Bandera arcoíris en Twickenham contra el homófobo Folau
El estadio lucirá insignias de apoyo a la comunidad LGTBIQ+ con motivo de la presencia del australiano en el XV mundial que enfrentará a los Barbarians.
“Atención borrachos, homosexuales, adúlteros, mentirosos, fornicadores, ladrones, ateos e idólatras: el infierno os espera. Arrepentiros, sólo Dios salva”. Fue el mensaje, publicado en su cuenta de Instagram, que le costó a Israel Folau su carrera profesional en el rugby a XV.
El australiano con raíces tonganas, un ferviente cristiano que se crió en la doctrina mormona, echó más leña al fuego con otra publicación que rezaba: “El demonio ha cegado a demasiada gente en este mundo. Arrepentiros y dejad de lado vuestros caminos demoníacos. Volveros hacia Dios, que os hará libres”.
No le quedó más remedio a Rugby Australia, la federación del país oceánico, que tomar medidas disciplinarias contra el que entonces era uno de los principales pilares de la selección nacional y uno de los mejores zagueros del mundo. Su contrato federativo y con los Waratahs, la franquicia del Super Rugby para la que jugaba, quedó rescindido e Israel volvió al Rugby League (la modalidad de 13 jugadores por equipo en la que hizo sus primeros pinitos). Llegó a pasar en 2020 por los Catalans Dragons, franquicia franco-catalana, antes de recibir nuevas oportunidades en el Union, la vertiente clásica.
La más próxima se la ha ofrecido el World XV, un combinado internacional que este domingo se medirá con los míticos Barbarians en Twickenham. La presencia en la alineación de Folau ha llevado a la RFU, la federación inglesa, a tomar una contramedida: Twickers lucirá banderas arcoíris en apoyo a la comunidad LGTBIQ+.
La decisión ha sido aplaudida por Steve Hansen, seleccionador neozelandés (hasta la finalización del próximo Mundial, cuando le sustituirá Scott Robertson) que dirigirá al XV mundial. “Es genial. Es una consecuencia de la elección de Folau y creo que es algo bueno. Es una oportunidad de mostrar apoyo a ese colectivo. No tengo ningún problema con ello. No habría banderas si Folau no jugara, así que cada oportunidad que tengamos de prestar atención a gente que sufre de una forma positiva es bueno. Se merecen ser amados y cuidados tanto como cualquier otra persona, y si todos lo hiciéramos el mundo sería un lugar mucho más agradable, ¿no? Israel Folau es un gran jugador de rugby. Es de clase mundial. Y sabía que elegirle dañaría a gente. Lo entiendo. De todas formas, quiero que esa gente entienda que las creencias de Folau no son las nuestras y no estamos de acuerdo con ellas. Él es un jugador de rugby, ha sido sancionado y las sanciones han terminado. Mi trabajo es hacer el mejor equipo posible y es lo que he hecho”, aseguró.
La siguiente aparición internacional de Folau seguramente se produzca con Tonga en el Mundial que arrancará el próximo septiembre. Aprovechando el cambio en la normativa internacional de World Rugby, que ahora permite jugar para un segundo país si hay un periodo de inactividad de tres años de por medio, Israel ha vuelto a sus orígenes y, junto con Charles Piutau, apunta a ser un activo de enjundia para la línea polinesia en Francia.