Dos penaltis errados por Richardson evitan el empate del Barça

El Barça mereció perder, y perdió, pero tuvo en las manos de Richardson un penalti con el tiempo concluido para empatar. El francés contra Landin, que le había parado dos minutos antes un siete metros. Normalmente, un equipo que tiene tantos especialistas, los cambia cuando no aciertan, pero Ortega debía estar seguro que por porcentaje este segundo lanzamiento iba a entrar. Pues no. Lo falló el francés, o lo paró el mejor portero del mundo de hace un par de años: 36-35 (23-18).

La realidad es que el Barça perdió el partido en la primera mitad, porque si te meten 23 goles, es complicado la reacción a este nivel. En los veinte primeros minutos los dos porteros azulgranas no habían aportado ni una parada, y en la recta final del encuentro cuando Nielsen estaba parando, se lesionó y tuvo que ser cambiado.

Lo que pasó en el descanso es secreto de confesión, pero algo tuvo que ocurrir porque el Barça salió al segundo acto más siendo el equipo que es. Ya no permitía goles tan sencillos, cambiaba el 6-0 por el 5-1, o por una defensa individual de Janc sobre Arnoldsen para provocar un juego menos eficiente del Aalborg danés.

No era el día del equipo azulgrana. Ni de Makuc, que desaprovechó su gran oportunidad de hacerse un hueco de central del equipo. Es más, Ortega tuvo que recuperar a Richardson para jugar los últimos cinco minutos, en los que marcó un gol, pero falló los dos penaltis de que dispuso el cuadro catalán.

Individualmente el que cumplió por encima del resto fue Frade, en defensa y en ataque, y también Dika Mem. Los dos se han convertido en la esperanza azulgrana para los que resta de temporada en la Champions League.