenis), acoge desde este viernes (09:00, Movistar Golf) la vuelta a casa del LIV, la superliga regada con los petrodólares del PIF, que retorna al Royal Greens Golf & Country Club antes de lo previsto (por cambios en el calendario esta cita ha pasado de octubre a marzo), con acuerdo para su retransmisión en Estados Unidos los viernes y nuevos y golosos reclamos.

Se trata de Jon Rahm, el fichaje estelar del circuito para esta temporada, que hace su tercera salida tras un tercer puesto individual y título por equipos en Mayakoba y un octavo individual en Las Vegas, y de Anthony Kim, la estrella truncada del PGA que ha escogido su competidor directo para un retorno incierto al golf profesional. “He estado tiempo esperando esto, y estoy muy agradecido por las lecciones que he aprendido en esta época de altos y bajos desde la primera etapa de mi carrera. Quiero volver a competir con los mejores jugadores del mundo, y estoy en una misión para demostrarme de nuevo a mí mismo que puedo volver a ganar”, aseguró Kim a propósito de su fichaje, que se produce como jugador invitado, aprovechando uno de los huecos que la organización ha dejado libres esta temporada para incorporar a golfistas que no pertenecen a ninguna de sus 13 franquicias.

Profesional desde 2006 y miembro del PGA desde 2007, para 2010 Kim ya llevaba tres victorias en el tour, el único junto a Tiger Woods, Sergio García, Phil Mickelson y Adam Scott en alcanzar esa cifra antes de los 25, además de un tercer puesto en el Masters y sendas apariciones en la mítica Ryder de Valhalla en 2008 y en la Presidents Cup. Una de las mayores irrupciones que el golf presenció después de que Tiger lo pusiera en órbita a finales de los 90 y principios de los 2000 se truncó tras lidiar con varias lesiones, entre ellas una rotura en el tendón de aquiles durante el Wells Fargo en 2012 que le alejó definitivamente de los campos.

Por ahora no se ha desvelado en qué cifras se mueve la prima recibida por Kim, cuyo alejamiento del golf de élite durante estos años ha sido atribuido por varios medios a una póliza de seguro que le reportaría diez millones de dólares en caso de no volver a competir. Pero la principal incógnita de su regreso es el estado de su juego, especialmente a tenor de varias declaraciones que ha hecho desde su retirada. “Un grato recuerdo” es todo lo que quedaba del golf en su vida, aseguró en 2015 en una entrevista para Associated Press. Haga lo que haga de aquí al final de la temporada, lo que está claro es que, con él, el LIV se ha apuntado otro tanto frente al PGA en su batalla por los focos.