Cayetana Fernández y el sueño del número uno
La madrileña de 18 años, ahora en Texas A&M, es segunda en el ranking amateur femenino, y aspira en 2024 a ser la primera española en ser número uno. Sobre su llegada a EE UU habla con AS.
EI pasado mes de agosto, Cayetana Fernández García-Poggio (Madrid, 18 años) cambió por completo su vida. Dejó su hogar para cruzar el charco e instalarse en la Universidad de Texas A&M, donde ahora coincide con su hermana Blanca. Allí, en Estados Unidos, ‘Cata’ continúa creciendo y consolidándose como una, si no la que más, de las mayores promesas del golf español. Segunda en el ranking mundial amateur, sueña con ser la primera española (hombre o mujer) de la historia en liderar la clasificación, y cada vez ve más cerca el convertirse en profesional. Sobre todo ello habla con AS.
Pregunta: ¿Qué tal le va por EE UU?
Respuesta: Muy bien. Al principio fue un poco más duro, pero ahora estoy supercontenta y me lo estoy pasando muy bien. La adaptación ha sido un poco dura. Al principio me sentía un poco, no sola porque estaba con mi hermana, pero era distinto. No tenía a mis amigas, tampoco a mi entrenador, se me complicó un poco y no estaba tan contenta. Pero luego vine a España antes del Mundial (fue segunda), vi que todo estaba igual y agradecí lo que tenía ahí. Y ahora la verdad es que muy bien.
Imagino que tener a su hermana allí ha sido clave.
Mucho. Al final llegas ahí el primer día o la primera semana y no sabes dónde hay nada, ni ninguna clase ni nada. Y poder estar con ella te ayuda. Guiarte a las clases, decirte que no puedes hacer esto, sí que puedes hacer esto... Y poder estar con ella es una suerte, ojalá pudiésemos estar todos mis años de carrera juntas.
¿Qué diferencias ha encontrado al competir allí?
Yo creo que hay más competitividad que en España, y eso que en España hay mucho nivel. Hay muchas niñas muy buenas. La mayor diferencia es que por un golpe bajas mucho o subes muchas posiciones en los torneos. Y luego quizás hay un poco más de presión por parte del equipo y por la gente. Como que sientes un poco más de presión que en España, que estás más cómoda.
¿Y su rutina ha cambiado mucho?
Pues sobre todo cambia el no tener a Freddy aquí, que es mi entrenador. Yo creo que es una de las mayores diferencias que noto. En España si tenía algo podía no entrenar, pero en EE UU no puedes saltarte ni un día. Yo creo que eso también lo noto mucho. Luego está el idioma, obviamente. El poder expresarte, hay muchas veces que nos cuesta más, aunque sepas mucho inglés siempre te cuesta más expresarte que en español. Y hay veces que quieres decir una cosa y te entienden otra. Entonces eso es un poco complicado a veces de gestionar. Y luego es que no tengo coche, entonces no me puedo mover allí mucho, entonces vamos andando o en autobús.
¿En qué nota que ha crecido tras su llegada?
Yo creo que como persona. Aprender a vivir sola, a tener que llevar tu propia cuenta de banco, pagar tú las cosas, comprar, hacerte la comida... Yo creo que lo que más lo he notado es en tomar tus propias decisiones. En Madrid tenía alguna duda y le preguntaba a mi madre. Allí tienes que tomar tú las decisiones en tu día a día, y eso me ayuda a madurar.
¿Cómo de cerca ve el ser primera del ranking amateur?
Es mi mayor objetivo de 2024, ponerme la número uno del mundo. Y creo que lo puedo conseguir, estoy con muchas ganas de empezar la temporada que viene y a ver, ojalá venga ese número uno.
¿Qué más objetivos tiene?
Me ilusiona mucho ganar los Nationals con mi equipo. Sería un sueño, ganarlo encima con mi hermana. También Augusta, a ver si lo hago mejor que el año pasado (fue cuarta), que es complicado, pero me encantaría poder ganarlo. Está también ir a la Palmer Cup y hacer entre top-10 y top-20 en todos los torneos que juegue en Estados Unidos.
Ahora que está allí, ¿se ve a la altura o incluso por encima de sus rivales?
Por encima no sé, pero sí que estoy segura de que a la altura estoy, y solamente tengo que demostrar lo que valgo como jugadora. Ser consciente de que llevo jugando así desde que era muy pequeña. Entonces sólo tengo que demostrarlo cuando salgo al campo y estar relajada.
¿Cómo está llevando el apartado mental?
Es verdad que a veces es un poco complicado, pues te pones retos, no los consigues... A veces juegas un torneo y la gente está esperando algo de mí y a lo mejor no lo consigo. Mi padre siempre intenta decirme que no me preocupe, que he demostrado que soy una buena jugadora que y no tengo por qué demostrarlo todos los días de mi vida. Entonces intento ir tranquila, pero siempre vienen esas presiones de fuera, de tener que hacerlo bien, que en Estados Unidos me han cogido y me ven como la número dos del mundo y tengo que hacerlo bien sí o sí. Pero bueno, luego te das cuenta de que no es tan importante un torneo y que sobre todo es ir quedando bien y estar segura con tu juego y a gusto.
Tuvo un gran 2023. ¿Qué es lo que más ilusión le hizo?
Yo diría que con el Europeo Absoluto que ganamos este año, fue increíble. Ganamos, no quiero decirlo así, pero bastante sobradas al final, y fue increíble compartir la experiencia con todas ellas. Yo era la pequeña y me encantó porque me trataron muy bien todas las niñas, fue una experiencia muy bonita. Las niñas este año hemos estado a tope y demostramos que el golf femenino puede llegar lejos, que es muy interesante, más de lo que la gente se piensa.
¿Qué idea de futuro tiene?
Estoy haciendo comunicación con un minor en sports management, aunque no sé si me cambiaré. Primero quiero acabar los estudios y luego hacerme profesional dentro de cuatro años, pero nunca sabes la que puede pasar. Esa es la idea que mis padres me han involucrado, la de que los estudios son muy importantes. Ahora mismo me veo un poco joven para pasarme a profesional, quiero ganar más experiencia y disfrutar de la etapa amateur, que es muy bonita.
¿Se ve ganando majors?
No, todavía no, pero al final trabajamos todos los días para ello. Nunca te imaginas poder ganar un major, es algo que todavía no ha hecho ninguna española y es un sueño para todo el mundo y ojalá lo pueda conseguir yo, pero todavía lo veo lejos. No significa que no me vea capaz, sino que lo veo lejos todavía.
¿Con qué sueña?
Con ganar el Evian, uno de los grandes, porque jugué de pequeña ese torneo y es un campo que me encanta. Me gustaría verme ganando ahí.
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