El vikingo Ingebrigtsen muestra poderío y los españoles fuera
Jakob se mete en la final del 1.500 con una superioridad incontestable mientras Saúl Ordóñez e Ignacio Fontes no pueden acceder a la fase de las medallas.
Como si en la suela de sus zapatillas llevara una cinta mecánica Jakob Ingebrigtsen se desliza por la pista como lo que es, un prodigio del deporte. El noruego de 20 años salió a su serie del 1.500 como el que pasa por allí, ocupando la última plaza mientras el resto ocupaba posiciones delanteras en las primeras vueltas. El vikingo puede poner un ritmo imposible y cambiar tantas veces como sea necesario sin modificar casi ni un ápice su correr agrupado con los brazos ocupanado el suficiente espacio de protección para que sus piernas hagan lo demás.
A falta de 700 metros decidió ir cogiendo plazas delanteras y le dio igual que sus rivales le intentarán molestar. Dio casi un 200 por la calle dos para ponerse primero e imponer una cadencia que abrió el grupo y le permitió entrar andando en la meta. La final, el esfuerzo y quizá la gran marca llegará el domingo. Saúl Ordóñez quedó sexto con 3:43.67, y eliminado.
"Siempre trato de ahorrar tanta energía como puedo en las eliminatorias, quedándome atrás y respondiendo cuando llega el momento. Es una forma segura de hacerlo, pero no puedo esconderme detrás de cosas como récords mundiales y títulos olímpicos. He tenido el mismo nivel de confianza básicamente toda mi vida y eso no cambia con lo que sea que haya hecho. Por supuesto que ayuda romper récords y ganar títulos, pero aún tienes que competir y siempre estoy emocionado de ganar cosas que no he podido ganar antes", afirma el noruego en zona mixta.
"Creo que tengo el mismo objetivo que con 14 años y vencía a los mejores corredores de Noruega. Todos estaban asustados, por supuesto, de ser derrotados por un chaval. Eso no ha cambiado. Todavía soy joven y soy el mejor corredor aquí, pero tengo que estar preparado y dar lo mejor de mí. Si no, me ganarán. Este podría ser mi primer título mundial y la primera vez siempre es la especial. La vida no ha cambiado mucho desde Tokio, excepto que ya seré campeón olímpico durante toda mi vida. Me encantan las carreras".
Pasado el rey mundial del 1.500 llegaba el turno de la segunda bala española, Ignacio Fontes. Y el granadino de 23 años decidió tomar la cabeza y marcar un buen ritmo en su serie para si no lograba ocupar una de las dos plazas que otorgaban plaza directa optar a los pasos por tiempos. Puso el tren en marcha para guardarse un poco a falta de la vuelta definitiva en la que lo intentó todo pero fue tercero con 3:37.75. También eliminado.