“Que buscar un sitio para tanto trofeo sea el problema...”

Asier Martínez es la sensación de las vallas en el verano de 2022. El navarro de Zizur Mayor (22 años) ha entrado en la élite mundial tirando la puerta a patadas, todo lo contrario a su estilo limpio de técnica exquisita de paso por valla basado en la escuela francesa. Campeón de España, bronce en los Mundiales de Oregón y oro en el Europeo de Múnich. El gigante silencioso atiende a AS aún asimilando todo lo que le está sucediendo.

-¿Cómo se procesa interiormente tanto éxito?

-Ha pasado aún muy poco tiempo del oro, pero igual que en Eugene, me va a costar un tiempo más largo asimilar todo. Será un proceso que se dilate más en el tiempo, pero pienso que las cosas buenas siempre son más fáciles y rápidas de digerir.

-Al abrir los ojos al día siguiente en la habitación del hotel... ¿qué se le pasó por la cabeza?

-Me desperté y tuve que pensar que no había sido un sueño. Mi gente en la grada, compartir un podio con Martinot-Lagarde, la marca, otra medalla... todo esto supone mucho. Además con una carrera tan ajustada y emocionante lo hizo todavía más increíble. En el atletismo va todo muy justo en cuanto a tiempos, pero una milésima... poco menos puedes sacar (ríe). Estoy muy contento porque he podido competir verdaderamente con uno de mis ídolos, ambos en sus máximas condiciones. Como hablaba con Martinot, él es un modelo técnico para mí, siempre lo he seguido y este oro europeo es más especial por haber compartido experiencia con él.

-En la tribuna de prensa estaba Colin Jackson (bicampeón del mundo, tetracampeón europeo y bronce olímpico en la distancia) comentando con la BBC y le pregunté por usted. Me dijo que su paso de valla es absolutamente insuperable...

-Que alguien como él lo diga supone mucho para mí. Que todos los referentes de los 110 vallas aprecien el trabajo que hacemos, el de mi entrenador también, la técnica, el dominio de la valla... y no solo el físico, que muchas veces es algo más innato, es muy importante.

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-Ser de repente una figura deportiva mediática lleva inconvenientes. Me dijo en Eugene que su forma de afrontarlo es rodearse de su gente y que eso no cambiaría.

-Exacto, la fórmula para evadirme sigue siendo la misma: seguir en las mismas bases y no sólo en el entrenamiento, en el ámbito más técnico, sino también en el social. Pamplona y mi entorno es lo ideal para mí. Es fenomenal como puedo gestionar mejor las situaciones desde allí y para mí eso es mucho.

-Tendrá ya una vitrina comprada para ir colocando tanta medalla...

-(Ríe). Que buscar un sitio para poner tanto trofeo sea el mayor de los problemas será algo bueno...

-El año llega a su fin en cuanto a actividad de carreras, pero en 2023 año hay de nuevo citas importantísimas. Y en 2024 los Juegos. ¿Lo tiene ya en mente?

-Yo no voy pensando demasiado en el futuro. Claro que hay que tenerlo presente e ir organizando todo con un plan para esas grandes citas, pero no hay que comerse la cabeza y en mi caso no lo suelo hacer ni estoy acostumbrado. Tengo que seguir en esas tesis de seguir, de intentar vivir el momento a corto plazo y no crear demasiadas expectativas, sobre todo a nivel personal.

-La última. Katir decía el otro día que una vez que ha descubierto la sensación de ganar medallas lo prioriza a las marcas. Usted también es más de hablar de tiempos que de resultados. ¿Sigue pensando igual?

-Yo hablo de marcas como reflejo de una actuación personal. Las medallas al final, como se vio en Oregón, se condicionan y están atadas a todos esos factores externos de lo que puedan hacer otros atletas, para bien o para mal. Yo siempre digo que en los campeonatos la sensación o las marcas personales son indicativo del trabajo que ha hecho uno. Que luego eso llegue o no a un buen resultado ya depende de más factores; para mí no es o marca o medalla.