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BALONMANO

Ambros Martín: “Ya era hora de volver a España”

“Nunca he disputado unos Juegos, ni como jugador ni entrenador. Es el momento de hacerlo en París”, explica el nuevo seleccionador de las Guerreras

Actualizado a
Ambros Martín (nuevo seleccionador), Paco Blázquez (presidente de la Federación), y José Prades (desde ahora ayudante de Ambros).
J.P. GANDULEFE

“Incluso antes de que Blázquez fuese presidente de la Federación, ya empezamos las conversaciones. Por eso estoy contento de que diez u once años después me llegue la oportunidad de ser internacional con España. lo que nunca conseguí como jugador, y no es una crítica a los entrenadores que no me seleccionaron” contó esta mañana de martes Ambros Martín (55) en la presentación como nuevo responsable de las Guerreras.

Martín inició su carrera como técnico en el Itxako de Pamplona, donde tuvo a sus órdenes a la delegada de las Guerreras, Jessica Alonso, quien valora su experiencia como jugadora de él: “Le tuve seis años de entrenador en Pamplona, y puedo decir que es muy competitivo, y muy cercano, algo que las jugadoras valoramos, quizá porque lo necesitamos más que los jugadores”.

Entrenador en Hungría y Rusia, aún le quedan un par de meses en el Gyori antes de tomar el mando de una selección en la que ya no habrá técnicos enrolados en clubes; sólo dedicación exclusiva: Prades será su ayudante, y Jaume Fort, el entrenador de las porteras. “Llevaba mucho tiempo fuera, y creo que ya era hora de volver a España. Lo primero que tendré que hacer es estudiar la situación de nuestro balonmano y luego planificarlo todo, porque no me gusta dejar las cosas al azar”, indicó el canario, que tuvo palabras de elogio para el trabajo de Prades “que ha clasificado a España para el Mundial, que es la puerta para llegar a los Juegos Olímpicos; ese trabajo es lo que le respalda para seguir en la selección”.

Destaca que en todos los campeonatos hay alguna sorpresa, pero que espera que “España no sobresalga por eso, sino por ser uno de los habituales, como Noruega, Francia, Suecia, Dinamarca o Países Bajos siempre en las semifinales”. Reconoce el déficit del lanzamiento exterior, pero señala como positivo “la habilidad en el uno contra uno y la rapidez en la toma de decisiones de las nuestras”, y también destaca la defensa “que no gusta a ningún rival”.

Su contrato es hasta diciembre de 2024, prorrogable, y con “la ilusión más que obligación” de estar en París 2024. Es su reto personal.